Es una realidad que la tranquilidad ha regresado al sur de Tamaulipas, que sigue enfrentando retos relacionados con delitos patrimoniales, pero en menor medida los llamados delitos de alto impacto, gracias a la estrategia de seguridad implementada desde hace tres años y a la intervención directa de los ciudadanos.
La conurbación de Tampico, Ciudad Madero y Altamira es hoy la cuarta región con mayor percepción de seguridad en ciudades de más de 500 mil habitantes y ha aumentado en un 52 por ciento de acuerdo a estadísticas del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática. De acuerdo con estadísticas oficiales y de organizaciones ciudadanas, Tamaulipas ya no se encuentra entre las entidades en que se cometen más delitos de alto impacto como homicidios, secuestros y robos en sus distintas modalidades, esa lista hoy la integran Michoacán, Guanajuato, Jalisco, Baja California, Chihuahua y el Estado de México, en estos seis estados se concentra más de la mitad de los homicidios dolosos (2,825 sólo en el mes de septiembre) de acuerdo con procuradurías y fiscalías estatales.
Por supuesto que aún hay mucho por hacer y nadie debe cantar victoria, en ese sentido resulta de la mayor relevancia que se cuiden los avances que ya se han logrado en seguridad y se mantenga el rumbo, para que, en conjunto con otras acciones de culturización, como la reconstrucción del tejido social, se reestablezca por completo la paz y la seguridad y la tranquilidad en el estado y para ello todos podemos y debemos participar.
Desde el punto de vista de la autoridad, el lunes pasado el Gobernador de Tamaulipas Francisco Javier García Cabeza de Vaca se reunió en la capital del país con el Secretario de Seguridad y Protección Ciudadana del Gobierno Federal, Alfonso Durazo con quien evaluó las acciones y el trabajo coordinado en esta materia en el estado, aprovechando la buena relación que hay entre el ejecutivo estatal y el Gobierno de la República.
Esto es trascendental. Que lleguen los recursos que se requieren para ofrecer mayor seguridad a los tamaulipecos, no debe estar en tela de juicio en ningún momento, antes bien deben acrecentarse constantemente, para lograr los resultados deseados. Los retos no son menores: por ejemplo, una corporación federal, como el Ejército, la Marina, la Policía Federal o la Guardia Nacional, agota en un par de meses la dotación de gasolina que tiene para un año, es ahí en donde intervienen los gobiernos estatales y municipales, para coadyuvar en que se cumpla con la vigilancia, principalmente en donde más se requiere de acuerdo a estudios que ya se han realizado para ello.
Claro que hay muchísimas acciones más como la implementación de la video-vigilancia en los centros de operaciones tácticas, la universidad de justicia que ahora forma en control y confianza a policías e investigadores y la adquisición de una gran cantidad de recursos para la vigilancia del estado.
Desde el punto de vista ciudadano, organizaciones como las Mesas de Seguridad y Justicia, inspiradas en el Observatorio Ciudadano Nacional, dan seguimiento puntual a las acciones en esta materia e influyen en las decisiones de las autoridades que ofrecen la seguridad pública.
Las Mesas de Seguridad que en Tamaulipas operan con recursos de los propios integrantes y del empresariado, se han dado a la tarea de organizar cursos de capacitación para que los elementos de seguridad conozcan a detalle el nuevo sistema de justicia penal y los reportes que deben llenar si son los primeros en llegar a un evento; lo que después resulta indispensable para cuidar el debido proceso y que no se aplique después la puerta giratoria en las cárceles, por el principio de presunción de inocencia.
Hay mucho por hacer y la labor de todos es toral para tener una mejor seguridad si se aumenta la cultura de la denuncia para que la actuación de las autoridades sea más efectiva y en este punto es indispensable la responsabilidad en la denuncia de situaciones de seguridad ya que los recursos de las corporaciones de seguridad y de emergencia son muy limitados y desafortunadamente el 80 por ciento de las llamadas al 911 son falsas o de broma, por lo que es necesario coadyuvar en lograr que se denuncien los delitos y las situaciones de emergencia cuando realmente se requieran.
Pero insisto en que el debate no debe distraerse del estratégico tema de la seguridad cuyos recursos no deben escatimarse en ninguno de los tres órdenes de gobierno para evitar que se arriesguen los avances que ya se tienen en esta materia; cualquier experimento que nos aleje de ese camino, podría representar un retroceso gravísimo en detrimento de nuestra tranquilidad.
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marioagamezh@hotmail.com
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¡Imagínese!
Mario Alberto Gámez
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“La conciencia del peligro es ya la mitad de la seguridad y de la salvación”
Ramón Sendler, Escritor español
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Tamaulipas hacia a la paz
“La conciencia del peligro es ya la mitad de la seguridad y de la salvación”
Ramón Sendler, Escritor español