Ayer durante la ceremonia de honores a la Bandera, el gobernador del estado, Dr. Américo Villarreal Anaya, reveló varias líneas políticas que vale la pena analizar, hizo anuncios importantes para el magisterio, las escuelas y la educación en general para Tamaulipas, pero más importante aún, delineó una clara estrategia que abarca no sólo el tema educativo, sino todos en general, respecto al humanismo que proclaman.
Sin duda y además de destacar la participación extraordinaria de tamaulipecos en varios campos de competencia nacional, uno de los anuncios que más llamaron la atención del Gobernador fue el que tiene que ver con la relación con el magisterio de la entidad, uno de los puntos que el año pasado se puso en entredicho con aquel plantón que realizaron los maestros, liderados por su dirigente Arnulfo Rodríguez Treviño, con quien se decía, había roces y hasta desencuentros con el gobierno del estado. Nada más alejado de la realidad.
La buena disposición del Gobernador y su gabinete y su política de acercamiento con la federación, llevaron aquella manifestación (justa, hay que señalarlo) a buen puerto. Las negociaciones no se hicieron esperar y en poco tiempo (si se compara el mismo conflicto en otras entidades del país) se llegó a acuerdos significativos que permitieron volver a las aulas y cumplir con el calendario escolar.
“Me da gusto reconocer el trabajo del secretario general de la Sección 30 que con su esfuerzo y compromiso hemos podido establecer y llevar a feliz término estas medidas con el objetivo de continuar el ciclo escolar durante las olas de calor que se nos presentaron y que gracias a ello se haya logrado la culminación de éste en las fechas marcadas en el calendario escolar”, dijo el mandatario estatal sin citar al dirigente sindical por su nombre.
Pero quizás lo que más llamó la atención y arrancó el aplauso espontáneo del público fue el anuncio del pago del aumento salarial a los maestros: “Estoy en condiciones de anunciar que el próximo 10 de julio será pagado el retroactivo del aumento salarial a las y los trabajadores de la educación”. Villarreal Anaya también anunció que, además de los 300 millones de pesos que el Estado ha destinado ya para la infraestructura educativa, se sumarán 44 millones de pesos adicionales para las instituciones dañadas por los fenómenos hidrometeorológicos que han afectado las escuelas de Tamaulipas.
Pero fue más allá, pues también explicó su política de humanismo: “La educación en sí misma también es un principio de equidad en las oportunidades que ahora tenemos. Son los principios de equidad en donde el centro de nuestro quehacer es la persona, para que podamos cada vez aspirar a estar en condiciones de convivencia, de paz, de trabajo, de felicidad dentro de nuestro marco social”, comentó. La revalorización del magisterio tamaulipeco, el fortalecimiento de su infraestructura y la apuesta por el humanismo fortalecen sin duda, de la mano del Gobernador, la histórica tradición educativa de Tamaulipas.
CHUCHO Y EL PAN, A REINVENTARSE
En medio del sombrío panorama nacional que enfrentan sus militantes, al Partido Acción Nacional no le queda otra opción más que reinventarse, volver a sus principios, a los orígenes de su fundación y a los fundamentos que explican la razón de ser de este partido político.
A esa conclusión llegaron en su Consejo Nacional el fin de semana, en el que se aprobó la creación de una Comisión Organizadora Nacional de Elección, en medio del cambio de su dirigencia nacional, ya que su actual dirigente, Marko Cortés Mendoza, se va como senador plurinominal. Después de la debacle de la elección del 2 de junio en la que perdieron prácticamente todo en Tamaulipas, es de destacar al único gran liderazgo que les queda a los azules en el estado, el todavía presidente municipal de Tampico, Jesús Antonio Nader Nasrallah. Chucho es el único panista que legítimamente triunfó en medio de una gran crisis de Acción Nacional, gracias a su impecable trabajo al frente de sus administraciones en la ciudad, que lo mantuvieron por años como el alcalde mejor evaluado del país.
Su ejemplar labor lo llevó a ganar con la marca que lo perdió todo en el estado y en el país. Por eso los panistas de Tamaulipas tienen mucho que aprender de Chucho Nader, deben tomar su ejemplo y replicarlo y ojalá el también exitoso empresario tampiqueño logre, desde San Lázaro, tomar el liderazgo que le hace tanta falta a un PAN secuestrado por intereses en decadencia.
De los panistas tamaulipecos en el Consejo Nacional, Chucho es el único que tuvo cara para erguirse orgulloso de su trabajo y sus resultados. Si el panismo tamaulipeco quiere reinventarse hay un camino claro, de otro modo continuará en caída libre. Al tiempo.
marioagamezh@hotmail.com
