/ martes 28 de mayo de 2024

Pre-textos del caimán / Maria Schneider: Más allá de la controversia, un legado artístico y una voz silenciada

En el turbulento mundo del cine, algunas historias trascienden las pantallas y se convierten en símbolos de lucha, resistencia y, a veces, injusticia.

El nombre de Maria Schneider evoca una compleja mezcla de talento artístico, controversia cinematográfica y una voz que, aunque silenciada prematuramente, continúa resonando en la conciencia colectiva de la industria del entretenimiento.

Maria Schneider fue una actriz francesa nacida el 27 de marzo de 1952 en París, Francia, y falleció el 3 de febrero de 2011. Es más conocida por su papel en la película "El último tango en París" (1972), dirigida por Bernardo Bertolucci y coprotagonizada por Marlon Brando. En esta película, Schneider interpretó el papel de Jeanne, una joven parisina que se involucra en un apasionado y controvertido romance con un hombre mayor, interpretado por Brando.

Nacida en el seno de una familia de artistas, Schneider inicialmente no tenía planes de seguir una carrera en la actuación. Sin embargo, fue descubierta por el director Bertolucci mientras trabajaba en un café en París. Su interpretación en "El último tango en París" generó controversia debido a sus escenas explícitas de sexo y su naturaleza provocativa.

"El último tango en París" es una película dirigida por Bernardo Bertolucci y estrenada en 1972. La película es una exploración intensamente personal de las emociones humanas, la soledad y la búsqueda de conexión emocional y sexual.

La trama gira en torno a Paul (interpretado por Marlon Brando), un hombre estadounidense de mediana edad que se encuentra devastado por la reciente muerte de su esposa. En un intento de escapar de su dolor y su pasado, alquila un apartamento en París, donde comienza una relación apasionada y autodestructiva con una joven parisina llamada Jeanne (interpretada por Maria Schneid

Paul y Jeanne se encuentran en el apartamento, donde se involucran en una relación física intensa y emocionalmente cargada. Sin embargo, deciden no revelar sus verdaderas identidades ni detalles de sus vidas personales, creando una relación anónima y sin compromisos. A medida que su relación avanza, ambos personajes se ven envueltos en un torbellino de emociones, luchando con sus propias angustias y deseos mientras intentan encontrar significado y consuelo en la compañía del otro.

La película es conocida por su exploración audaz y provocativa de la sexualidad humana, así como por sus controvertidas escenas de sexo explícito. Además de su contenido sexual, "El último tango en París" es aclamada por su dirección artística, cinematografía innovadora y las destacadas actuaciones de Marlon Brando y Maria Schneider.

A lo largo de los años, la película ha generado debates y controversias debido a su representación de las relaciones sexuales y su tratamiento de temas como el poder, la identidad y la intimidad.

A lo largo de su carrera, Schneider actuó en una variedad de películas, tanto en Europa como en Estados Unidos, pero ninguna alcanzó el mismo nivel de notoriedad que "El último tango en París". Luchó con problemas personales y de salud a lo largo de su vida, pero continuó trabajando en proyectos cinematográficos y teatrales.

La famosa "escena de la mantequilla" en "El último tango en París" no solo generó titulares y debates sobre los límites del arte y la ética en el cine, sino que también arrojó luz sobre las complejidades detrás de la pantalla. La revelación posterior de que Schneider no estaba completamente informada ni consensuada sobre los detalles de la escena planteó preguntas profundas sobre el consentimiento en la industria del entretenimiento y el trato de los actores, especialmente en escenas de naturaleza sexualmente explícita. La joven actriz fue empujada a un torbellino de fama, escrutinio y lucha interna, enfrentando las consecuencias de una exposición que ella misma no buscó.

Pero más allá de la controversia que rodea su carrera, el legado de Maria Schneider es inseparable de su talento innegable como actriz. Después de "El último tango en París", continuó trabajando en una variedad de proyectos cinematográficos y teatrales, aunque su carrera nunca alcanzó la misma prominencia que la de sus colegas masculinos. Su dedicación al arte y su pasión por su oficio son testimonio de su fuerza y determinación en un mundo que, a menudo, no reconoce ni valora adecuadamente el talento femenino.

Está por estrenarse “Maria”, de Jessica Palud, quien explora de nueva cuenta la herida de “la violación de la mantequilla” de “El último tango en París”. Película presentada en la sección Premier en Cannes, protagonizada por Anamaria Vartolomei. La cinta reproduce la carrera de una actriz precoz y dañada desde el primer instante; herida hasta lo más profundo debido a la escena que, de alguna manera, transformó buena parte del cine. En la secuencia, el personaje de Brando (Paul) sodomiza, mantequilla de por medio, al personaje de Schneider (Jeanne). La película se basa en el libro escrito por la prima de Maria, Vanessa Schneider. El punto culminante reside en la reconstrucción detallada de aquel rodaje. Y es en ese punto donde logra hacer daño. La propia Maria, en 2006, responsabilizó a esa escena de todas las desgracias que le ocurrirían hasta su muerte acaecida en 2011. Acusó a Bertolucci de “proxeneta” y afirmó que la escena no estaba en el guion y atribuyó a Brando y Bertolucci el gestar una conspiración para engañarla. Dijo haberse sentido humillada y mencionó que sus lágrimas eran reales.

Tiempo después, Bertolucci declaró a la Cinemathéque Francaise: “No me arrepiento, pero me siento culpable (…) quería que su reacción fuera la de una chica, no la de una actriz. Quería que sintiera la humillación, que gritara ¡no, no!”. Por su parte, la directora Palud expresó: “Es importante que se libere la voz, es importante que se aprenda a decir que no, es importante que se digan los nombres de los que abusaron, es importante tener claro que todo director tiene derecho a buscar la magia, la naturalidad o la verdad, pero eso no puede pasar nunca por humillar a nadie”.

El fallecimiento prematuro de Schneider en 2011 silenció una voz que, sin duda, tenía mucho más que decir. Su historia sirve como un recordatorio doloroso de las injusticias y los desafíos que enfrentan las mujeres en la industria del cine, así como un llamado a la reflexión sobre la ética y el poder en el mundo del entretenimiento. A través de su arte y su vida, Maria Schneider sigue siendo una inspiración para aquellos que luchan por la igualdad, la justicia y el respeto en todas las esferas de la sociedad.

En última instancia, recordemos a Maria Schneider no solo por las controversias que rodearon su carrera, sino por su talento, su valentía y su compromiso con su arte. Que su legado nos inspire a seguir luchando por un mundo donde la creatividad y la integridad vayan de la mano, y donde las voces de todos, independientemente de su género, sean escuchadas y valoradas.

E-mail: ernesto.jimher@gmail.com

X: @OsirisJimenez

Threads: Ernesto Jiménez Hernández

En el turbulento mundo del cine, algunas historias trascienden las pantallas y se convierten en símbolos de lucha, resistencia y, a veces, injusticia.

El nombre de Maria Schneider evoca una compleja mezcla de talento artístico, controversia cinematográfica y una voz que, aunque silenciada prematuramente, continúa resonando en la conciencia colectiva de la industria del entretenimiento.

Maria Schneider fue una actriz francesa nacida el 27 de marzo de 1952 en París, Francia, y falleció el 3 de febrero de 2011. Es más conocida por su papel en la película "El último tango en París" (1972), dirigida por Bernardo Bertolucci y coprotagonizada por Marlon Brando. En esta película, Schneider interpretó el papel de Jeanne, una joven parisina que se involucra en un apasionado y controvertido romance con un hombre mayor, interpretado por Brando.

Nacida en el seno de una familia de artistas, Schneider inicialmente no tenía planes de seguir una carrera en la actuación. Sin embargo, fue descubierta por el director Bertolucci mientras trabajaba en un café en París. Su interpretación en "El último tango en París" generó controversia debido a sus escenas explícitas de sexo y su naturaleza provocativa.

"El último tango en París" es una película dirigida por Bernardo Bertolucci y estrenada en 1972. La película es una exploración intensamente personal de las emociones humanas, la soledad y la búsqueda de conexión emocional y sexual.

La trama gira en torno a Paul (interpretado por Marlon Brando), un hombre estadounidense de mediana edad que se encuentra devastado por la reciente muerte de su esposa. En un intento de escapar de su dolor y su pasado, alquila un apartamento en París, donde comienza una relación apasionada y autodestructiva con una joven parisina llamada Jeanne (interpretada por Maria Schneid

Paul y Jeanne se encuentran en el apartamento, donde se involucran en una relación física intensa y emocionalmente cargada. Sin embargo, deciden no revelar sus verdaderas identidades ni detalles de sus vidas personales, creando una relación anónima y sin compromisos. A medida que su relación avanza, ambos personajes se ven envueltos en un torbellino de emociones, luchando con sus propias angustias y deseos mientras intentan encontrar significado y consuelo en la compañía del otro.

La película es conocida por su exploración audaz y provocativa de la sexualidad humana, así como por sus controvertidas escenas de sexo explícito. Además de su contenido sexual, "El último tango en París" es aclamada por su dirección artística, cinematografía innovadora y las destacadas actuaciones de Marlon Brando y Maria Schneider.

A lo largo de los años, la película ha generado debates y controversias debido a su representación de las relaciones sexuales y su tratamiento de temas como el poder, la identidad y la intimidad.

A lo largo de su carrera, Schneider actuó en una variedad de películas, tanto en Europa como en Estados Unidos, pero ninguna alcanzó el mismo nivel de notoriedad que "El último tango en París". Luchó con problemas personales y de salud a lo largo de su vida, pero continuó trabajando en proyectos cinematográficos y teatrales.

La famosa "escena de la mantequilla" en "El último tango en París" no solo generó titulares y debates sobre los límites del arte y la ética en el cine, sino que también arrojó luz sobre las complejidades detrás de la pantalla. La revelación posterior de que Schneider no estaba completamente informada ni consensuada sobre los detalles de la escena planteó preguntas profundas sobre el consentimiento en la industria del entretenimiento y el trato de los actores, especialmente en escenas de naturaleza sexualmente explícita. La joven actriz fue empujada a un torbellino de fama, escrutinio y lucha interna, enfrentando las consecuencias de una exposición que ella misma no buscó.

Pero más allá de la controversia que rodea su carrera, el legado de Maria Schneider es inseparable de su talento innegable como actriz. Después de "El último tango en París", continuó trabajando en una variedad de proyectos cinematográficos y teatrales, aunque su carrera nunca alcanzó la misma prominencia que la de sus colegas masculinos. Su dedicación al arte y su pasión por su oficio son testimonio de su fuerza y determinación en un mundo que, a menudo, no reconoce ni valora adecuadamente el talento femenino.

Está por estrenarse “Maria”, de Jessica Palud, quien explora de nueva cuenta la herida de “la violación de la mantequilla” de “El último tango en París”. Película presentada en la sección Premier en Cannes, protagonizada por Anamaria Vartolomei. La cinta reproduce la carrera de una actriz precoz y dañada desde el primer instante; herida hasta lo más profundo debido a la escena que, de alguna manera, transformó buena parte del cine. En la secuencia, el personaje de Brando (Paul) sodomiza, mantequilla de por medio, al personaje de Schneider (Jeanne). La película se basa en el libro escrito por la prima de Maria, Vanessa Schneider. El punto culminante reside en la reconstrucción detallada de aquel rodaje. Y es en ese punto donde logra hacer daño. La propia Maria, en 2006, responsabilizó a esa escena de todas las desgracias que le ocurrirían hasta su muerte acaecida en 2011. Acusó a Bertolucci de “proxeneta” y afirmó que la escena no estaba en el guion y atribuyó a Brando y Bertolucci el gestar una conspiración para engañarla. Dijo haberse sentido humillada y mencionó que sus lágrimas eran reales.

Tiempo después, Bertolucci declaró a la Cinemathéque Francaise: “No me arrepiento, pero me siento culpable (…) quería que su reacción fuera la de una chica, no la de una actriz. Quería que sintiera la humillación, que gritara ¡no, no!”. Por su parte, la directora Palud expresó: “Es importante que se libere la voz, es importante que se aprenda a decir que no, es importante que se digan los nombres de los que abusaron, es importante tener claro que todo director tiene derecho a buscar la magia, la naturalidad o la verdad, pero eso no puede pasar nunca por humillar a nadie”.

El fallecimiento prematuro de Schneider en 2011 silenció una voz que, sin duda, tenía mucho más que decir. Su historia sirve como un recordatorio doloroso de las injusticias y los desafíos que enfrentan las mujeres en la industria del cine, así como un llamado a la reflexión sobre la ética y el poder en el mundo del entretenimiento. A través de su arte y su vida, Maria Schneider sigue siendo una inspiración para aquellos que luchan por la igualdad, la justicia y el respeto en todas las esferas de la sociedad.

En última instancia, recordemos a Maria Schneider no solo por las controversias que rodearon su carrera, sino por su talento, su valentía y su compromiso con su arte. Que su legado nos inspire a seguir luchando por un mundo donde la creatividad y la integridad vayan de la mano, y donde las voces de todos, independientemente de su género, sean escuchadas y valoradas.

E-mail: ernesto.jimher@gmail.com

X: @OsirisJimenez

Threads: Ernesto Jiménez Hernández