Así que he de partir cual flores que fenecen... Así que nada quedará en pos de mí cuando me vaya... al menos cantos, al menos flores...
Poema de Nezahualcóyotl, el poeta y principe texcocano que se preocupó por dejar huella de su paso por la vida, dejándonos este pensamiento para que reflexionemos acerca de cómo aprovechamos nuestro breve paso por la existencia... ¿Somos, o solamente existimos?
Esta década del 2011-2020, se ha llevado a grandes personajes destacados tanto por su carisma, como por su calidad humana, Leonard Cohen, que tanto influyó en mi escritura cuando comencé a escucharlo y leerlo allá por 1968, Carlos Fuentes, Gabriel García Márquez, Dimitri Hvorostovski, el Elvis Presley de la ópera como era conocido y Alberto Cortez, con quien tuve una inolvidable plática de varios minutos, hombres todos, recordados tanto por su arte como por su humanitarismo, cuya partida fue muy sentida por el pueblo, como cuando se pierde a un amigo, a un familiar.
Es mi propósito hablar a ustedes de todos los jugadores que son inolvidables en mi recuerdo, con méritos suficientes para ser recordados, como es el caso de Lev Yashine admirado no sólo por mí, que apenas si lo vi jugar durante el Mundial de Chile 62, cuando los juegos eran retransmitidos tres días después de haberse realizado, sino por todo el mundo, tanto por su historial deportivo, como también por su calidad de persona, por lo que más es recordado. Lev Yashine nació en Moscú el 22 de octubre, día en que nació Pelé, pero en 1940, mientras que Lev lo hizo en 1929 y falleció en la misma ciudad el 20 de marzo de 1990.
Nunca nada le amargó tanto como tener que ira a buscar el balón al fondo de la red. En cambio este hombretón de 1.89 de estatura jamás tuvo un mal gesto ante la adversidad. Se reveló como un portero excepcional en las Olimpiadas de Melbourne en 1956, cundo ya en su país, la antigua URSS, era la máxima estrella del Dínamo de Moscú, club al que sirvió durante 20 años. Era imponente bajo los palos, porque a su gran envergadura agregaba decisión, agilidad, colocación y sentido de la anticipación, todo ello mezclado con una discreta elegancia.
La crítica internacional siempre había apostado por Ricardo Zamora, el legendario arquero español, como el mejor de todos los tiempos, pero con la aparición de Yashine “La Araña Negra”, cambiaron de opinión, dejando para siempre ese dilema a la especulación. Yashine cubrió la puerta de su país en tres campeonatos mundiales. El haberse mantenido durnte dos décads se debió a su gran compromiso con el equipo, demostrándolo en cada entrenamiento y, a la aceptación de sus compañeros, que lo vieron respetuosamente no sólo como capitán, sino también como a un hermano mayor.
Lev Yashine “La Araña Negra” fue reconocido como un héroe, tanto por la URSS como por Rusia, que levantaron monumentos en su memoria, mismos que son visitados tanto por el pueblo ruso, como por innumerables turistas que pasan por Moscú. La grandeza de Yashine es tal, que es el único portero premiado con el Balón de Oro, galardón otorgado anualmente al mejor futbolista en Europa, su carisma iguala al del gran Varitono Dimitri Hvorostovski muerto por cáncer en 2017, quien llenaba cualquier escenario en que se presentara, reconocido como el Elvis de la Ópera, por contar con el carisma del gran cantante norteamericano y del inolvidable Lev Yashine la “Araña Negra”.
Todos los grandes porteros del futbol moderno tienen algo de Amadeo Raúl Carrizo, el guardameta argentino nacido en 1926, que se hizo con el puesto titular en River Plate a los 18 años de edad y no lo abandonó hasta haber cumplido 42. Era todo un espectáculo, tan elegante en sus intervenciones como en su indumentaria. Salía a apoyar a su defensa hasta más allá de su área, siendo él el que iniciaba todas las jugadas de avence de su e quipo. Su discípulo más próximo fue el también internacional argentino Hugo Gatti, pero el estilo de Carrizo lo adoptaron muchos porteros europeos, sobre todo los que actuaron en equipos adaptados al “Futbol Total”. Tras abandonar al River Plate, pasó al Millonarios de Bogotá (Colombia) en el que duró hasta los 44 años de edad, siempre en plena forma.
Próximo a iniciar la actividad en la Liga MX, los equipos que se exhiben en juegos amistosos siguen poniendo a prueba la propuesta que hiciera el “Tata” Martino respecto a la posibilidad de una derrota, externando tranquilamente una verdad inalterable ¡No pasa nada! El mismo Tomás Boy, director técnico del Guadalajara externó cuando justificó las alineaciones presentadas ante River y Boca... “A mí no me gusta perder ni a las canicas” pero necesito que los jóvenes se muestren y, para eso, se han de perder algunos partidos. Ojalá que los comentaristas fanáticos de Vincent Lombardi, que exigen que siempre se gane, aprendieran que para contar con un equipo ganador, “ganador”, no invencible, es necesario arriesgar para que los canteranos aprendan a ser competitivos.
Hasta pronto amigo.