/ domingo 30 de octubre de 2022

Liberándose del alcohol | Otros esfuerzos para dejar de beber

El temor es una de las principales causas por las que muchos enfermos alcohólicos, no quieren pedir ayuda a la comunidad de AA, para dejar el consumo en forma definitiva.

En primer lugar, algunos borrachitos piensan que al incorporarse a la agrupación de AA los van a golpear, los van a amarrar o los van a dejar sin comer. Esto es falso. Es cierto que se han dado casos en los que algunos grupos diferentes al movimiento de alcohólicos anónimos tradicional han acudido a estrategias violatorias de los derechos humanos, pero esto constituye la excepción y de ninguna manera la regla.

El movimiento tradicional de AA, que dirige la Central Mexicana de Alcohólicos Anónimos, no tiene anexos ni casas de internamiento y la asistencia a las pláticas de recuperación es totalmente libre. Todavía más, si durante el desarrollo de la plática sientes que no es para ti, te puedes retirar en cualquier momento y nadie te lo puede impedir.

Es conveniente explicar que en nuestro país existen varios movimientos que trabajan por lograr el mismo objetivo: Que el enfermo alcohólico adquiera la sobriedad y ayude a otros a adquirir ese mismo estado. Entre los más conocidos son el movimiento de 24 horas y el movimiento de cuarto y quinto paso. Difieren entre sí en los medios que usan para lograr su objetivo.

La comunidad de los grupos tradicionales de alcohólicos anónimos es el tronco de donde se han ramificado los otros movimientos y esta agrupación tradicional tiene como medios para adquirir el estado de sobriedad 36 principios: 12 pasos, 12 tradiciones y 12 conceptos de servicio.

Los 36 principios tienen su raíz en la creencia en un Poder Superior, en el respeto a los derechos humanos y en la capacidad humana de trascender su presente en la búsqueda de un futuro mejor.

Cuando un borrachito se incorpora a la comunidad de Alcohólicos Anónimos tiene garantizado la vigencia de sus derechos y que la única fuerza que lo puede obligar a permanecer en la agrupación y a modificar su conducta positivamente es su poderosa enfermedad del alcoholismo. Nadie más. En AA no hay jefes y por lo tanto tampoco órdenes. El miembro de AA, actúa por convicción y por obediencia a principios espirituales no a personas.

La filosofía de vida de la comunidad de AA es muy distinta al estilo de vida de un borracho activo, por esta razón cuando un borrachito decide dejar de consumir alcohol en forma definitiva e ingresa a AA, se le recibe con mucho entusiasmo y se le brinda el apoyo necesario para facilitarle los cambios que solo ha podido hacer.

En primer lugar, se le sugiere un padrino o asesor quien lo guiara en sus primeros días, que serán los de mayor problema. Esa asesoría puede ser frente a frente, por teléfono o por escrito y si por alguna razón no puede tener contacto con su padrino, tiene la libertad de solicitar apoyo a cualquier otro compañero quien sin duda estará dispuesto a proporcionar el apoyo.

Todo alcohólico anónimo sabe que un cambio de hábitos es una tarea difícil para cualquier persona, aunque no sea un enfermo alcohólico. Sin embargo, este es el camino que inicia un enfermo alcohólico que quiere obtener la sobriedad.

Eso es lo que hace AA, ilumina el camino del recién iniciado, para que no tropiece, para que no se desanime, para que se levante cuantas veces caiga. Millones de personas lo han logrado en 186 países en donde alcohólicos anónimos tiene presencia.

Por esa razón con la seguridad del mundo la comunidad de AA, extiende la más cordial invitación a todas las personas que tienen problema con su manera de beber alcohol a que busquen ayuda. El alcohol los está destruyendo, pero es tiempo de revertir es destrucción. Marquen cualquiera de los siguientes teléfonos y ahí reviran la información que necesiten . 8332125634, 8331055995 ó el 8332289003