Un millón 454 mil 780 tamaulipecos salieron a votar el pasado cinco de junio, un poco más de la mitad de la Lista Nominal y de ellos; 731,383 lo hicieron por el doctor Américo Villarreal Anaya, abanderado de la candidatura común “Juntos Haremos Historia en Tamaulipas”, que integraron Morena, el Partido del Trabajo y el Partido Verde Ecologista de México, mientras que 642,800 electores se pronunciaron por César Augusto “Truco” Verástegui Ostos, candidato de la coalición “Va por Tamaulipas” integrada por el Partido Acción Nacional, el Partido Revolucionario Institucional y el Partido de la Revolución Democrática y 46,182 se inclinaron por Arturo Diez Gutiérrez de Movimiento Ciudadano; ello de acuerdo con el cómputo final y oficial del Consejo General del Instituto Electoral de Tamaulipas que el sábado entregó la Constancia de Mayoría al gobernador electo.
Por supuesto que la coalición encabezada por Acción Nacional y su candidato están en su derecho de impugnar el proceso y llegar hasta las últimas consecuencias legales ante los tribunales para argumentar las irregularidades que ya conocimos todos, entre las que destacan los cinco municipios en los que no hubo representantes de la coalición y la totalidad de la votación fue para Morena y aliados, entre otros y buscar así que se repita la elección. Un escenario que en este momento se antoja verdaderamente iluso, cuando en los números hay 88,583 votos de diferencia. Evidentemente hay en este momento una especie de shock, entre quienes no esperaban este resultado y la algarabía de la mayoría que triunfó en la contienda electoral y que aplaude la alternancia que habrá en Tamaulipas a partir del primero de octubre. Tras obtener el triunfo, Américo Villarreal Anaya ha dicho que gobernará para todos y ha hecho un llamado a la reconciliación y a la unidad para trabajar todos en favor de Tamaulipas. Una vez que recibió su Constancia de Mayoría, el doctor Villarreal Anaya demostró que tiene los pies bien puestos sobre la tierra y dimensionó el tamaño del reto que le corresponde enfrentar: “La tarea por venir es grande y compleja. Hemos conseguido el primer paso, en adelante debemos emprender el cambio más profundo y verdadero de nuestra historia reciente. El resultado me obliga a entregar resultados y a estar a la altura de los anhelos en un futuro distinto y mejor”. Claro que la base estructural de su plataforma se regirá por los principios de la Cuarta Transformación y así lo dibujó: “No robar, no mentir y no traicionar al pueblo será norma obligada en mi conducta. Gobernaré con el referente de mis padres” y también abrió la puerta al actual gobierno a que realice una transición ordenada y rigurosa: “Esperamos entendimiento, colaboración y responsabilidad de todo el proceso. Que se rindan cuentas claras que de nuestra parte habrá total transparencia”. Esto es de la mayor relevancia. Hasta el momento, no ha habido ni un solo pronunciamiento, ni siquiera alguna referencia por parte del gobierno del estado por los resultados de la elección, a pesar de que el gobernador saliente Francisco Javier García Cabeza de Vaca ya ha tenido algunos eventos y apariciones en público. De hecho, el triunfo de Morena en Tamaulipas lo colocó de inmediato en el contexto de la política nacional y será un referente para la carrera presidencial del 2024 que ya arrancó y cuyas “corcholatas” como el presidente ha llamado a sus posibles sucesores ya se placearon por el estado durante la campaña. La del domingo fue una demostración de fuerza de Morena, mostrando músculo con todos sus presidenciables, en el encuentro de Morena en Toluca, Estado de México que sin ninguna duda también se pintará de guinda el año entrante. Ahí estuvieron Claudia Sheinbaum, Marcelo Ebrard, Adán Augusto López, entre otros, junto a Mario Delgado el dirigente nacional del partido y los cuatro gobernadores recientemente electos, entre ellos, por su puesto Américo Villarreal. Desde Toluca, el doctor Villarreal aseguró que Tamaulipas está comprometido con la transformación del país y los morenistas lo arroparon con el grito “es un honor estar con el doctor”. El gobernador electo dijo ahí mismo “Logramos una votación histórica con más del 53 por ciento del padrón electoral, hemos obtenido una votación histórica con más de 731 mil votos, con una campaña exitosa basada en la propuesta de un cambio, de una transformación y de un gobierno humanista para lograr un desarrollo con crecimiento y justicia social. En Tamaulipas estamos comprometidos con esta gran transformación, vamos a trabajar con ustedes”, arengó. No hay hasta el momento y a pesar de las irregularidades de la elección, ninguna duda de la legitimidad del triunfo de Américo Villarreal Anaya, que gobernará Tamaulipas a partir del primero de octubre.
La verdad es lo que es, y sigue siendo verdad, aunque se piense al revés
Antonio Machado, poeta español
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