Uno de los aspectos a tratar con la nueva presidenta de la república declarada electa es el fortalecimiento municipal que no solo es un camino para mejorar las condiciones de vida de los municipios, sino también para resolver simultáneamente los cada vez más graves problemas que enfrentan las concentraciones urbanas-industriales. Por tanto y por todos los aspectos que incluye dicho fortalecimiento, no es por tanto una cuestión meramente local sino nacional, en toda la extensión de la palabra.
Una verdad jurídica emanada del artículo 115 constitucional ha sido la afirmación de que la institución del Municipio, que teóricamente constituye una fórmula de descentralización política, en la realidad lo es más en el sentido administrativo únicamente, por lo que ya que se habla de un federalismo más vigoroso debe plantearse la revisión de las estructuras municipales, a fin de instrumentar un proceso de fortalecimiento de su actividad administrativa, atendiendo a su autonomía, tanto económica como política.
Los regímenes municipales, por su estrecho y directo contacto con la población constituyen un elemento importante de la democracia y que sólo podrá lograrse su plena vigorización como estructura y célula política confiándole los elementos y atributos conceptuales de nuestros principios republicanos aplicables a los tres niveles de gobierno: Federación, Estados y Municipios.
No obstante lo anterior, considero que no es posible que el Municipio mexicano se fortalezca si no se resuelve el problema tributario.
Se debe revisar el actual esquema de coordinación y determinar en qué medida es posible, dentro de un sistema tributario armónico que no perjudique la unidad federal y se permita dotar al Municipio de responsabilidad fiscal, a fin de impedir que siga siendo una entidad eternamente dependiente de lo que se considera conveniente en la capital de la república o del estado correspondiente.
Es en el Municipio donde la participación política y acción social son un significado concreto. También la integración plural de los ayuntamientos y la fuerza de la participación ciudadana constituye un activo para lograrlo.
Hoy se ha generado una nueva realidad, la sociedad compleja, alerta y participativa, la ciudadanía plural, informada y exigente son realidades que inspiran un nuevo pacto fiscal.
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