/ domingo 1 de septiembre de 2024

Liberándose del alcohol / Síntomas de la enfermedad del alcoholismo

Enfermo alcohólico es alguien a quien la bebida causa continuo problema en cualquier aspecto de su vida” (Manual de Información Pública, pág. 39).

No todo el que consume alcohol es un enfermo. Existe el bebedor social, a quien el alcohol no le causa ningún problema, porque él nunca se emborracha, bebe dos o tres copas y le para. No hay quién le haga beber la siguiente, cuando él dijo hasta aquí. También tenemos al bebedor fuerte. Este consume grandes cantidades de alcohol en corto tiempo y sí se pone ebrio, pero no es recurrente ni incumple sus responsabilidades; es un gran candidato para convertirse en un enfermo alcohólico.

Los síntomas que caracterizan a un alcohólico son los siguientes:

Siente confianza.- Siempre piensa que ahora no se va a emborrachar. Ayer se le subieron muy rápido porque no había comido bien, su estómago estaba casi vacío, pero ahora ya comió suficiente y puede tomarse las que quiera. Termina super ebrio.

Pérdida de control.- Desaparece de su mente la noción del tiempo, del espacio y de cualquier norma de conducta.

Desea una copa más.- En otras palabras, no tiene llenadera. Siempre quiere más bebida.

Trata de controlar su bebida.- Antes de empezar a beber, siempre piensa en beberse solo 5 ó 6 y pararle, pero la fuerza de la obsesión es más poderosa que la de sus deseos, y sigue bebiendo.

Bebe cuando no planeaba hacerlo.- Hoy es cumpleaños de su esposa y le prometió llevarla a cenar a las 8 de la noche. Pero se encontró con un amigo a las 7, le invitó un par y ese par se convirtió en docenas y se olvidó la promesa de llevar a cenar a su esposa, quien se quedó vestida y alborotada.

Periodos de abstinencia.- Cuando siente que ya es urgente que ponga remedio a su crítica situación, proyecta espacios temporales para no beber. Por ejemplo, faltan tres meses para que su hija cumpla 15 años y ya se está preparando el festejo, el borrachito se propone no beber en esos tres meses para celebrar los 15 años de su hija, totalmente sobrio. Pero la fuerza de la obsesión vuelve a vencer al paternal razonamiento y bebe a los dos meses, y en el festejo de los 15 años, la alegría se sumó a la obsesión y ya no pudo asistir a la misa de acción de gracias de su queridísima hija.

Pérdida casual de la memoria o conocida también como lagunas mentales.- El exceso de alcohol atrofia la memoria y esta no registra lo que sucede en la vida del alcohólico durante su atrofiamiento. Por ejemplo, un borrachito llegó a su casa a las tres de la mañana y le pidió de cenar a su esposa; esta se negó y recibió por esa negación tremenda golpiza. La señora llamó a la policía y esta vino y se llevó a la cárcel al envalentonado individuo. Cuando se le pasó la borrachera, el individuo se preguntaba: ¿por qué estoy aquí? ¿qué hice? Déjenme hablarle a mi esposa para que me venga a sacar.

Sentimientos de culpa.- La culpa es un sentimiento que atormenta al enfermo alcohólico durante su resaca. Se pregunta: ¿por qué lo hice? Ese no era yo. Los miedos a las consecuencias de sus actos inconscientes le perturban su existencia y no tiene paz en su vida interior y se fuga nuevamente en el alcohol. Renueva ese círculo vicioso que lo está destruyendo.

Tales síntomas hacen pensar a muchas personas que no hay remedio, incluso al mismo enfermo. Sin embargo, la comunidad de Alcohólicos Anónimos demuestra que sí hay solución y esta se obtiene con el programa de Los Doce Pasos de Recuperación, que está a disposición de todas las personas que quieran dejar de beber alcohol.

Si tú tienes el problema, marca cualquiera de los siguientes teléfonos y ahí te orientarán adecuadamente: 8332125634, 8331055995 o el 8332289003.

Enfermo alcohólico es alguien a quien la bebida causa continuo problema en cualquier aspecto de su vida” (Manual de Información Pública, pág. 39).

No todo el que consume alcohol es un enfermo. Existe el bebedor social, a quien el alcohol no le causa ningún problema, porque él nunca se emborracha, bebe dos o tres copas y le para. No hay quién le haga beber la siguiente, cuando él dijo hasta aquí. También tenemos al bebedor fuerte. Este consume grandes cantidades de alcohol en corto tiempo y sí se pone ebrio, pero no es recurrente ni incumple sus responsabilidades; es un gran candidato para convertirse en un enfermo alcohólico.

Los síntomas que caracterizan a un alcohólico son los siguientes:

Siente confianza.- Siempre piensa que ahora no se va a emborrachar. Ayer se le subieron muy rápido porque no había comido bien, su estómago estaba casi vacío, pero ahora ya comió suficiente y puede tomarse las que quiera. Termina super ebrio.

Pérdida de control.- Desaparece de su mente la noción del tiempo, del espacio y de cualquier norma de conducta.

Desea una copa más.- En otras palabras, no tiene llenadera. Siempre quiere más bebida.

Trata de controlar su bebida.- Antes de empezar a beber, siempre piensa en beberse solo 5 ó 6 y pararle, pero la fuerza de la obsesión es más poderosa que la de sus deseos, y sigue bebiendo.

Bebe cuando no planeaba hacerlo.- Hoy es cumpleaños de su esposa y le prometió llevarla a cenar a las 8 de la noche. Pero se encontró con un amigo a las 7, le invitó un par y ese par se convirtió en docenas y se olvidó la promesa de llevar a cenar a su esposa, quien se quedó vestida y alborotada.

Periodos de abstinencia.- Cuando siente que ya es urgente que ponga remedio a su crítica situación, proyecta espacios temporales para no beber. Por ejemplo, faltan tres meses para que su hija cumpla 15 años y ya se está preparando el festejo, el borrachito se propone no beber en esos tres meses para celebrar los 15 años de su hija, totalmente sobrio. Pero la fuerza de la obsesión vuelve a vencer al paternal razonamiento y bebe a los dos meses, y en el festejo de los 15 años, la alegría se sumó a la obsesión y ya no pudo asistir a la misa de acción de gracias de su queridísima hija.

Pérdida casual de la memoria o conocida también como lagunas mentales.- El exceso de alcohol atrofia la memoria y esta no registra lo que sucede en la vida del alcohólico durante su atrofiamiento. Por ejemplo, un borrachito llegó a su casa a las tres de la mañana y le pidió de cenar a su esposa; esta se negó y recibió por esa negación tremenda golpiza. La señora llamó a la policía y esta vino y se llevó a la cárcel al envalentonado individuo. Cuando se le pasó la borrachera, el individuo se preguntaba: ¿por qué estoy aquí? ¿qué hice? Déjenme hablarle a mi esposa para que me venga a sacar.

Sentimientos de culpa.- La culpa es un sentimiento que atormenta al enfermo alcohólico durante su resaca. Se pregunta: ¿por qué lo hice? Ese no era yo. Los miedos a las consecuencias de sus actos inconscientes le perturban su existencia y no tiene paz en su vida interior y se fuga nuevamente en el alcohol. Renueva ese círculo vicioso que lo está destruyendo.

Tales síntomas hacen pensar a muchas personas que no hay remedio, incluso al mismo enfermo. Sin embargo, la comunidad de Alcohólicos Anónimos demuestra que sí hay solución y esta se obtiene con el programa de Los Doce Pasos de Recuperación, que está a disposición de todas las personas que quieran dejar de beber alcohol.

Si tú tienes el problema, marca cualquiera de los siguientes teléfonos y ahí te orientarán adecuadamente: 8332125634, 8331055995 o el 8332289003.