Una de las grandes singularidades de nuestra región son sus leyendas urbanas que, exponencialmente difundidas desde las redes sociales, terminan convirtiéndose en parte de la cultura popular y en ello muchas veces trasciende por generaciones.
En Tampico, por ejemplo, pasamos de las nutrias que habrían sido el origen del nombre de la ciudad a las jaibas y después a los cocodrilos, una especie que no es endémica de nuestra zona, pero que hoy en día se encuentra por centenares en ríos, lagunas y hasta en el mar. Se trata de una adaptación natural del saurio de la especie Moreletii (o cocodrilo mexicano de pantano) que para muchos fue “sembrado” en la Laguna del Carpintero, en donde encontró mucha comida, por la abundancia de peces y por lo tanto difícilmente hostil con el ser humano. Así lo confirmó en 2004 Steve Irwing, el especialista australiano, cuando visitó la laguna, cuyos videos se encuentran fácilmente en la web. Evidentemente después de las lluvias, los cocodrilos han encontrado salida en los canales y drenes pluviales que los han llevado a las colonias aledañas, calles, avenidas y hasta el mar. Las leyendas urbanas dictan que algunos avezados que logran capturar cocodrilos los cocinan después, lo cual, evidentemente es ilegal, aunque se apoyan en el hecho de que hubo un comandante de bomberos de la zona que terminó por hacer carnitas a uno de los reptiles, lo que le habría costado el puesto. Pero los “Juanchos” son también parte de la cultura popular y se han convertido en un atractivo turístico, algo similar a lo que pasa con los mapaches que habitan desde hace algunos años en las escolleras de la playa de Miramar, algo que también es poco usual. Especialistas consideran que los mapaches llegaron a las escolleras pues siempre están cerca de los ríos en donde encuentran alimento y que fueron alimentados por los pescadores que abundan en la zona y decidieron quedarse y multiplicarse. Hoy existen hasta asociaciones de cuidado y protección a los animales que los cuidan y alimentan. Pero quizás la leyenda urbana más grande que tenemos en la zona son los extraterrestres. Los aliens protectores que han creado ya toda una subcultura y que han logrado convencer a buena parte de la población no sólo de su existencia, sino de su manto protector contra fenómenos hidrometeorológicos. Los ovnis que se han avistado sobre el mar y cerca de la playa (hay quienes hasta afirman ver luces bajo las escolleras) y algunas investigaciones del especialista en la materia, Jaime Maussan, han provocado que ya haya hasta asociaciones y quienes buscan erigir un museo, hacer convenciones, talleres y cursos en honor de los marcianos maderenses. Claro que no es el primer intento, pues hace algunos años incluso hubo quien “develó” una estatua a los alienígenas en la playa, lo que casi le cuesta el cargo a un funcionario local que avaló el evento que sólo era un programa de televisión. Sin embargo, el reciente paso de las tormentas tropicales Alberto y Chris por el norte de Veracruz, sólo aumentó la creencia en el mito y lo que sí es real es que ya hay documentales y programas que presentan esta creencia en todo el mundo, lo que también lo hace un atractivo turístico a gran escala. Tal vez la amenaza del huracán Be-ryl sea una buena oportunidad para que los amigables enanitos verdes hagan lo suyo; si no es así, pues al menos seguiremos teniendo más productos turísticos que fortalezcan la llegada de visitantes y nuestra economía.
ACUERDO INTERESTATAL VA EN SERIO
Con el aval de la federación, de los estados de Tamaulipas y Veracruz, así como de los cinco municipios de nuestra zona metropolitana, ayer se firmaron los acuerdos que garantizan que habrá recursos para proyectos comunes en beneficio de Tampico, Ciudad Madero, Altamira, Pánuco y Pueblo Viejo. La asistencia de secretarios de ambos estados y de los alcaldes de los municipios va delineando las políticas públicas para establecer los proyectos que ya se han avanzado en el seno del Instituto Metropolitano de Planeación y que son respaldados por el Programa Metropolitano Interestatal. Los avances de este mecanismo permitirán atraer recursos del Gobierno federal para temas comunes de conectividad, ecología y desarrollo urbano. También se verán fortalecidos por los acuerdos que ya han alcanzado en conjunto los próximos alcaldes de la zona sur de Tamaulipas, Mónica Villarreal Anaya, Erasmo González Robledo y el propio Armando Martínez Manríquez que ya forma parte de este protocolo. En otras palabras, ya hay un gran trabajo avanzado en la forma en cómo “bajarán” recursos de la federación los alcaldes de la región para desarrollar proyectos importantes para toda la región.
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