/ domingo 13 de noviembre de 2022

Liberándose del alcohol | Formación del carácter

Me complace compartir con ustedes un tema de capital importancia para el desarrollo individual de todo alcohólico que tiene el genuino interés de transformar su vida, dejando en el pasado la ingesta de bebidas alcohólicas y comprometiéndose consigo mismo a trabajar con entusiasmo en un cambio de juicios y actitudes.

El alcohólico sabe perfectamente que su historia personal es muy desagradable, para sí mismo para su familia y para la sociedad en general. Todos sus talentos naturales lo capacitan para tener una existencia sobresaliente, pero lejos de ello el alcohol los ha inutilizado y en muchas ocasiones los ha usado en su propia destrucción.

Por ejemplo, Juan tiene una admirable facilidad de palabra y un don de gentes que le permite ser aceptado en cualquier ambiente social, sin embargo, el alcohol lo ha convertido en un charlatán y ha hecho de su vida una mentira que donde era aceptado amigablemente es ahora rechazado sin consideración.

El proceso de recuperación de la enfermedad del alcoholismo nos dice muy claramente que hay que modificar juicios y actitudes y que es prioritario trabajar intensamente en la formación del carácter. Esta tarea le significa un esfuerzo cotidiano que lo conduce a un cambio de personalidad positivo.

La doctrina de los Doce Pasos es la guía para todo alcohólico anónimo que pretenda recuperara la sobriedad y lograr un mejor nivel de vida. La formación del carácter es un objetivo primordial en la recuperación de un enfermo alcohólico.

El carácter lo entendemos como el conjunto de características de una persona que pueden ser modificadas. Por ejemplo, la tolerancia, la responsabilidad, la humildad etc. Al temperamento lo entendemos como el conjunto de características que no pueden ser modificadas; es una predisposición emocional congénita.

El carácter y el temperamento constituyen la personalidad del ser humano. El programa de AA asesora al enfermo alcohólico para que trabaje ininterrumpidamente en la modificación de su carácter y logre en el menor tiempo posible un cambio positivo de personalidad. De irresponsable se convierta en responsable, de intolerante en tolerante es decir, lo acerca a su autodominio. El séptimo paso del programa de AA, nos establece lo siguiente: “Nos faltaba la perspectiva suficiente para ver que la formación del carácter y los valores espirituales tenían que anteponerse a todo y que las satisfacciones materiales no constituían el objetivo de la vida.”

La doctrina de AA es muy enfática en la importancia que tiene la formación del carácter. Sin embargo, nunca lo hace con imposición, ni mucho menos, con sanciones. Todos los cambios que se realizan deben ser con absoluta convicción personal, y sí, aceptando la ayuda de quienes ya vivieron esa experiencia.

Normalmente se trabaja con el defecto de carácter que más bloquea el desarrollo espiritual de cada miembro. Teniendo como punto de partida uno de los siete defectos que causan el mayor número de problemas del ser humano: soberbia, avaricia, ira, lujuria, gula, envidia y pereza.

El décimo Paso nos dice: “Aprender, día tras día, a identificar, reconocer y corregir estos defectos constituye la esencia de la formación del carácter y del buen vivir”.

La comunidad de alcohólicos anónimos no sólo ayuda a dejar de consumir alcohol, sino que también te induce a ser una mejor persona en cualquier ámbito humano en que te desenvuelvas, sin imposiciones, sin órdenes, sin jefes.

Si tienes problema con el consumo de alcohol o conoces a alguien que lo tenga, busca ayuda. Esta la tienes gratuitamente en la comunidad de AA. Marca cualquiera de los siguientes teléfonos y ahí te orientarán adecuadamente: 833 212 56 34, 833 228 90 03 ó el 833 105 59 95.