/ domingo 9 de junio de 2024

Vivencias / Ahora sí, no hay agua

Iba a escribir sobre el resultado de las elecciones, pero como soy una demócrata, y acepto sin casi chistar por los resultados, preferí dejar mis reflexiones para después. Solo una cosa. Se gana y se pierde en una elección, por un voto o por diez mil, y siempre hay irregularidades, para eso existen los tribunales. Mientras tanto, la gente decidió y hay que aceptarlo con las consecuencias. No reconocer un triunfo.

Lo que sí me asusta es esta falta tan grave de agua, esta escasez, que tiene a mi tierra ya no entre agua como siempre la he visto, sino entre fango y lodo.

Me decía alguien hace días: “llegabas a Tampico en avión y veías esta maravillosa tierra rodeada de agua y pensaba: jamás le faltará agua”.

Y resulta que el destino nos alcanzó. Fácil echar culpas, una época de estiaje que dura años, dicen los que saben, no llueve. No se hicieron las obras hidráulicas necesarias jamás. Hasta los marcianos se pasan. Las autoridades actuales no saben hacer su trabajo y no actuaron a tiempo. No sabemos cuidar el agua, etc. Y todas, a excepción quizá de los marcianos son ciertas.

El caso es que vi gente haciendo cola para llenar su garrafón en las tiendas, limitar la compra de agua para tomar, casos admirables de gente regalando agua de su alberca y colas de gente para conseguirla. Gente maravillosa de Altamira regalando pipas de agua en colonias pobres y ustedes saben a quién me refiero, amigas preguntando si tenían agua para tomar en un chat, pipas formadas afuera de un hotel.

Hacer una obra hidráulica es carísimo, lo sé porque lo intentamos cuando fui diputada, en esta crisis he oído hasta que están trayendo agua de El Nacimiento de El Mante, desconozco cómo le harán para que llegue. El caso es que, aun teniendo tinaco, bomba y todos esos artefactos, no sale agua muchas veces, si pueden subir a ver su tinaco, encontrarán si tiene agua que está lleno de lodo.

Buscar soluciones más allá de racionar el agua y aprender a vivir como en la capital que tienen años con ese problema y solo hay agua ciertos días y a ciertas horas es no entender la gravedad del problema.

Es necesario buscar soluciones de fondo, invertir en obras que permitan captar el agua de lluvia, aprender a reciclar y formar una cultura del agua, rodearse de expertos en el tema para que orienten a nuestras autoridades. He aprendido hasta algo de las plantas desalinizadoras, nosotros que tenemos el privilegio de vivir cerca del mar pero ¿saben qué? Una planta desalinizadora, que quita las sales del agua del mar para volverla potable vale algo así como cien millones de euros y por cada litro de agua potable se genera 1.5 lts de líquido contaminante de cloro y cobre por lo que debe de encauzarse adecuadamente para la recuperación de metales y el uso de la salmuera.

Ojalá que el Gobierno federal, al igual que el del Estado encuentren soluciones de fondo que nos ayude no solo ante esta crisis, que estoy segura que pasará, sino ante el futuro que se muestra realmente descarnado con un gran problema de agua sin la que todos sabemos, no es posible vivir.

Cuidémosla, sometámonos con gusto a las reglas, pero también exijamos soluciones de fondo para que nuestros hijos y nuestros nietos puedan seguir viviendo en este paraíso abrazado por dos ríos, con lagunas hermosas y cerca del mar.