Uno de los padecimientos más comunes en la salud reproductiva actual de la mujer es el síndrome de ovario poliquístico (SOP) que se caracteriza por alteraciones menstruales, trastorno de fertilidad, obesidad, resistencia a la insulina y en algunos casos exceso de vello corporal y acné.
Entre los diferentes tratamientos emergentes, el inositol ha surgido como una terapéutica prometedora en el manejo del síndrome de ovario poliquístico.
El inositol es una vitamina de complejo B que se encuentra presente en muchos alimentos como granos, frutas y nueces. Existen varios tipos de inositol, pero los más estudiados en el contexto del síndrome de ovario poliquístico es el mio-inositol y el D-chiro-inositol. Estos dos se potencializan uno al otro para mejorar la sensibilidad a la insulina y mejorar los niveles hormonales, factores importantes en el desarrollo del SOP.
El síndrome de ovario poliquístico se desarrolla en la mayoría de los casos por obesidad abdominal que ocasiona resistencia a la insulina, lo que lleva a un exceso de insulina en el cuerpo que en su mayoría se manifiesta por obscurecimiento de los pliegues del cuerpo también llamado “acantosis nigricans”; esto ocasiona que el ovario funcione de forma diferente incrementando los niveles de hormonas masculinizantes (andrógenos); las manifestaciones, como dijimos, son falta de menstruaciones, acné e hirsutismo (exceso de vello corporal).
El inositol, particularmente el mio-inositol, actúa permitiendo la señalización de la insulina por las células. Al mejorar la sensibilidad a la insulina disminuye la resistencia a la insulina y por ende la producción de andrógenos. Esto ayuda a mejorar las irregularidades menstruales y la fertilidad de la mujer que vive con SOP.
Algunos estudios clínicos han respaldado la eficacia del mio-inositol y D-chiro-inositol al mejorar las irregularidades menstruales y la ovulación; como el publicado en el “Journal of Clinical Endocrinology & Metabolism” en el que además se demostró la reducción en los niveles de andrógenos y una mejoría en la sensibilidad a la insulina. Además, otras publicaciones han destacado la seguridad y eficacia del inositol y con pocos efectos secundarios en comparación con otros fármacos.
El inositol puede ser una estrategia más en la lucha contra el SOP, por lo que debemos platicar con el médico con el cual estamos llevando el control acerca de esta opción, ya que las dosis de mio-inositol y D-chiro-inositol puede ser específica de cada paciente en particular de acuerdo con sus necesidades y debe ser individualizada. Hay que recordar que una alimentación saludable, ejercicio y otras opciones de tratamiento son y pueden ser parte del manejo del SOP. Se sugiere el acompañamiento del especialista en ginecología y/o endocrinología bajo una visión holística de este padecimiento.
Hoy día la medicina y el conocimiento científico están ofreciendo nuevas expectativas en el tratamiento del síndrome de ovario poliquístico y el inositol es una opción más en el manejo de este padecimiento.
