“La soledad es el mejor lienzo para escribir tu propia historia”: Luis Guzmán
Extraños son los caminos que DIOS nos permite transitar; y más allá de creer o no, es imposible no maravillarse por los grandes y hermosos misterios que existen en la vida; el caso de Mats Steen “Ibelin” es solo un ejemplo de cómo la sorpresa y la vida pueden estar ocultas en los lugares que menos imaginamos
Amigos lectores, ¿qué nos hace verdaderamente libres? Es una pregunta que quizás nunca tendrá una única respuesta, pero la historia de Mats Steen, mejor conocido como Lord Ibelin Redmoore en el mundo virtual del videojuego en línea de World of Warcraft (WoW), parece tener una propuesta: la libertad está donde somos aceptados y valorados tal como somos, incluso cuando ese lugar no es físico, pero sí absolutamente real.
Mats Steen, un joven noruego con distrofia muscular de Duchenne, vivió apenas 25 años, pero en ese tiempo logró forjar una existencia que trascendió las limitaciones de su cuerpo. Lo extraordinario no fue solo su capacidad para desafiar su condición física, sino cómo encontró un espacio en el que su discapacidad dejó de importar, un mundo en el que fue más que un joven en silla de ruedas: fue un héroe, y sin que casi nadie lo supiera, este joven alcanzó el grado de leyenda en este popular universo de videojuegos.
En World of Warcraft, Mats era Ibelin, un personaje que personificaba fuerza, carisma y aventuras. Con una larga cabellera rubia y una personalidad encantadora, Ibelin fue su forma de proyectar todo lo que su cuerpo físico no le permitía ser. En WoW, Mats no solo jugaba, vivía. Y lo hacía de una manera que, irónicamente, fue más plena que lo que muchos experimentamos en la vida real. Su alma creo un “alter ego” que maravilló a toda una generación, y que luego de trascender este plano, permitió a Mats seguir viviendo en el corazón de muchas personas.
Se ha dicho que las redes sociales y los mundos digitales nos aíslan, nos dañan, son malos para los jóvenes, pero Mats es prueba viviente de lo contrario. Su vida online estaba llena de amistades sinceras, gestos de empatía y aventuras compartidas. ¿Sabía usted, estimado lector, que fue tan querido en WoW que al anunciarse su fallecimiento en 2014, su familia recibió miles de mensajes de condolencias de todo el mundo? Personas que nunca lo vieron en persona lloraron su pérdida como si se tratara de un amigo de años, de un familiar, de un hermano si me lo permite, y es que, en efecto, lo era.
Los videojuegos a menudo son criticados por ser una distracción vacía, superflua y destructora -según la óptica de los que no los entienden del todo-, pero para Mats fueron una herramienta de conexión, de empatía, de experiencias de vida -virtual si usted quiere, pero para el muchacho fue eso, vida-. En WoW, Mats ayudó a una madre y a su hijo con autismo a mejorar su relación, un gesto que Lisette Roovers, su compañera virtual, describió como una muestra de la empatía única de Mats. Todo esto lo logró desde una pantalla, con sus manos limitadas al movimiento de unos pocos dedos, pero con un corazón que alcanzaba a tocar vidas a kilómetros de distancia.
Amigo lector, si algo nos enseña esta historia es que el concepto de “vida plena” puede ser tan amplio como nosotros lo permitamos. Los padres de Mats, Robert y Trude, inicialmente pensaban que su hijo llevaba una vida solitaria. No podían estar más equivocados. Mats encontró en WoW un refugio, un espacio donde podía explorar, amar y ser amado. Allí, su discapacidad no existía; era solo Ibelin, un aventurero más, un héroe lleno de vida.
La distrofia muscular de Duchenne afecta a una de cada 3 mil 500 personas en el mundo, según cifras de la Organización Mundial de la Salud. Es un diagnóstico devastador, que gradualmente roba la capacidad de moverse y respirar. Sin embargo, Mats nos mostró que incluso en la adversidad más cruel, hay maneras de encontrar significado y alegría. Su blog de 2013, donde escribió sobre su experiencia, es una muestra de ello: “Aquí dentro, mis cadenas se rompen, puedo ser quien quiero ser, aquí me siento normal”. -Escribió alguna vez Ibelin.
Su vida nos invita a repensar nuestras ideas sobre las relaciones humanas y los espacios virtuales. En una sociedad que a menudo subestima el poder de la tecnología para construir lazos reales, Mats es un recordatorio de que estos mundos pueden ser más que entretenimiento: pueden ser un salvavidas, un espacio seguro.
Así que la próxima vez que alguien le diga que los videojuegos son una pérdida de tiempo, recuerde la historia de Mats Steen. Recuerde cómo un joven atrapado por su cuerpo encontró en los píxeles una puerta abierta al mundo. Porque, amigo lector, al final no importa si nuestras aventuras suceden en un bosque encantado digital o en un parque real. Lo que importa es vivirlas. Y Mats lo hizo, como pocos lo han logrado. Atentos y listos, como Mats, puede haber genios, visionarios, héroes extraordinarios, esperando ahí, en donde pensamos que solo viven monstruos.
Hasta la próxima.
Dedicada con todo mi corazón a los solitarios; nadie está solo jamás, DIOS está en todas partes, nunca lo olvides.
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