/ jueves 2 de septiembre de 2021

No se cambia el mundo con un smartphone | Las oportunidades no llegan, se construyen

¿Cuál fue la última gran oportunidad que se te presentó enfrente?, ¿Cómo llegó esa oportunidad y a dónde te llevó? En una frase, Abraham Lincoln menciona: “Me prepararé y algún día mi oportunidad llegará”, una frase muchas veces citada en temas de liderazgo y motivación, pero, ¿Las oportunidades llegan por sí solas?, una realidad es que muchos de nosotros pasamos la vida esperando oportunidades que no llegan o no sabemos cómo identificar.

Por definición, el diccionario dice que una oportunidad son los instantes o plazos que resultan propicios para realizar una acción. Es por eso que yo apelo a lo antes mencionado para decir que las oportunidades son momentos que nosotros construimos con nuestro esfuerzo, con nuestra experiencia y con la manera en que nos comunicamos con los demás, de esta manera si las oportunidades no llegan, habrá que construirlas.

La paciencia juega un papel vital en la construcción de oportunidades, hay momentos que se cimientan por meses, incluso por años, pero vale la pena cada momento una vez que alcanzamos el objetivo. Hoy te comparto mi opinión reflejada en tres consejos que me han servido para fabricar esos momentos donde nacen las oportunidades.

En primero, escucha tus ideas; las mejores propuestas vienen de tu cabeza, no tengas miedo a aterrizar ese proyecto que a primera vista podría sonar disparatado. Recuerda que no hay ideas locas, solo locos que no creen en nuevas ideas, perfecciona tu apreciación rodeándote de gente que comparta tu opinión, pero también de personas que no lo hagan, con una buena retroalimentación será más fácil tener un criterio amplio para echar a andar ese propósito que llevas tiempo buscando.

Después, no tengas miedo a esforzarte más; las transiciones por lo regular conllevan un esfuerzo extra, ya sea adaptarse a una nueva área laboral, iniciar de cero un proyecto, o tener que dedicar horas extra a echar a andar ese negocio que tanto buscas. Las oportunidades traen consigo cambios, y el miedo de enfrentarnos a ese cambio en ocasiones puede ser un detractor de nuevas oportunidades.

Por último, analiza, y luego di que sí; cada riesgo conlleva una oportunidad y el peor riesgo es no arriesgarse, detrás de cada oportunidad está la opción de crecer, de aprender algo nuevo, de explorar otros horizontes, de hacer nuevas relaciones interpersonales. El primer paso para la construcción de oportunidades es abrir el panorama, soltar el miedo y decir “sí”.

Termino las líneas invitándote a agradecer a quienes te han brindado su tiempo para construir en ti sueños por los cuales hoy te esfuerzas, de igual manera te invito a ayudar a alguien más a brindarle las mismas oportunidades que hoy vislumbran en tu panorama. Confía en tu potencial y haz valer ese tiempo que has invertido en convertirte en la persona valiosa que eres.

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