/ jueves 3 de febrero de 2022

Ocurrencias del futbol | Ten siempre tu mente alerta porque Dios te hablar

Tengo muy presente esta sentencia que me fue dicha por un buen amigo cuando escuchó mi lloriqueo, quejándome porque Dios no me escuchaba, a lo que mi amigo me contestó: ¿y cómo te va a hablar si tu nunca te callas?... ¡Hombre! Reflexioné, sólo que sea por eso.

Desde entonces hablo menos y escucho más y así he podido ver y escuchar a Dios en lo que me es permitido, cuando en una encrucijada de dos calles veo a una “María” con un bebé atado en no se qué forma a su pecho, mientras que con sus manos hace malabares con una naranja. He ahí la voz de Dios señalándome con hechos el tamaño de mi soberbia que me impide ver que mientras yo vivo quejándome de lo poco que tengo, otros ni siquiera tienen tiempo para pensar en eso.

Otro día, camino a mi trabajo, un jovencito supongo que de secundaria, con sus libros atados con un mecate al detenerse el autobús sube el pasaje y aquel joven se queda hasta el final y antes de subir le dice al chofer: Tengo que llegar a clase y ningún autobús me lleva porque sólo traigo un billete de $ 200.00, entonces, para asombro de todos los que escuchamos aquello, el chofer dijo, súbete, en la siguiente me lo pagas… Corríjanme si estoy equivocado porque yo estaba seguro de que aquella era la voz de Dios.

Y hoy ocurre que la ruidosa soberbia mexicana no nos permite escuchar la voz de Dios y afectada por el desaliento intenta lapidar igual que hace mucho se hizo con Magdalena, acusando de toda culpa, como siempre suele suceder, al director técnico de nuestro Tri. Es declarado culpable por aquellos que se sienten los dueños de la verdad, que sólo conocen el lenguaje de los cuervos y que son los promotores de la burla y el desprecio.

Yo puedo estar equivocado, pero insisto en que vean cómo sale el Real Madrid de su terreno de juego, nunca rompiendo el balón y si pasándolo en corto y al pie, esto valiéndose de un cuatro, tres, tres, lo que les ha servido para ser actualmente considerado el mejor equipo del mundo y digo actualmente porque esa calificación se la da la crítica mundial, porque el reconocimiento como mejor equipo de siempre se lo da la historia del futbol mundial.

Pero, ¿Cómo voy a creer a la historia si los sabios del micrófono me aseguran que ese planteamiento no sirve? No sé, tal vez propongan que México juegue como el Barcelona o como el PSG, que tal vez sean del agrado de los habladores, aunque la realidad nos diga que esos equipos están a años luz de brillar como el Real Madrid. Sí, es muy cierto que no podemos comparar a Herrera ni a Guardado con Modric y con Kroos, lo que nos da a entender que son los jugadores los que no sirven y no el director técnico.

Y lo peor de todo es lo que se maneja fuera del campo de juego, al dar credibilidad al más ignorante, la borregada, que manejada por las poderosas voces de la TV. Repiten como cotorras huastecas todo lo que se les ordena, así que si el 51 % de la tribuna dice fuera el técnico, para que después mediante un debate similar, los directivos contraten al director técnico que la borregada les señale.

Así, mientras permanezcamos ciegos a la realidad y sordos a la voz de Dios, que tiene ya mucho tiempo gritándonos, vean a Estados Unidos, miren a Canadá y, ¿qué hemos hecho? menos preciarlos, apoyados en una realidad, nuestros jugadores son mejores técnicamente pero, afectados por una arrogancia mayor que todas las bondades. Incluso en lo referente al rendimiento físico, nos vemos rebasados por la mayor aplicación científica por parte de los entrenadores, que están adelantados por mucho a los nuestros.

Mientras que para nosotros, el rendimiento de un jugador se califica en kilómetros recorridos, ellos lo califican en calidad de kilómetros recorridos, o sea, tantos sprintes, con balón, cuántos sin balón, cuántas carreras rectas, cuántas multilaterales, cuántos saltos, cuántas frenadas, cuántas caídas con una puesta en pie rápida. En fin, que con kilómetros recorridos por juego, Héctor Herrera y Andrés Guardado califican bien, pero ¿cuánto creen ustedes que rindan calificándolos por el sistema de kilómetros de calidad recorridos?

La otra medición que deja dudas es la de jugadores colocados en el futbol europeo, en donde una cosa es jugar con el Napoli, líder en el futbol italiano y permanente protagonista en ella y otra jugar con el Celta de Vigo, el Ajax de Países Bajos, el Gerk de Bélgica, el Wolverhampton de la Premier League etc. etc. Mientras que Estados Unidos y Canadá tiene jóvenes colocados en el Bayern Munich, el Borussia Dortmund (Alemania), Barcelona (España), Chelsea (Inglaterra), Juventus (Italia) etc. etc.

Triste realidad que intentamos ocultar, dando a nuestros jugadores un valor inventado. Sí hemos tenido figuras de primera línea, pero eso ya es historia, los primeros destacados fueron Hugo Sánchez y Rafa Márquez, Luis García, Manuel Negrete, Luis Flores, Javier Aguirre, Toño de Nigris, Francisco Rodríguez, Carlos Salcido, Ricardo Osorio, Javier Hernández, Gerardo Torrado, Cuauhtémoc Blanco y muchos otros, unos con más suerte que otros, unos con muy destacada actuación incluso en equipos tan importantes como el Real Madrid, el Manchester United y el Barcelona. Pero aún con ellos, siempre hemos tenido problemas para calificar en Concacaf.

Hasta pronto amigo.

Tengo muy presente esta sentencia que me fue dicha por un buen amigo cuando escuchó mi lloriqueo, quejándome porque Dios no me escuchaba, a lo que mi amigo me contestó: ¿y cómo te va a hablar si tu nunca te callas?... ¡Hombre! Reflexioné, sólo que sea por eso.

Desde entonces hablo menos y escucho más y así he podido ver y escuchar a Dios en lo que me es permitido, cuando en una encrucijada de dos calles veo a una “María” con un bebé atado en no se qué forma a su pecho, mientras que con sus manos hace malabares con una naranja. He ahí la voz de Dios señalándome con hechos el tamaño de mi soberbia que me impide ver que mientras yo vivo quejándome de lo poco que tengo, otros ni siquiera tienen tiempo para pensar en eso.

Otro día, camino a mi trabajo, un jovencito supongo que de secundaria, con sus libros atados con un mecate al detenerse el autobús sube el pasaje y aquel joven se queda hasta el final y antes de subir le dice al chofer: Tengo que llegar a clase y ningún autobús me lleva porque sólo traigo un billete de $ 200.00, entonces, para asombro de todos los que escuchamos aquello, el chofer dijo, súbete, en la siguiente me lo pagas… Corríjanme si estoy equivocado porque yo estaba seguro de que aquella era la voz de Dios.

Y hoy ocurre que la ruidosa soberbia mexicana no nos permite escuchar la voz de Dios y afectada por el desaliento intenta lapidar igual que hace mucho se hizo con Magdalena, acusando de toda culpa, como siempre suele suceder, al director técnico de nuestro Tri. Es declarado culpable por aquellos que se sienten los dueños de la verdad, que sólo conocen el lenguaje de los cuervos y que son los promotores de la burla y el desprecio.

Yo puedo estar equivocado, pero insisto en que vean cómo sale el Real Madrid de su terreno de juego, nunca rompiendo el balón y si pasándolo en corto y al pie, esto valiéndose de un cuatro, tres, tres, lo que les ha servido para ser actualmente considerado el mejor equipo del mundo y digo actualmente porque esa calificación se la da la crítica mundial, porque el reconocimiento como mejor equipo de siempre se lo da la historia del futbol mundial.

Pero, ¿Cómo voy a creer a la historia si los sabios del micrófono me aseguran que ese planteamiento no sirve? No sé, tal vez propongan que México juegue como el Barcelona o como el PSG, que tal vez sean del agrado de los habladores, aunque la realidad nos diga que esos equipos están a años luz de brillar como el Real Madrid. Sí, es muy cierto que no podemos comparar a Herrera ni a Guardado con Modric y con Kroos, lo que nos da a entender que son los jugadores los que no sirven y no el director técnico.

Y lo peor de todo es lo que se maneja fuera del campo de juego, al dar credibilidad al más ignorante, la borregada, que manejada por las poderosas voces de la TV. Repiten como cotorras huastecas todo lo que se les ordena, así que si el 51 % de la tribuna dice fuera el técnico, para que después mediante un debate similar, los directivos contraten al director técnico que la borregada les señale.

Así, mientras permanezcamos ciegos a la realidad y sordos a la voz de Dios, que tiene ya mucho tiempo gritándonos, vean a Estados Unidos, miren a Canadá y, ¿qué hemos hecho? menos preciarlos, apoyados en una realidad, nuestros jugadores son mejores técnicamente pero, afectados por una arrogancia mayor que todas las bondades. Incluso en lo referente al rendimiento físico, nos vemos rebasados por la mayor aplicación científica por parte de los entrenadores, que están adelantados por mucho a los nuestros.

Mientras que para nosotros, el rendimiento de un jugador se califica en kilómetros recorridos, ellos lo califican en calidad de kilómetros recorridos, o sea, tantos sprintes, con balón, cuántos sin balón, cuántas carreras rectas, cuántas multilaterales, cuántos saltos, cuántas frenadas, cuántas caídas con una puesta en pie rápida. En fin, que con kilómetros recorridos por juego, Héctor Herrera y Andrés Guardado califican bien, pero ¿cuánto creen ustedes que rindan calificándolos por el sistema de kilómetros de calidad recorridos?

La otra medición que deja dudas es la de jugadores colocados en el futbol europeo, en donde una cosa es jugar con el Napoli, líder en el futbol italiano y permanente protagonista en ella y otra jugar con el Celta de Vigo, el Ajax de Países Bajos, el Gerk de Bélgica, el Wolverhampton de la Premier League etc. etc. Mientras que Estados Unidos y Canadá tiene jóvenes colocados en el Bayern Munich, el Borussia Dortmund (Alemania), Barcelona (España), Chelsea (Inglaterra), Juventus (Italia) etc. etc.

Triste realidad que intentamos ocultar, dando a nuestros jugadores un valor inventado. Sí hemos tenido figuras de primera línea, pero eso ya es historia, los primeros destacados fueron Hugo Sánchez y Rafa Márquez, Luis García, Manuel Negrete, Luis Flores, Javier Aguirre, Toño de Nigris, Francisco Rodríguez, Carlos Salcido, Ricardo Osorio, Javier Hernández, Gerardo Torrado, Cuauhtémoc Blanco y muchos otros, unos con más suerte que otros, unos con muy destacada actuación incluso en equipos tan importantes como el Real Madrid, el Manchester United y el Barcelona. Pero aún con ellos, siempre hemos tenido problemas para calificar en Concacaf.

Hasta pronto amigo.