Ya no sabemos si festejamos el día de la Hispanidad, las Naciones Unidas, a San Judas, en fin; ahora se trata de muertos, chicos y grandes que también fuera de fecha se les hace propaganda.
La nostalgia póstuma como dije, se celebra y hasta un festejo que yo pensaba que era del vecino estado, “Xantolo”, lo metieron en el paquete. Lo único cierto, la única verdad, es que en estas fechas se celebra y se ha celebrado siempre “el fin de nuestra vida natural”; el morir empieza desde que nacemos, no queremos hablar de ella, aunque siempre está con nosotros. En nuestra egoísta existencia cuando escuchamos que alguien “se fue”, en cierta forma nos alegra no ser nosotros.
El panteón de La Trinidad luce vacío, todavía me acuerdo de las aglomeraciones, el tráfico cerrado, los parientes, los amigos, recordando a sus deudos, pues bien, ahora ni siquiera flores.
El respeto a la muerte es universal, China, Egipto, los Templos, de alguna manera nos llaman y nos dicen que esta existencia física no es todo. Sin embargo, lo festejamos y nos reímos de la muerte. Lo convertimos en verso.
El Rey poeta claramente lo dice:
"SOMOS MORTALES,
COMO PINTURAS NOS IREMOS BORRANDO
COMO FLORES NOS IREMOS SECANDO
SEÑORES ÁGUILAS Y TIGRES
AUNQUE FUERES DE JADE, AUNQUE FUERES DE ORO,
TAMBIÉN TE IRÁS,
NADIE SE HABRÁ DE QUEDAR".
"LA PARCA NOS VISITÓ
PUES A ESTOS YA LOS CONOZCO, DIJO
Y PARA NO REGRESAR EN BALDE
ME LLEVO A ESTE ALCALDE".