Gracias a su carisma, capacidad de improvisación y habilidad para encarnar a personajes de todas las profesiones y clases sociales, Mario Fortino Alfonso Moreno Reyes logró consolidarse como uno de los mayores íconos de nuestro país.
"El extra", "El barrendero", "El bombero atómico" y la ganadora del premio Óscar "La vuelta al mundo en 80 días", son algunas de las cintas que hicieron memorable a Cantinflas, quien a 30 años de su muerte, su legado sigue latente en la memoria de artistas mexicanos y el público en general.
En una oportunidad para recordar a este ícono en su aniversario luctuoso, EL SOL DE TAMPICO conversó con el actor tampiqueño Paul Olguín para hablar sobre los elementos que hicieron tan reconocibles a este actor, que en algún momento de su carrera conoció el sur de Tamaulipas.
Un actor que traspasó los escenarios
Para el director de la compañía Sed de Clown, Mario Moreno no solo representó un antes y después en la industria del cine de nuestro país, sino también un estandarte para la comunidad de comediantes que buscaban dignificar su trabajo.
"Él logró hacer un movimiento revolucionario en su momento, en las épocas de oro, logró que la comedia fuese el estilo de Cantinflas; las películas, el mar-keting e inclusive algo muy histórico es que Cantinflas logró que los comediantes se levantaran en armas y pelearan por sus derechos", comentó.
Así mismo, Paul Olguín explica que este actor traspasó las cámaras y los escenarios, ya que su forma de expresarse hizo que la Real Academia Española estableciera la palabra "cantinflear" como un verbo.
Cantinflas, un maestro de la improvisación
Hablando sobre las mayores virtudes de Mario Moreno, Paul Olguín explica que la improvisación fue el factor determinante que hizo a Cantinflas un personaje tan querido y reconocido por chicos, jóvenes y adultos.
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"Él decía que nunca se podía aprender un libreto, lo leía, sabía la estructura, pero él al final de cuentas descomponía el libreto a su estilo", compartió el director de Sed de Clown.
Estas cualidades le permitieron a Moreno Reyes convertirse en uno de los actores más importantes no sólo del país, sino de todo el mundo; prueba de ello es que en 1956 co-protagonizó "La vuelta al mundo en 80 días", película que le valió un Globo de Oro.
Además, el actor es conocido por encarnar a personajes de distintas clases sociales y oficios.
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“Quería que la gente se identificara con aquel bombero, con aquel padre de familia, aquel elotero, aquel bolero o el policía; quería que la gente se identificara aún más, porque realmente Cantinflas era esto, esto y esto a la vez, que era un sinfín de personajes en su imaginación” asegura Paul Olguín.
Cantinflas estuvo en Tampico
Es importante mencionar que una de las tantas ciudades que Mario Moreno visitó a lo largo de su carrera fue, precisamente, Tampico.
En información proporcionada por el investigador Miguel Hernández, la primera visita registrada de este actor con el mote de Cantinflas fue en noviembre de 1937, cuando se presentó en el teatro La Palma, junto a la compañía de atracciones "John Bux".
Esta función formó parte de una pequeña gira que finalizó un año antes de que grabara la película "El signo de la muerte", en la cual utilizó de manera oficial el nombre de Cantinflas.
En 1943 el público tampiqueño volvió a ser testigo del talento del intérprete nacido en la Ciudad de México, esto en el marco de celebración del primer aniversario de la XETU.
Dicha celebración se realizó en el Cine Isabel, ubicado en la equina de la Calle Aduana y Álvaro Obregón, ante la presencia de otros grandes artistas de la época como "Las Norteñas", el trío "Habana"
Por otro lado, el miércoles 25 de junio de 1947, Cantinflas regresaría al puerto jaibo para disfrutar de un festival taurino que se llevó a cabo en la antigua Plaza de Toros Tampico.
Además de disfrutar del espectáculo taurino, el intérprete sorprendió a los asistentes al mostrar otras de sus cualidades como torear novillos.
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Cantinflas apoyó a la ciudad en tiempos de crisis
De acuerdo con los datos mostrados por Miguel Hernández, Cantinflas dio muestra de su sentimiento altruista al realizar un donativo para el Hospital Antituberculoso de Tampico en 1951.
Fue un total de 19,000 pesos el monto que Cantinflas ofreció a este recinto para la construcción de una sala que llevaría su mismo nombre.