/ sábado 18 de febrero de 2023

Tampico hermoso | Carnaval

No sé si por las fiestas de carnaval o por el covid (que dicen ha vuelto), pero seguimos “enmascarados”; en otros tiempos involucraban a la sociedad toda, que disfrazada acudía a la fiesta carnavalesca en las calles y salones preparados para ello.

Como dijo el trovador:

“JUNTOS EL NOBLE Y EL VILLANO,

EL RICO Y EL GUSANO,

BAILAN Y SE DAN LA MANO”.

Ahora los carnavales se han vuelto fiestas políticas, de acuerdo a la voluntad del jefe en turno, se llevan a cabo, cuándo y en donde él lo decida.

Se iniciaba con la elección de las Reinas y del Rey feo. De Reinas recuerdo a Nora Hilda Guerrero, Martha Maldonado, Sonia Valenzuela, Betty Kaufman. De Reyes feos al amigo Cherieto y Alfafa conocido periodista.

Todos participábamos, clubes, negocios, industrias, compañías, almacenes, los carros alegóricos magníficamente arreglados desfilaban, cientos de comparsas tampiqueñas y veracruzanas bailaban incansablemente hasta el amanecer por las calles de la Ciudad.

Rotarios, Sembradores, Blanco y Negro, Thalía, Casino Tampiqueño, Centro Español; colonias árabe, china, española, la Coca Cola, la Pepsi, la Jabonera; conjuntos vecinos de San Luis y Veracruz se unían a nuestra fiesta, alegrando con sus conjuntos las esquinas del recorrido, que tenía lugar en las principales calles del centro, pasando una y otra vez frente al Palacio Municipal.

Se iniciaba con el entierro del Mal Humor y la Coronación del Rey Feo y de la Reina, que tenían lugar en el edificio conocido como “La Ballena”, situado frente a la Aduana (a la que hoy no te dejan visitar) a un costado del Río Pánuco. La fiesta, incluidas variedades traídas de la capital, amenizando las Orquestas Tampico y Gatos Negros.

Los perfumados se iban al Casino con su baile y su Reina el martes, donde había un concurso interno, premiándose las mejores comparsas y disfraces individuales.

La raza cuando no podíamos entrar, hacíamos nuestro carnaval en el Inglaterra, todavía no se me olvida cuando en compañía de Julio López, del Burro Vargas, de Nicolás Gual, el representante del Club 45 el Sr. Planter, nos hacía una propuesta de que nos vistiéramos con smokings verde y paseáramos en el carro del club acompañado de bellas mujeres, con ron sin límite. . . . . .

EL SOL DICE QUE LLEGÓ EL FINAL, ARRIBA EN MI CALLE, SE ACABÓ LA FIESTA.