Se termina el 2023 y en este año muchos asuntos familiares terminaron en juicios donde los más afectados fueron los hijos. Esta columna que es la última de 2023 va enfocada a una simple reflexión, lo que nuestros hijos merecen; lo que con el tiempo ellos nos devolverán, no hablo tanto de las cosas materiales que sin duda son muy importantes para una vida más fácil de llevar.
Los padres, madre y padre, cuando tienen hijos deben entender que existe una gran responsabilidad más que un derecho, esa responsabilidad que nace con los hijos desde su concepción, que se desarrolla y va cambiando conforme crecen. Cada día que pasa los hijos son más grandes, con ello llegan nuevas etapas que implican cambios en muchos aspectos para ellos y para los padres. Por desgracia, existe un gran número de personas que viven separados de sus hijos, esto no debe implicar una separación de ellos, porque al divorciarse los padres o separarse, es cuestión de ellos, no de los hijos, ellos seguirán siendo sangre de ambos.
Con énfasis al padre, quien es quien por lo regular no se queda con la custodia de ellos, debe existir una gran fuerza de amor por sus hijos, que implique verlos lo más seguido, pero al tiempo el cumplir con esas obligaciones que son necesidades que requieren para su sustento, tales como abrazos, cariño, educación, enseñanzas, juegos, consejos y todo aquello como alimento, educación, salud, un hijo o hija necesita saberse querido, sentir que tiene a esa figura paterna a su lado que lo cuida cuando lo necesita y, cuando no, también. Son derechos que los hijos tienen y que sirven para que crezcan grandes, sanos, fuertes y sobre todo con gran humanismo para cuando les llegue el tiempo de ser padres tengan presente siempre esa forma de ser, el ejemplo.
Cuando un padre es cumplido es muy raro que una mamá limite la convivencia, ya que se vuelve más llevadera la situación para ella que tiene una gran carga en sus hombros que casi no se ve, nunca será lo mismo estar viviendo con ellos en el mismo techo que solo visitarlos, ese trabajo diario de la mamá que, sumado a su trabajo, hacen magia y sacrifican todo por ellos.
Y cierro con una frase que leí: Es necesario que te enseñe temprano lo que yo aprendí tarde, gran contenido encierran esas palabras, pero con una gran verdad, no les demos lo que no tuvimos materialmente hablando, démosles eso que ellos necesitan para vivir plenamente, nuestro tiempo, nuestro amor, nuestras enseñanzas de la vida a la que un día van a afrontar, que sepan que siempre estaremos ahí con ellos, enseñémosles a pescar y no sólo a recibir el pescado en las manos.