En estos tiempos tumultuosos de paros, huelgas e inconformidades en contra del Tribunal Supremo y al parecer todos los Tribunales de la Nación, vayan estas letras como felicitación a los compañeros litigantes y profesionistas y titulares del Poder Judicial, del Fuero Común y Federal.
Cerca del Hotel Inglaterra se encuentra el “Edificio Plaza” (convertido ahora en hotel). Moderna estructura de 5 pisos. El principal inquilino del inmueble era el Juzgado Primero de Distrito, así como secretarios y empleados, especialmente recuerdo a don Joaquín Contreras, al Güero Cruces, a Pepe Villaseñor y a Julián. Recuerdo que al terminar mi compromiso con el Poder Judicial, volví a la práctica forense.
No sé en qué piso, pero ahí se encontraba la Notaría del Lic. Mario Domínguez Piña, con quien colaboraba el Lic. Rubén Solís López y en algún momento el Lic. Castellón Arredondo, así como el Lic. Mario Perales Meléndez, conocidos Notarios Públicos.
El Lic. Rocha, director de la Facultad de Derecho, maestro de garantías, quien no dejaba de aconsejarnos "si no saben garantías, no pueden ser abogados".
Los poderes judiciales en ese tiempo eran únicamente dos en el Palacio municipal, de los varios jueces que conocí en ese tiempo recuerdo con respeto y cariño por su conocimiento y por su comportamiento dentro del ámbito legal, a abogados y funcionarios el Lic. Enrique Durán Cruces, Lic. Julio César Morales, Lic. Luis Govela, así como dos Juzgado Penales en “Andonegui” con sus respectivas agencias, comandada una de ellas por el inolvidable Porfirio Herrera.
Esperamos que nuestros gobernantes resuelvan como corresponde el destino de la reforma del Poder Judicial.