La historia de la humanidad está repleta de nombres de hombres que lograron hazañas asombrosas en diversos campos, desde la ciencia hasta el deporte. Sin embargo, en los márgenes de esa historia, con menos reconocimiento, hay mujeres que rompieron barreras, desafiaron las normas y allanaron el camino para futuras generaciones.
Entre ellas se encuentran Kathrine Switzer, Caroline Herschel y Safo de Lesbos. Tres mujeres de tiempos y ámbitos diferentes, pero unidas por el coraje y la perseverancia.
Kathrine Switzer: Corriendo hacia la igualdad
En 1967, el maratón de Boston era un espacio exclusivamente masculino, donde la participación de mujeres no solo era desalentada, sino prohibida. Kathrine Switzer cambió esa narrativa cuando, con el dorsal 261, se convirtió en la primera mujer en correr oficialmente este prestigioso evento. Su participación no estuvo exenta de controversia: un oficial del maratón intentó detenerla prácticamente durante la carrera, un momento inmortalizado en una fotografía que se ha convertido en un símbolo de la lucha por la igualdad de género en el deporte. Las fotos de este “incidente de Boston” iniciaron la revolución del atletismo femenino en una época en que la creencia popular sostenía que las mujeres no eran lo suficientemente fuertes para recorrer los 42 kilómetros.
Nacida en una familia de militares destinados en Alemania, Switzer asistió posteriormente a la Universidad de Syracuse, en donde se graduó en la Escuela de Periodismo de Newhouse (1968).
Switzer no solo construyó la carrera, sino que se convirtió en una defensora incansable de los derechos de las mujeres en el atletismo. Gracias a su activismo, el maratón de Boston abrió oficialmente sus puertas a las mujeres en 1972, y su trabajo fue crucial para la inclusión del maratón femenino como evento oficial en los Juegos Olímpicos. En 1984, 49 atletas de 28 países corrieron el Maratón Olímpico Femenino inaugural.
En 1977, Switzer fundó el Circuito Internacional de Carreras Avon, una iniciativa que creó programas de carreras en 27 países para más de un millón de mujeres.
Switzer continuó con sus carreras simultáneas como experta en fitness, presentadora de televisión, autora y oradora pública. Como comentarista de televisión fue ganadora del premio Emmy. Ha completado más de treinta y siete maratones y ha dedicado su carrera a crear oportunidades y un estatus deportivo igualitario para las mujeres.
Su legado trasciende el deporte: representa la lucha por el derecho de las mujeres a ocupar todos los espacios, sin restricciones ni prejuicios.
Caroline Herschel: Alcanzando las estrellas
Más de un siglo antes, en el campo de la astronomía, Caroline Herschel también rompió moldes. Nacida en una época en la que el estudio científico era prácticamente exclusivo de los hombres, Caroline se hizo un nombre en la historia de la astronomía al descubrir varios cometas y colaborar con su hermano, el famoso astrónomo William Herschel. A pesar de trabajar en la sombra durante gran parte de su vida, sus logros fueron reconocidos, y fue la primera mujer en recibir un salario por su trabajo científico.
Karoline Lucretia Herschel nació el 16 de marzo de 1750. El entorno familiar era muy musical. Su hermano mayor, William, se mudó a Inglaterra para trabajar como profesora de música y organista. A los 22 años Caroline se mudó con él para formarse como cantante. Cantó como soprano en varias actuaciones. Su hermano se interesó profundamente por la astronomía, luego ella trabajó como su asistente, le ayudaba a pulir espejos al tiempo que construía su propio telescopio. En 1783 desubrió un cúmulo abierto conocido hoy como NGC 2360. Luego descubrió 14 nuevas nebulosas incluida NGC205, la compañera de la galaxia Andrómeda. El 1 de agosto de 1786, Caroline identificó un objeto que viajaba lentamente por el cielo nocturno. Así se convirtió en la primera mujer en descubrir un cometa. En 1787, el rey Jorge III la contrató oficialmente como asistente de su hermano Guillermo, le proporcionó un salario modesto y la convirtió en la primera mujer a la que se le pagaba por servicios científicos.
Además de sus descubrimientos astronómicos, Caroline fue una pionera al demostrar que las mujeres eran tan capaces como los hombres de realizar investigaciones científicas de alto nivel. Su trabajo ayudó a derribar las barreras de género que limitaban la participación femenina en la ciencia, abriendo un camino que aún hoy sigue siendo recorrido por mujeres científicas de todo el mundo.
Safo de Lesbos: La voz de la pasión
Si retrocedemos aún más en el tiempo, encontramos a Safo de Lesbos, una de los poetas más influyentes de la antigüedad griega. A través de sus versos, muchos de los cuales han sobrevivido fragmentados, Safo exploró los sentimientos humanos con una intensidad y sutileza que pocos han igualado. Sus poemas sobre el amor y el deseo, particularmente entre mujeres, han convertido a Safo en un símbolo de la cultura LGBTQ+ moderna.
Safo no solo desafió las normas de su tiempo al destacar en un campo dominado por hombres, sino que su obra ha resistido los embates del tiempo, manteniéndose relevante en una época en la que las voces de las mujeres todavía son silenciadas con frecuencia.
Estas tres mujeres, a través de sus respectivas trayectorias, nos recuerdan la importancia de romper las barreras que nos impone la sociedad. A través de la carrera, la ciencia o la poesía, todas ellas desafiaron las expectativas de su tiempo y dejaron un legado que sigue resonando hoy. En un mundo que aún lucha por la equidad de género, su historia es una lección de resistencia y esperanza.
Los logros de Kathrine Swit-zer, Caroline Herschel y Safo de Lesbos no solo deben ser recordados, sino celebrados y utilizados como inspiración para seguir luchando por un mundo más justo y equitativo para las futuras generaciones de mujeres.
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