Lo único que nunca cambia es el hecho de que todo está siempre cambiando. Bajo este razonamiento es que debemos abordar nuestra realidad, el problema viene cuando los cambios que se nos presentan son tan grandes, tan explosivos o tan extraños como tratar de cambiar la realidad misma, bienvenidos al tiempo de Meta.
Hace apenas unos días estimado lector, el famoso magnate de las redes sociales Mark Zuckerberg anunció el cambio del nombre de su empresa “Facebook Group” o “Facebook Primero” por “Meta”, esto por la relación a su proyecto de la creación del metaverso, esto descarta los rumores del cambio de nombre de la red social y de otros más catastróficos como el cierre de la misma.
Y no nos confundamos amigo lector, Zuckerberg a pesar de solo tener 37 años, es un viejo lobo de mar en los negocios, que ha tenido que aprender de sus errores, como cualquier persona, con la diferencia de que a él los errores le cuestan 6,000 millones de dólares, como el de hace un par de semanas; no dejemos tampoco de lado que a lo largo de su carrera (empresarial) ha tenido mentores como Shawn Fanning founder de Napster, o del mismísimo Rey Midas de los monopolios, Bill Gates, exCEO de Microsoft.
Pero, ¿qué consecuencias tendrán estos cambios para los usuarios? Bien, este cambio implica que las redes sociales que pertenecen a Zuckerberg como Instagram, Messenger, Whatsapp y Facebook ahora son parte de una división diferente que solo se dedicará al manejo de estas y otra división dedicada por completo al desarrollo del universo “Meta” que combina la realidad con la tecnología, utilizando sus lentes de realidad aumentada Oculus.
Aunque a muchos les pudiera parecer algo “sorprendente” la realidad es que al nivel en que se mueven los negocios de estas grandes empresas este tipo de “movimientos” son hasta cierto punto comunes, tal vez algunos recuerden cuando Google anunció a principios de agosto de 2015 la creación de Alphabet, el “paraguas empresarial” bajo el que la firma con sede en Mountain View (California) agrupa ahora todas sus divisiones.
Pero ¿es estrategia, es mercadotecnia, es protección legal, es asunto de reputación de la marca?, la realidad es que es un poco de todo, recordemos que Face era paradójicamente “la cara” de un conglomerado de aplicaciones, divisiones y empresas con identidad propia que hoy se conformarán en Meta.
La “meta” de Facebook es que el metaverso sea el siguiente paso en la evolución del internet, en la cual tendremos comercio y convivencia de manera virtual por medio de avatares que nos permitan convivir como en el mundo real, algo muy parecido a joyas de la ciencia ficción recientes como “Ready Player One” o videojuegos emblemáticos como “Pet Society” razón por la cual muchos de nosotros creamos una, dos o sesenta cuentas falsas en Face (sí, sé sus secretos).
Para ello, crearon y presentaron algo llamado Horizon, lo cual se había pensado en un principio que se trataba del nombre por el que cambiaría la compañía. De ese modo, dieron a conocer los tres espacios en los que se podrá comenzar a convivir, los cuales son Horizon Home, Horizon Worlds y Horizon Workrooms, que serán los primeros lugares a los que se podrá asistir por medio de Oculus.
Y Oculus no es otra cosa que la última -dato para investigar entre todos- compañía que Zuckerberg adquirió, por la friolera de 2,000 millones de dólares, una empresa que tiene muy desarrolladas tecnologías de lentes de realidad virtual, aumentada e incluso realidad inmersiva. (Prometo escribirles sobre ello).
Y así amigo lector, comienza de nuevo el fin del mundo, en más de una ocasión se le preguntó a Zuckerberg -incluida su comparecencia ante el congreso- si planeaba en algún momento cobrar por el uso de Facebook a sus usuarios, a lo que el magnate siempre se limitó a contestar con la misma frase aprendida. “Facebook siempre contará con una versión gratis para todos sus usuarios”. ¡Magistral!.
Pero ahora, con este nuevo gran proyecto podrán ofrecer accesos premium y gratuitos, sin olvidar que sin importar el tipo de membresía que usted decida utilizar, necesitará comprar un par de gafas Oculus, como requisito mínimo, su valor, poco más de 7,000 pesos las más “sencillas” en las principales plataformas, precio antes de Navidad. Así que de ahora en adelante si queremos entrar al metaverso deberemos prepararnos para renunciar a muchas cosas de este universo. Suerte Mark, solo una cosa, analiza bien cuantos recursos demandan estas diademas, no vaya a ser que se te caigan los sistemas. Nos vemos en el metaverso.