Aunque nos parezca increíble, llevamos más de dos años de maldición bíblica. Estoy de acuerdo en que el faraón tuvo la culpa por haber hecho enojar al líder hebreo, pero ya es demasiado.

La terrible pandemia, resfriado agravado, congestión pulmonar, temperatura elevada, etc. Todos los países azotados por el mal no pudieron controlar la transmisión.

Poco a poco, ha ido controlándose a base de la aplicación de vacunas, medidas sanitarias impuestas casi a la fuerza, tapabocas, limpieza y distancia, cuatro etapas o como se les quiera llamar, han transmitido y siguen. Aunque no lo queramos entender en la quinta etapa del mal, como dicen los expertos disminuidos sus efectos.

Sin embargo, a pesar de todo lo sucedido y por suceder, el ser humano “no aprendemos”, sector salud, sector administrativo de todos niveles, pensando solo en su futuro político permiten reuniones masivas que sin duda contaminan la enfermedad, haciendo precaria e incómoda nuestra existencia.

DE ACTUALIDAD

La mariana toma el mando. Esperando que esta respetable institución haga una revisión muy seria de la vialidad, por lo que hace a las glorietas, salidas, semáforos, control vehicular, motos, taxis, micros, en forma estricta como ellos acostumbran, para detener o para contener ese desbordante río en que se ha convertido nuestro más importante acceso a la ciudad.

Poco a poco, ha ido controlándose a base de la aplicación de vacunas, medidas sanitarias impuestas casi a la fuerza, tapabocas, limpieza y distancia