/ domingo 9 de julio de 2023

Liberándose del alcohol | En busca de una vida mejor

“Aprender, día tras día, a identificar, reconocer y corregir estos defectos, constituye la esencia de la formación del carácter y del buen vivir”, (Décimo Paso).

La formación del carácter es una de las tareas primordiales que tiene el programa de recuperación de AA, una vez que el enfermo alcohólico deja de consumir alcohol.

Cuando el enfermo se integra a la comunidad de AA, llega todo desintegrado, no tiene un propósito en la vida, si tiene una familia no sabe que rol le corresponde en ella y al dejar de beber alcohol, aparecen la neurosis, la ansiedad y no pocas veces la depresión.

Es momento de reorganizar la existencia ya sin alcohol en el cuerpo. Pudiera pensarse que esta es un tarea supercomplicada y de hecho alcohólicos activos lo piensan y aunque quieran dejar de beber, tienen miedo al cambio, a lo desconocido y prefieren seguir en la parranda, en donde se sienten como pez en el agua.

La verdad, es que no es tarea complicada. El sistema del programa de recuperación de AA es sumamente sencillo. Lo primero que se tiene que hacer es asistir a las reuniones y estar atentos a lo que hacen los que ya tienen una buena temporada en la comunidad. Todos hacen una catarsis que consiste en compartir con los miembros del grupo, las experiencias personales vividas durante su alcoholismo, así como las causas que te llevaron a tomar desde la primera vez y como se fue desarrollando esa ingesta alcohólica hasta convertirse en una dependencia poderosa.

Los alcohólicos con ciertos meses de antigüedad en la agrupación sirven de ejemplo al recién llegado y al ver que todos sufren de la misma enfermedad y que algunos de los antiguos sufrieron más que algunos de los recién llegados, surge el deseo de hacer lo mismo porque ahí no se juzga ni se critica al que comparte su experiencia. Lo importante es saber cómo le hizo para ahora poder permanecer sobrio y tener proyectos para un nuevo estilo de vida. Sin una gota de alcohol.

Existe también otra ayuda fundamental para el recién llegado: el padrino. Es el guía que orienta y motiva al recién llegado a seguir por la ruta correcta para lograr la sobriedad y rápidamente entrar de lleno a la formación del carácter. El Séptimo Paso del Programa de Recuperación nos dice : “Nos faltaba perspectiva suficiente para ver que la formación del carácter y los valores espirituales tenían que anteponerse a todo, y que las satisfacciones materiales no constituían el objetivo de la vida”

A medida que el miembro de un Grupo de AA se compromete consigo mismo a vivir en carne propia cada uno de los principios de la recuperación, va experimentado una tranquilidad interior que le hace vivir feliz y compartir esa felicidad con su familia y con los seres que lo rodean. La alegría de vivir invade su existencia y empieza a trabajar por conquistar mejores niveles de vida, tanto en el aspecto económico como en todos los demás.

La vida de un alcohólico anónimo que vive su programa, es una vida llena de tranquilidad y de optimismo, fundamentado en una alianza operativa entre él y su Poder Superior. Esto no significa que no haya problemas, significa que ahora tiene muchas más herramientas para enfrentar los problemas de la vida que lo llevaran a la solución temporal o definitiva según sea el caso.

El camino es arduo pero interesante, son mucho más las satisfacciones que los abruptos.

La comunidad de AA invita cordialmente a toda persona que tenga problemas con su manera de beber alcohol, a que busque ayuda en la agrupación de AA ahí lo orientaran adecuadamente a la liberación del alcohol. Marca 8332125634, 8331055995 ó el 8332289003.

“Aprender, día tras día, a identificar, reconocer y corregir estos defectos, constituye la esencia de la formación del carácter y del buen vivir”, (Décimo Paso).

La formación del carácter es una de las tareas primordiales que tiene el programa de recuperación de AA, una vez que el enfermo alcohólico deja de consumir alcohol.

Cuando el enfermo se integra a la comunidad de AA, llega todo desintegrado, no tiene un propósito en la vida, si tiene una familia no sabe que rol le corresponde en ella y al dejar de beber alcohol, aparecen la neurosis, la ansiedad y no pocas veces la depresión.

Es momento de reorganizar la existencia ya sin alcohol en el cuerpo. Pudiera pensarse que esta es un tarea supercomplicada y de hecho alcohólicos activos lo piensan y aunque quieran dejar de beber, tienen miedo al cambio, a lo desconocido y prefieren seguir en la parranda, en donde se sienten como pez en el agua.

La verdad, es que no es tarea complicada. El sistema del programa de recuperación de AA es sumamente sencillo. Lo primero que se tiene que hacer es asistir a las reuniones y estar atentos a lo que hacen los que ya tienen una buena temporada en la comunidad. Todos hacen una catarsis que consiste en compartir con los miembros del grupo, las experiencias personales vividas durante su alcoholismo, así como las causas que te llevaron a tomar desde la primera vez y como se fue desarrollando esa ingesta alcohólica hasta convertirse en una dependencia poderosa.

Los alcohólicos con ciertos meses de antigüedad en la agrupación sirven de ejemplo al recién llegado y al ver que todos sufren de la misma enfermedad y que algunos de los antiguos sufrieron más que algunos de los recién llegados, surge el deseo de hacer lo mismo porque ahí no se juzga ni se critica al que comparte su experiencia. Lo importante es saber cómo le hizo para ahora poder permanecer sobrio y tener proyectos para un nuevo estilo de vida. Sin una gota de alcohol.

Existe también otra ayuda fundamental para el recién llegado: el padrino. Es el guía que orienta y motiva al recién llegado a seguir por la ruta correcta para lograr la sobriedad y rápidamente entrar de lleno a la formación del carácter. El Séptimo Paso del Programa de Recuperación nos dice : “Nos faltaba perspectiva suficiente para ver que la formación del carácter y los valores espirituales tenían que anteponerse a todo, y que las satisfacciones materiales no constituían el objetivo de la vida”

A medida que el miembro de un Grupo de AA se compromete consigo mismo a vivir en carne propia cada uno de los principios de la recuperación, va experimentado una tranquilidad interior que le hace vivir feliz y compartir esa felicidad con su familia y con los seres que lo rodean. La alegría de vivir invade su existencia y empieza a trabajar por conquistar mejores niveles de vida, tanto en el aspecto económico como en todos los demás.

La vida de un alcohólico anónimo que vive su programa, es una vida llena de tranquilidad y de optimismo, fundamentado en una alianza operativa entre él y su Poder Superior. Esto no significa que no haya problemas, significa que ahora tiene muchas más herramientas para enfrentar los problemas de la vida que lo llevaran a la solución temporal o definitiva según sea el caso.

El camino es arduo pero interesante, son mucho más las satisfacciones que los abruptos.

La comunidad de AA invita cordialmente a toda persona que tenga problemas con su manera de beber alcohol, a que busque ayuda en la agrupación de AA ahí lo orientaran adecuadamente a la liberación del alcohol. Marca 8332125634, 8331055995 ó el 8332289003.