Desde mi opinión, hoy escribiré sobre lo que es ser barrista; al pertenecer a un grupo de abogados organizados formalmente que conforman una asociación la cual tiene un objeto y materializa el mismo puedo decir que pertenezco a una Barra de Abogados.
Recuerdo que hace unos años di paso para ser socio de una agrupación local, de la cual al poco tiempo de ingresar tuve la oportunidad de ocupar el máximo cargo, la presidencia de la Barra, estuve trabajando en ella y se tuvo buenos logros, posteriormente, ante ese trabajo representativo fui llamado para formar parte de otra asociación, ahora de nivel estatal, de la cual tengo muchos agradables recuerdos de las múltiples actividades, enlaces y trabajo que se realizó, casi a la par, derivado de las actividades me invitaron a formar parte de una nueva asociación, de creación reciente pero a nivel nacional, seré sincero, tuve poca participación en ella.
Y como en todos los tiempos, nuevas cosas llegan, otras se transforman, unas más se terminan, llegó el momento en que Tamaulipas formaba un capítulo de una Barra nacional de gran fuerza y representación en México e internacionalmente, la Barra Mexicana, Colegio de Abogados autorizaba el capítulo Tamaulipas de la BMA, recuerdo esa actividad en un famoso hotel de la región a donde acudí y sin pensarlo dos veces me dije: Yo quiero ser barrista de la BMA. Me contacté con las personas que organizaban el gran trabajo y fui aceptado. Ahí me convertí en un barrista que ha aprendido muchísimo gracias a las actividades que se realizan, crecí conociendo amigos abogados con ciertas virtudes que destacan del común denominador. Ser barrista de la BMA es un privilegio y honor.
Ser barrista no es sólo pertenecer a un grupo y tener un título colgado en la pared, con un distintivo denominado pin, ser barrista es ser un abogado proactivo para velar por el buen nombre de la profesión, el defender los intereses del colectivo, fomentar el espíritu de justicia en el ejercicio de la abogacía procurando que este no se aparte de los preceptos de la moralidad y ajuste a la doctrina de la ciencia jurídica.
Ser barrista es ajustar a las normas de la ley, a los valores del Derecho, a la dignidad de la profesión, buscando una visión positiva de su ejercicio, de la ética profesional.
El pertenecer a la Barra tiene como obligación vigilar la correcta aplicación del derecho y el respeto a la justicia, así mismo fortalecer la jurídica mediante diversos mecanismos que promueven el estudio, la investigación y la difusión del Derecho, con seminarios, reuniones, conferencias, talleres, etc, estar actualizados como lo ordena el Decálogo del Abogado.
Ser barrista es tener voz, usada con respeto y legalidad, es usar todo tipo de herramientas legales para el cumplimiento de la justicia, así como también el poder ayudar a quien más lo requiera mediante el trabajo Probono; un buen barrista es inspiración para que las nuevas generaciones no se desarrollen con vicios de malas prácticas, ello a su vez incide en los funcionarios públicos, en especial del poder judicial al impartir justicia bajo el precepto: «Honeste vivere; Neminem Laedere; Suum cuique tribuere».
El principio del Derecho, vivir honestamente, no hacer daño y dar a cada uno lo suyo, en ello se resume el precepto enunciado por Ulpiano y que es universal, por ello ser barrista no es fácil, es tener compromiso, tener posibilidad, es tener la intención, es querer ser un buen abogado.
Regeneración 19
Fb Fausto E Villarreal