La comunidad católica quedó sorprendida. En un encuentro no planeado, con humildad el Papa Francisco, a nombre de la iglesia en Portugal pidió perdón a 10 víctimas, luego a 6 meses de conocerse el dictamen de los delitos contra niños. El acto tuvo lugar fuera de la agenda oficial del pontífice al acabar los encuentros institucionales y eclesiales previstos en Lisboa.

El pontífice está en el país transcontinental encabezando la 38 Jornada Mundial de La Juventud (JMJ) que hoy domingo termina tras una semana de acontecimientos en que participan 4 mil jóvenes provenientes de países del mundo que profesan la fe cristiana.

El acto de modestia, recogimiento, de la máxima autoridad del Estado Vaticano, se presenta después de medio año del informe de la comisión independiente que investigó los abusos sexuales a menores, en el seno de la Iglesia católica en Portugal, que validó 512 denuncias pero dio a conocer una estimación de4.815 casos desde 1950. La información procede del coordinador de la comisión, el psiquiatra de menores Pedro Strecht.

La investigación se desarrolló a lo largo de 2022, integrando expresamente a personalidades sin relación con la Iglesia, entre otros, un exministro de Justicia, un sociólogo y un asistente social.

La indagatoria fue encargada en 2021 por la iglesia de Portugal. En octubre, un equipo de seis expertos, encabezado por Strecht, anunció que había recabado centenares de testimonios de presuntas víctimas, pero advirtió que el número total era "mucho mayor". Creemos sin embargo "que el cambio está en marcha", dijo el presidente de la Conferencia Episcopal Portuguesa (CEP), el obispo de Leiria-Fátima José Ornelas.

Antes del acto del perdón, el pontífice argentino había hecho referencia a “la desilusión y la rabia que algunos alimentan en relación a la Iglesia, en ciertos casos por nuestro mal testimonio y por los escándalos que han desfigurado su rostro”. Estos incidentes, “llaman a una purificación humilde y constante, partiendo del grito de dolor de las víctimas, que siempre han de ser acogidas y escuchadas”.

El Pontífice argentino de 86 años, luego de someterse en el mes de junio a una cirugía por riesgo a obstrucción intestinal se mantiene activo con una agenda llena entre la que está considerada una recorrido a Mongolia para finales de mes, uno de los sitios más alejados que haya visitado y con una minúscula cantidad de fieles católicos, tan solo el 0.03 % de 3.227.000 habitantes

La 38 Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) considerada del 1 al 6 de agosto es una peregrinación, una fiesta de la juventud, una expresión de la Iglesia universal y un fuerte momento de evangelización del mundo juvenil. Se presenta como una invitación a una generación determinada en construir un mundo más justo y solidario. A pesar de su identidad claramente católica, está abierta a todos, tanto a los más cercanos a la Iglesia, como a los más distanciados; narra la página Web de la Santa Sede.

Benedicto XVI en 2010 pidió "perdón" por primera vez tras el escándalo de abusos sexuales a menores. En 2001 habían llegado a la oficina de Ratzinger estos penosos casos. Son los llamados "delicta graviora", muy graves y reservados a la Santa Sede. Cuando lo eligieron Papa se propuso limpiar todas las vejaciones de los curas. Los primeros casos saltaron en EEUU.

El Portugal del Premio de Literatura José Saramago tiene el 80% de sus 10 millones de habitantes que se definen como católicos. La primera edición de la JMJ, tuvo lugar en la ciudad de Roma en 1986, con la guía de Juan Pablo II.

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