/ martes 9 de julio de 2024

Pre-textos del caimán / El poder de las expectativas: Pensamiento desiderativo y efecto Pigmalión

Segunda y última

En la entrega anterior les reseñé la obra “Pigmalión” de Bernard Shaw en la que se explora cómo el cambio en el habla y el comportamiento puede transformar la identidad y las oportunidades de una persona.

Shaw critica las rígidas divisiones de clase y los prejuicios asociados, mostrando cómo las barreras pueden ser superadas a través de la educación y la autodeterminación.

Uno de los aspectos más importantes tiene que ver con la dinámica entre Higgins y Eliza, en donde se examina el poder y el control en las relaciones humanas, y cómo el conocimiento puede ser utilizado para manipular y dominar a los demás.

"Pigmalión" es una crítica social mordaz que, a través del humor y la sátira, desafía las normas y expectativas de la sociedad eduardiana. La obra ha sido adaptada en numerosas ocasiones, siendo una de las más famosas el musical "My Fair Lady".

El “efecto Pigmalión” fue formalmente investigado por los psicólogos Robert Rosenthal y Lenore Jacobson en la década de 1960. En su famoso experimento, conocido como el "estudio de la escuela primaria", Rosenthal y Jacobson informaron a los maestros de una escuela que ciertos estudiantes (elegidos al azar) tenían un potencial académico excepcional basado en pruebas de inteligencia. Al final del año escolar, esos estudiantes mostraron una mejora significativa en sus resultados académicos, lo que se atribuyó a las altas expectativas de los maestros y el trato positivo que recibieron.

¿Cómo funciona el “efecto Pigmalión”?

Expectativas iniciales: Una persona (por ejemplo, un maestro, jefe o padre) tiene una expectativa o creencia sobre otra persona (por ejemplo, un estudiante, empleado o hijo).

Tratamiento diferencial: La persona con la expectativa trata a la otra de acuerdo con esa creencia. Esto puede incluir una mayor atención, oportunidades adicionales, retroalimentación positiva o, en el caso de expectativas negativas, una atención limitada y menos apoyo.

Respuesta comportamental: La persona que es objeto de las expectativas percibe este tratamiento diferenciado y responde en consecuencia. Si las expectativas son altas, la persona puede sentirse más motivada y confiada, esforzándose más y logrando mejores resultados. Si las expectativas son bajas, puede desmotivarse y desempeñarse peor.

Confirmación de la expectativa: El comportamiento resultante de la persona confirma las expectativas originales, reforzando así la creencia inicial y perpetuando el ciclo.

Ejemplos del "Efecto Pigmalión": educación, un maestro que cree que un estudiante es brillante puede proporcionar más apoyo y desafíos, lo que lleva a un mejor desempeño del estudiante.

Trabajo, un gerente que cree que un empleado tiene un alto potencial puede asignarle tareas más importantes y ofrecer más mentoría, lo que puede resultar en un mejor rendimiento y crecimiento profesional del empleado.

Deportes, un entrenador que tiene alta confianza en las habilidades de un atleta puede brindar más oportunidades de entrenamiento y motivación, mejorando así el desempeño del atleta.

Consecuencias y Reflexión

El efecto Pigmalión puede tener tanto impactos positivos como negativos. Las altas expectativas pueden impulsar a las personas a alcanzar su máximo potencial, mientras que las expectativas bajas pueden limitar sus oportunidades y desarrollo.

Cómo mitigar los efectos negativos:

Autoconciencia, ser consciente de nuestras expectativas y cómo pueden influir en nuestro trato hacia los demás.

Igualdad de trato, esforzarse por tratar a todos de manera justa y equitativa, independientemente de las expectativas iniciales.

Fomentar la autoeficacia, ayudar a las personas a desarrollar confianza en sus propias capacidades, proporcionándoles oportunidades y apoyo para crecer.

El pensamiento desiderativo y el efecto Pigmalión están conectados por la forma en que las expectativas y los deseos pueden influir en la realidad. Mientras que el pensamiento desiderativo puede llevar a una percepción distorsionada y a decisiones basadas en deseos irreales, el "Efecto Pigmalión" demuestra que las expectativas positivas y realistas pueden motivar y transformar el comportamiento y el desempeño. Sin embargo, es crucial equilibrar estas dos fuerzas. Las expectativas deben ser basadas en una evaluación realista y objetiva de las capacidades y circunstancias, y no simplemente en deseos o esperanzas infundadas. Al mismo tiempo, reconocer el poder de las expectativas positivas puede ayudarnos a crear entornos que fomenten el crecimiento y el desarrollo.

Aunque el efecto Pigmalión influye positivamente en el rendimiento, depende de las expectativas positivas de los demás, Esto quiere decir que las personas que no creen que los demás las tengan en alta estima pueden sufrir las consecuencias. De esta manera, el "Efecto Pigmalión" expone que los estereotipos pueden ser más dañinos de lo que parecen.

En cambio, si alguien espera que tengamos un “mal” desempeño en función de nuestra identidad, es posible que en realidad lo hagamos peor. Esto se llama “amenaza de estereotipo” y perjudica gravemente a los grupos marginados todos los días. En un estudio, a las mujeres a las que se les pidió que informaran su género antes de completar un examen de matemáticas obtuvieron peores calificaciones que las mujeres que no lo hicieron. Eso se debe a que se vieron obligadas a reconciliarse con el estereotipo de que las mujeres con peores en matemáticas, lo que perjudica su desempeño.

El pensamiento desiderativo y el efecto Pigmalión nos recuerdan que nuestras mentes son poderosas herramientas que pueden moldear nuestra realidad. Si bien es importante mantener la esperanza y el optimismo, también debemos ser conscientes de la necesidad de basar nuestras expectativas y decisiones en hechos y evidencias. Al hacerlo, podemos evitar las trampas del pensamiento desiderativo y aprovechar el poder transformador del "Efecto Pigmalión" para lograr un cambio positivo en nuestras vidas y en las vidas de quienes nos rodean.

ernesto.jimher@gmail.com

X: @OsirisJimenez

Instagram y Threads: ernestojimenezhernandez

Segunda y última

En la entrega anterior les reseñé la obra “Pigmalión” de Bernard Shaw en la que se explora cómo el cambio en el habla y el comportamiento puede transformar la identidad y las oportunidades de una persona.

Shaw critica las rígidas divisiones de clase y los prejuicios asociados, mostrando cómo las barreras pueden ser superadas a través de la educación y la autodeterminación.

Uno de los aspectos más importantes tiene que ver con la dinámica entre Higgins y Eliza, en donde se examina el poder y el control en las relaciones humanas, y cómo el conocimiento puede ser utilizado para manipular y dominar a los demás.

"Pigmalión" es una crítica social mordaz que, a través del humor y la sátira, desafía las normas y expectativas de la sociedad eduardiana. La obra ha sido adaptada en numerosas ocasiones, siendo una de las más famosas el musical "My Fair Lady".

El “efecto Pigmalión” fue formalmente investigado por los psicólogos Robert Rosenthal y Lenore Jacobson en la década de 1960. En su famoso experimento, conocido como el "estudio de la escuela primaria", Rosenthal y Jacobson informaron a los maestros de una escuela que ciertos estudiantes (elegidos al azar) tenían un potencial académico excepcional basado en pruebas de inteligencia. Al final del año escolar, esos estudiantes mostraron una mejora significativa en sus resultados académicos, lo que se atribuyó a las altas expectativas de los maestros y el trato positivo que recibieron.

¿Cómo funciona el “efecto Pigmalión”?

Expectativas iniciales: Una persona (por ejemplo, un maestro, jefe o padre) tiene una expectativa o creencia sobre otra persona (por ejemplo, un estudiante, empleado o hijo).

Tratamiento diferencial: La persona con la expectativa trata a la otra de acuerdo con esa creencia. Esto puede incluir una mayor atención, oportunidades adicionales, retroalimentación positiva o, en el caso de expectativas negativas, una atención limitada y menos apoyo.

Respuesta comportamental: La persona que es objeto de las expectativas percibe este tratamiento diferenciado y responde en consecuencia. Si las expectativas son altas, la persona puede sentirse más motivada y confiada, esforzándose más y logrando mejores resultados. Si las expectativas son bajas, puede desmotivarse y desempeñarse peor.

Confirmación de la expectativa: El comportamiento resultante de la persona confirma las expectativas originales, reforzando así la creencia inicial y perpetuando el ciclo.

Ejemplos del "Efecto Pigmalión": educación, un maestro que cree que un estudiante es brillante puede proporcionar más apoyo y desafíos, lo que lleva a un mejor desempeño del estudiante.

Trabajo, un gerente que cree que un empleado tiene un alto potencial puede asignarle tareas más importantes y ofrecer más mentoría, lo que puede resultar en un mejor rendimiento y crecimiento profesional del empleado.

Deportes, un entrenador que tiene alta confianza en las habilidades de un atleta puede brindar más oportunidades de entrenamiento y motivación, mejorando así el desempeño del atleta.

Consecuencias y Reflexión

El efecto Pigmalión puede tener tanto impactos positivos como negativos. Las altas expectativas pueden impulsar a las personas a alcanzar su máximo potencial, mientras que las expectativas bajas pueden limitar sus oportunidades y desarrollo.

Cómo mitigar los efectos negativos:

Autoconciencia, ser consciente de nuestras expectativas y cómo pueden influir en nuestro trato hacia los demás.

Igualdad de trato, esforzarse por tratar a todos de manera justa y equitativa, independientemente de las expectativas iniciales.

Fomentar la autoeficacia, ayudar a las personas a desarrollar confianza en sus propias capacidades, proporcionándoles oportunidades y apoyo para crecer.

El pensamiento desiderativo y el efecto Pigmalión están conectados por la forma en que las expectativas y los deseos pueden influir en la realidad. Mientras que el pensamiento desiderativo puede llevar a una percepción distorsionada y a decisiones basadas en deseos irreales, el "Efecto Pigmalión" demuestra que las expectativas positivas y realistas pueden motivar y transformar el comportamiento y el desempeño. Sin embargo, es crucial equilibrar estas dos fuerzas. Las expectativas deben ser basadas en una evaluación realista y objetiva de las capacidades y circunstancias, y no simplemente en deseos o esperanzas infundadas. Al mismo tiempo, reconocer el poder de las expectativas positivas puede ayudarnos a crear entornos que fomenten el crecimiento y el desarrollo.

Aunque el efecto Pigmalión influye positivamente en el rendimiento, depende de las expectativas positivas de los demás, Esto quiere decir que las personas que no creen que los demás las tengan en alta estima pueden sufrir las consecuencias. De esta manera, el "Efecto Pigmalión" expone que los estereotipos pueden ser más dañinos de lo que parecen.

En cambio, si alguien espera que tengamos un “mal” desempeño en función de nuestra identidad, es posible que en realidad lo hagamos peor. Esto se llama “amenaza de estereotipo” y perjudica gravemente a los grupos marginados todos los días. En un estudio, a las mujeres a las que se les pidió que informaran su género antes de completar un examen de matemáticas obtuvieron peores calificaciones que las mujeres que no lo hicieron. Eso se debe a que se vieron obligadas a reconciliarse con el estereotipo de que las mujeres con peores en matemáticas, lo que perjudica su desempeño.

El pensamiento desiderativo y el efecto Pigmalión nos recuerdan que nuestras mentes son poderosas herramientas que pueden moldear nuestra realidad. Si bien es importante mantener la esperanza y el optimismo, también debemos ser conscientes de la necesidad de basar nuestras expectativas y decisiones en hechos y evidencias. Al hacerlo, podemos evitar las trampas del pensamiento desiderativo y aprovechar el poder transformador del "Efecto Pigmalión" para lograr un cambio positivo en nuestras vidas y en las vidas de quienes nos rodean.

ernesto.jimher@gmail.com

X: @OsirisJimenez

Instagram y Threads: ernestojimenezhernandez