A pesar de estar “rodeados de agua”, quienes habitamos el sur de Tamaulipas sufrimos una crisis sin precedentes en la historia moderna de nuestras ciudades y como sociedad pagamos las consecuencias de la falta de cultura en el cuidado del vital líquido, por lo que vale mucho la pena analizar lo que se está haciendo desde el gobierno para prevenir que esto jamás vuelva a ocurrir.
Fueron muchos años de un estrés hídrico lo que provocó la sequía en nuestro sistema lagunero, al que alguna vez creímos inagotable y sólo con acciones emergentes como trasvases de otros ríos y bombeo de agua desde otras cuencas fue como se logró abastecer a la conurbación.
La solución tiene muchos años durmiendo “el sueño de los justos”; algunos plantearon una presa en el Tamesí, otros, la creación de más vasos de captación de agua como el que ya existe en la Laguna del Chairel, entre muchos proyectos e ideas más que se fueron acumulando; pero la falta de una correcta planeación y la natural ausencia de recursos para hacerlos una realidad provocaron que sólo se quedaran en sueños guajiros o en grandes ideas que “alguien” en alguna parte del gobierno podría llevar a la realidad.
Eso se acabó. Pensando en grande, con estudios reales y especialistas en la materia, el gobernador Américo Villarreal Anaya (cuyo padre el exgobernador Américo Villarreal Guerra fue un extraordinario ingeniero especializado en el tema del agua) ha tomado este y otros grandes temas del agua en sus manos y los ha llevado a un nuevo nivel. Fruto de su visita a la ONU en Nueva York logró contactar al Banco de Desarrollo de América del Norte (NAD-Bank) para impulsar 14 proyectos estratégicos, entre los que destacan el Dique del Moralillo y el Plan Hídrico Golfo Norte (PLHIGON), que garantizarán el abasto de agua en Tamaulipas.
El dique del Moralillo es un proyecto que tiene una inversión de entre mil 200 y mil 500 millones de pesos, consiste en instalar una compuerta de 200 metros que aprovechará la capacidad de mil 070 millones de metros cúbicos del río Tamesí y garantizaría tanto la capacidad de almacenar agua como evitar la intrusión de agua salada. El caso del PLHIGON es mucho más ambicioso, pues busca llevar el agua a través de un acueducto desde el río Pánuco hasta la presa “Marte R. Gómez” (en Camargo a 560 kilómetros de Reynosa) y cuyo Proyecto Ejecutivo alcanza un costo de 40 millones de dólares, mientras que el proyecto completo se estima en unos 60 mil millones de pesos.
Este proyecto llevaría el agua no sólo a la zona centro, sino también a la frontera, donde más se carece de agua. Además, se contempla una segunda línea del acueducto de la presa Vicente Guerrero, ubicada en el municipio de Padilla, a 47 kilómetros de Ciudad Victoria. El doctor Villarreal Anaya se reunió ya con el director del NAD-Bank, John Beckman, a quien presentó los 14 proyectos.
El gobernador también presentó ya estos proyectos a la presidenta electa Claudia Sheinbaum, quien ya confirmó que una de sus prioridades será el agua, por lo que hay muy buena expectativa para que dejemos de soñar y comencemos a creer que podremos tener agua en abundancia y de buena calidad en nuestra región y en el estado entero; ojalá también abonemos a una mejor cultura de cuidado del vital líquido.
A propósito de la situación actual por la turbiedad y tonalidad del agua, la Comapa Sur ha informado que continúa con acciones extraordinarias para mejorar la calidad del agua que actualmente se brinda a los usuarios, con operaciones emergentes de limpieza de tanques, lavado de líneas, entre otras medidas para buscar ofrecer un mejor servicio.
RECONOCIMIENTO INTERNACIONAL PARA ROSSY LUQUE
El sábado en la capital del país, la presidenta del Sistema DIF Altamira, la contadora Rosa Irma Luque de Martínez, recibió la presea internacional “Tonantzin 2024” que otorga el Instituto Mejores Gobernantes en reconocimiento a su trabajo y compromiso con los que más lo necesitan.
Se trata del tercer año consecutivo que se otorga este premio a la presidenta del organismo, que estuvo acompañada de su esposo, el presidente municipal Armando Martínez Manríquez y su hija Rosa Elena Martínez Luque, quien preside el Voluntariado Juvenil DIF Altamira.
“Es un honor recibir esta distinción y compartirla con presidentes y representantes de diversos países de Iberoamérica, mujeres comprometidas, trabajadoras y dedicadas, que aporta su amor y esfuerzo incansable a favor de las familias, demostrando que juntos podemos construir un futuro mejor”, dijo en su discurso la homenajeada. Se trata de la consolidación de un arduo y duro trabajo día con día por los sectores más vulnerables de Altamira, como a diario lo hace la presidenta del DIF, que busca siempre la manera de ayudar a más personas. Sin duda un muy merecido y gran reconocimiento.
contacto: marioagamezh@hotmail.com
