Al parecer el desarrollo turístico de los países, se ha convertido en una de las secretarias más importantes de su ramo. Nuestro México afortunadamente disfruta de hermosos lugares naturales, que cuidados y embellecidos pueden ser atractivo para los paseantes.
Todavía recuerdo mis vacaciones a México, por las avenidas más transitadas, Álvaro Obregón, Insurgentes, el Zócalo; corrían viejos armatrostes amarillos “LOS TRANVÍAS” que fueron suspendidos por razones que ignoro.
Algo parecido sucedió en nuestro Tampico, esa nostalgia se ha convertido en uno de los recuerdos más gratos para los que aquí residimos. Los tranvías sobre todo el que hacía alto en Miramar, era el preferido y en muchas ocasiones escogido por los turistas que hacían viaje exprofeso para subirse a ellos.
Según la historia en 1879 el español Benito Zorrilla inauguró un negocio de tranvías, el cual quebró y cerró. Los señores Rafael de Zuñiga y Enrique Breton Camargo, iniciaron un sistema de transporte manejado por mulas o caballos, por problemas de trabajo la compañía tranviaria tuvo que cerrar, privando a nuestro puerto de un bello atractivo.
Pensando en esa ola turística, no sería posible (en caso de que se pudiera), buscar la manera de que autoridades e iniciativa privada reinstauraran éste hermoso pase o.