Más allá del profundo significado de un alcalde que trabaja todo el tiempo, que informa todo el tiempo y que con resultados tangibles, honestidad y principalmente una gran visión logró no sólo reelegirse, sino ser el presidente municipal más votado en Tamaulipas, la altura de miras de Armando Martínez Manríquez en el Altamira del futuro inmediato.
La rendición de cuentas en su tercer informe de ayer por la tarde habla de establecer un orden, una transformación del municipio en todos los ámbitos; seguridad, salud (con consultas, medicinas y hasta cirugías gratuitas), bienestar social, obra pública (la mayor inversión en el estado), educación, deporte, cultura, los servicios públicos, el agua con la promoción de estas hazañas en París, Francia; Miami, Estados Unidos y Bogotá, Colombia, etcétera con resultados que saltan a la vista en una ciudad que desde el 2021 se ve diferente y que apuesta al desarrollo a lo grande como lo demuestran las grandes inversiones como la de New Fortress Energy, McDermott y otras, o las diversas franquicias hoteleras, restauranteras y comerciales que ya están expandiéndose en Altamira.
Pero más allá de eso, el mensaje de ayer de Armando Martínez se enfocó en el Altamira del futuro inmediato, en el que destacó las promesas de campaña de la hoy presidenta electa Claudia Sheinbaum Pardo, que se comprometió no sólo a regresar a Altamira, sino a continuar el rescate del sistema lagunero que, como ella dijo, ya inició Armando, con la compra y trabajo de las dragas, sino también la ampliación del Hospital del IMSS-Bienestar “Rodolfo Torre Cantú” a un hospital de especialidades que realmente funcione y dé servicio no sólo a Altamira, sino a toda la región. Martínez Manríquez también está gestionando ante la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes del Gobierno federal la desincorporación de la carretera federal Tampico-Mante desde la Estación Cuarentenaria hasta el Puente de la Esperanza para hacerlo municipal y dotarlo de alumbrado público.
El alcalde de Altamira tiene grandes sueños que ha logrado hacer una realidad en su primera gestión y tiene muchos más que ya está capitalizando, gracias a la extraordinaria relación que lleva con el gobernador de Tamaulipas, Américo Villarreal Anaya, ante quien ya ha gestionado proyectos tan importantes como la construcción de un paso superior del Libramiento Poniente a la altura del “Barquito” hacia el Corredor Urbano “Luis Donaldo Colosio”, lo que sacaría el tráfico pesado de la avenida de la Industria, en donde además se contempla abrir a cuatro carriles esta vía para darle seguridad al acceso a colonias del sector Tampico Altamira, como Real Campestre, Acapulquito, Huatulquito, entre otros.
También ante el gobierno del estado, Martínez Manríquez gestiona la donación en comodato del estadio de fut-bol y traer una franquicia de equipo profesional y la rehabilitación del inmueble que ocupaba el Centro de Salud en la zona centro, para establecer en ese sitio la Jurisdicción Sanitaria No. 12.
Cabe señalar que ya el Cabildo cedió los terrenos adjuntos al Complejo Administrativo de La Retama, para la construcción de oficinas del gobierno del estado, que incluirán la Oficina Fiscal, el Registro Civil, entre otras dependencias. Vienen también los proyectos conurbados que ya trabajan los tres alcaldes, Mónica Villarreal Anaya, Erasmo González Robledo y el propio Armando Martínez, que junto al gobernador Américo Villarreal ya han iniciado con el proyecto de Transporte Colectivo Metrobús que irá a los tres municipios y que tendrá un ramal hacia el Puerto de Altamira.
Armando ya inició la construcción del Complejo Integral Multidisciplinario de Altamira (CIMA), una especie de centro de convenciones con capacidad para cuatro mil personas; tiene adelantado el proyecto de un Anillo Periférico entre los sectores Monte Alto y La Pedrera que incluirá la continuación del Bulevar PD al puente de La Pedrera y un puente superior sobre la avenida de la Industria que conectará Los Encinos con la nueva avenida de la Esperanza. Trabaja también en un paso superior vehicular en la colonia Serapio Venegas; en un paso inferior vehicular en la calle Cuarta en el sector Miramar, en un paso superior de la “Y” griega en las avenidas de la Industria y Armada de México y en la continuación del Paseo Champayán y el bulevar Cuco Sánchez.
Armando no esperó a la Conagua para dragar la laguna, no esperó a que trajeran camionetas y equipo desde el estado para ponerse a fumigar el municipio, no esperó autorizaciones y burocratismo para resolverle al pueblo, tampoco esperó “padrinos” o especialistas para darle a Altamira la proyección internacional que hoy tiene, con gran prestigio además, el único permiso que necesitaba, se lo dio el pueblo y se lo reafirmó el pasado 2 de junio, a lo que el presidente municipal ha respondido con el gran amor que tiene por su tierra y por su gente.
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