Gertrude Ederle fue campeona de natación en sus últimos años de adolescencia y compitió en los Juegos Olímpicos de 1924. En 1926, se convirtió en la primera mujer en cruzar a nado el Canal de la Mancha; su hazaña le trajo un período de fama y aclamación. En su vida privada, enseñó natación en una escuela para niños sordos.
Nació el 23 de octubre de 1905 en Nueva York. Hija de Henry y Anna Ederle, inmigrantes alemanes de oficio carniceros. Desde joven, Ederle mostró un talento excepcional para la natación, actividad que aprendió en la piscina pública local y en la playa de Nueva Jersey, donde su familia pasaba los veranos. En la adolescencia Ederle abandonó la escuela para entrenarse como nadadora de competición y se unió a la Asociación de Natación Femenina. Compitió localmente y consiguió su primera victoria a los 16 años, y entre 1921 y 1925 consiguió 29 récords.
Ganó notoriedad internacional en los Juegos Olímpicos de 1924 en París, donde ganó tres medallas de oro y una de bronce. Sin embargo, su hazaña más emblemática ocurrió el 6 de agosto de 1926, cuando hizo historia al cruzar el Canal de la Mancha en un tiempo de 14 horas y 31 minutos, superando el récord masculino anterior en más de dos horas. Comenzó en el cabo Gris-Nez, en la costa francesa, con un traje de baño de dos piezas, gafas y gorro de baño. Se cubrió el cuerpo con lanolina para protegerse de las picaduras de medusas y de la temperatura fría del agua.
Ederle fue recibida por multitudes casi alborotadas cuando regresó a su casa en Nueva York. Sus admiradores entusiasmados la recibieron en el muelle, abarrotaron las calles durante el desfile en su honor y la acosaron a su llegada al Ayuntamiento, en donde el alcalde Jimmy Walker la felicitó. También recibió elogios del presidente Calvin Coolidge, quien la nombró “la mejor chica de Estados Unidos” y la invitó a la Casa Blanca.
Ederle se convirtió en una figura icónica y un símbolo de empoderamiento femenino en la década de 1920. Su logro inspiró a muchas mujeres y contribuyó a la lucha por la igualdad de género en el deporte. Después de su carrera, Gertrude Ederle se retiró de la competición, pero continuó trabajando en el ámbito del deporte y la natación. Falleció el 30 de noviembre de 2003, dejando un legado significativo en la historia de la natación y el deporte en general.
Billie Jean King es una extenista estadounidense, nacida el 22 de noviembre de 1943 en Long Beach, California. Es considerada una de las mejores jugadoras de tenis de todos los tiempos y ganadora de la Medalla Presidencial de la Libertad por su defensa de las mujeres en el deporte y los derechos LGBTQ+, y lideró la lucha por la igualdad salarial en el tenis.
King se destacó en la década de 1960 y 1970, ganando un total de 39 títulos de Grand Slam, incluidos 12 en individuales, 16 en dobles femeninos y 11 en dobles mixtos. Su victoria más famosa fue en 1973 cuando venció a Bobby Riggs en el partido conocido como "La Batalla de los Sexos", un evento que atrajo la atención mundial y se convirtió en un símbolo de la lucha por la igualdad de derechos para las mujeres.
Más allá de sus logros en la cancha, Billie Jean King ha sido una defensora ardiente de los derechos de las mujeres y la igualdad en el deporte. Fue cofundadora de la Women's Tennis Association (WTA) y ha trabajado incansablemente para asegurar que las mujeres reciban el mismo trato y compensación que sus contrapartes masculinos. En 1972, ganó el Abierto de Estados Unidos, el Abierto de Francia y Wimbledon, tres victorias de Grand Slam en un año. Fue nombrada Deportista del Año 1972 por la famosa Sports Illustrated, la primera mujer y la primera tenista en ganar el título. A lo largo de su vida, King ha recibido numerosos honores, incluido ser inducida al Salón de la Fama del Tenis en 1987. Su impacto en el deporte y su activismo han dejado una huella indeleble en la historia del tenis y en la lucha por la igualdad de género.
Larissa Latynina es una exgimnasta artística de origen soviética, nacida el 27 de diciembre de 1934 en Odesa, Ucrania. Es una de las gimnastas más condecoradas de la historia, conocida por su impresionante habilidad y gracia en la competencia, la única atleta de cualquier deporte que ha ganado 18 medallas en su carrera, una de las cuatro atletas que han ganado nueve medallas de oro; 14 medallas en pruebas individuales y también una de las tres únicas mujeres que han ganado la misma prueba en los Juegos Olímpicos.
Latynina comenzó a practicar gimnasia a una edad temprana y rápidamente se destacó en el deporte. Hizo su debut en competiciones internacionales en la década de 1950, y su carrera alcanzó su punto máximo durante los Juegos Olímpicos de 1960 en Roma, donde ganó seis medallas de oro, una de plata y tres de bronce, convirtiéndose en la atleta más condecorada de esos Juegos.
En total, Larissa Latynina acumuló 14 medallas olímpicas (nueve de oro y cinco de plata), lo que la mantuvo como la gimnasta más laureada en la historia de los Juegos Olímpicos hasta 2012. También tuvo un éxito notable en campeonatos mundiales y europeos, donde aseguró numerosos títulos y medallas.
A los 19 años Larisa Latynina debutó a nivel internacional en el Campeonato Mundial de Roma de 1954, ganando la medalla de oro en la competición por equipos. En 1956, con 21 años, ganó la medalla de oro en la prueba general. En la final por aparatos, terminó primera en salto, segunda en barras asimétricas y en el ejercicio de suelo y cuarta en la viga de equilibrio. También llevó a la Unión Soviética a la victoria en la prueba por equipos. En los Juegos Olímpicos de Roma de 1960, Latynina defendió su título de All-Around y ganó otra medalla de oro en la prueba por equipos. También ganó una segunda medalla de oro en el ejercicio de suelo, recogió medallas de plata en las barras asimétricas y la viga de equilibrio, y una medalla de bronce en salto. En 1964, Larisa Latynina ganó su tercera medalla de oro por equipos y ganó una medalla de plata en la prueba general. En la final por aparatos ganó una medalla de plata en salto, bronce en barras asimétricas y viga de equilibrio y ganó el ejercicio de suelo por tercera vez consecutiva. Latynina completó su carrera competitiva ganando seis medallas en cada una de las tres Olimpiadas en las que participó.
Su estilo de gimnasia y su excepcional habilidad en el uso de aparatos como la barra de equilibrio y el suelo dejaron una marca duradera en el deporte. Después de retirarse, Latynina se dedicó a la enseñanza y a la formación de nuevas generaciones de gimnastas.
Ha sido reconocida con diversos honores y premios a lo largo de su vida, y su legado perdura como un símbolo de excelencia en la gimnasia artística.
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