Adquirir una mascota, más allá de una responsabilidad es un compromiso, y aunque pudiera sonar redundante, el no saber distinguir la diferencia entre estos dos conceptos es la principal causa de que los animales tengan una mala calidad de vida
Una responsabilidad es la obligación de hacer algo a raíz de una decisión tomada por ti mismo, la responsabilidad de adquirir una mascota podría acarrear cubrir los gastos de alimento, limpieza, o veterinarios, esa es tu responsabilidad como dueño. Por otro lado el compromiso, es la promesa de lograr algo, ser leal a una persona, decisión o propuesta para no defraudar tu palabra ni a los demás, y bajo esta premisa, el compromiso va en función de cubrir más allá de esas necesidades básicas del animal, tal como darles un correcto espacio, atención, cariño y esparcimiento.
Seguido me preguntan cuál mascota es la mejor opción para adquirir, yo siempre les digo que si el trabajo, la escuela, la familia u otra actividad no te deja mucho tiempo, o eres de los que se queja del precio que tiene una consulta médica veterinaria, entonces tal vez una mascota no es para ti.
Investiga bien cuál será al pequeño del que querrás hacerte cargo para no llevarte sorpresas. Por darte una muestra, las tortugas semiacuáticas no pasan toda su vida del tamaño de una moneda de 10 pesos, pueden llegar a medir hasta los 38 cm y vivir incluso 40 años, en otro ejemplo, los conejos tienen una orina muy fuerte y creer que solo se alimentan de zanahorias puede llegar a ser causa de diabetes debido a las grandes concentraciones de azúcares en esa verdura. Muchas personas no tienen estos puntos a consideración y tienden a pensar que adoptar o comprar mascotas es una tarea fácil.
El respetar a los animales y valorar a la mascota es uno de los primeros valores que se deben inculcar en el seno familiar, los animales no son cosas, y me duele mucho ver cuando son tratados de esa manera. Muchos nos sentiremos identificados con la imagen del niño pequeño que le regalan un perro o un gato con la intención de brindarle entretenimiento, como si fuera un juguete más; en los ojos de esos animales se nota el miedo hacia los niños por ser excesivamente agresivos y más triste es ver a los papás riendo.
Por otro lado, la adquisición de mascotas exóticas va a el alza, yo te recomiendo asegúrate de que tu compra sea de legal procedencia, muchas veces los mercados, veterinarias pequeñas o incluso las redes sociales son lugares donde se ofertan animales silvestres extraídos del medio, causa de terribles impactos en el medio ambiente. Si estás convencido de que este es el tipo de mascota que quieres, ten en cuenta que sus consultas, medicinas e instrumentos para su resguardo serán aún más costosos que el de una pequeña especie. Asegurarte también en que traiga un certificado de legal procedencia y si un día no puedes cuidarlo más, no lo liberes, será bastante difícil para él adaptarse a la libertad e incluso puede llegar a darse que se convierta en una especie invasora; busca un veterinario experto que pueda acercarte a un centro de rescate o zoológico.
Ten a consideración que los animales son vidas, no juguetes ni tampoco adornos en nuestros hogares y replanteemos si estás listo para tomar esa responsabilidad.
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