Altamira, Tamaulipas, territorio ocupado con asentamientos huastecos desde hace tres mil años hasta el 600 de nuestra era, cuando sus poblaciones comenzaron a ser despobladas, emigrando hacia el sur del río Pánuco.
El chapopote o petróleo ya existía a flor de tierra, nuestros ancestros lo ocupaban en forma medicinal y para pintar sus cerámicas e incluso sus cuerpos. Altamira fue fundada en la época colonial por el coronel José de Escandón y Helguera el 2 de mayo de 1749, desde su fundación su vocación fue ganadera, salinera, agrícola, comercial, marítima y pesquera, utilizaban el chapo recogido en forma natural para proteger sus embarcaciones, así como los depósitos para agua de lluvia que almacenaban para beber.
Fue a 200 años de su fundación cuando se realizaron las exploraciones del subsuelo de Altamira, determinando la existencia del llamado oro negro y se iniciaron las explotaciones en los campos denominados “Barcadón” y “Constitución”, se construyeron las instalaciones del llamado “Campo Tamaulipas”, en los terrenos del rancho “La Florida” propiedad del C. Enrique Tamez Garza, expresidente de la Junta de Administración civil, 1947-48.
Actualmente dicho campo se encuentra activo, así mismo la explotación de diversos pozos en producción, lamentablemente el deficiente mantenimiento y las fugas del crudo y otros elementos contaminantes han traído como consecuencias un grave deterioro en el medio ambiente; hasta la fecha ninguna autoridad de Petróleos Mexicanos ha podido remediar del todo este gran problema; las autoridades y ciudadanos altamirenses participamos responsablemente denunciando y exigiendo reparar los daños de las fugas y no legar a futuras generaciones ecocidios irreversibles.
En el llamado Campo Tamaulipas, que ya quedó ubicado en la zona centro de Altamira, se encuentran las oficinas administrativas de Petróleos Mexicanos, así como viviendas para directivos de la empresa, existiendo varias colonias con casas construidas para los trabajadores petroleros y sus familias.
Por nuestro municipio de sur a norte atraviesa el oleoducto Madero–Cadereyta que en diversas ocasiones sido ordeñado, como popularmente le llamamos al robo que, a pesar de encontrarse a escasos metros de la carretera Tampico-Monterrey, las autoridades correspondientes no han podido erradicar del todo.
A la fecha por todo el extenso territorio de Altamira se pueden observar numerosas bimbas de extracción del crudo, así mismo, exploraciones de los últimos años han demostrado reservas de cifras no reveladas en nuestro municipio.
Por lo anterior, Altamira, Tamaulipas es un municipio de producción petrolera que ha estado activo desde mediados del siglo XX, pero al igual que el puerto y el corredor industrial, los beneficios para la población apenas empiezan a reflejarse en nuestro municipio.
Fragmento de la poesía "Altamira", de Margarito Castillo González:
Yo quisiera con premura
divisarte en otra esfera
hoy, ya eres chapopotera
por doquiera hay quemadores
que reflejan tu progreso
en la industria nacional
y es tu zona petrolera
de oro negro un manantial.
