Primero, como siempre, vamos a definir el término, así que te comparto algo que encontré:
MOTIVACIÓN, La palabra es resultado de la combinación del latín "motus" traducido como “movido” y "motio", que significa movimiento. A juzgar por el sentido que se le atribuye al concepto desde el campo de la psicología y de la filosofía, una motivación se refiere a esas cosas que impulsan a un individuo a llevar a cabo ciertas acciones y mantener firme su conducta hasta lograr cumplir los objetivos planteados.
De acuerdo con el diccionario de la RAE es un ensayo mental preparatorio de una acción para animar o animarse a ejecutarla con interés y diligencia.
También encontré este texto: “la motivación implica la existencia de alguna necesidad, ya sea absoluta, relativa, de placer o de lujo. Cuando alguien está motivado, considera que aquello que lo entusiasma es imprescindible o conveniente. Por lo tanto, la motivación es el lazo que hace posible una acción en pos de satisfacer una necesidad". Hasta aquí podemos concluir que es "ese" pensamiento que te impulsa a "moverte" en favor de un resultado y que puede ayudarte a mantener el paso y el ritmo hasta conseguirlo.
Los motivos pueden tener diferentes fuentes:
Los emocionales, son aquellos que tienen que ver con cosas que pueden transformar nuestros estados de ánimo, las que nos alegran o nos ponen tristes, nos vuelven dichosos, exitosos y triunfadores o fracasados, infelices y desdichados, es decir, me motiva hacer algo “para ser” o “dejar de ser”.
Los racionales, son aquellos que a partir de la reflexión nos promueven el conseguir ciertos logros para mejorar cualquier aspecto de nuestra vida (desarrollo humano), pueden ser pequeños cambios como perder peso o de gran potencia como controlar la diabetes.
Los compasivos, son aquellos que tienen que ver con los demás, el mitigar, disminuir o erradicar por completo la causa de sufrimiento del otro, como crear Asociaciones, labores sociales o el activismo.
Los de atracción, son los que nos llevan a conseguir lo que nos gusta o que por algún motivo deseamos, todo aquello que tiene que ver con aspiraciones, querer ser, querer lograr o querer tener. Pueden ser nombramientos, bienes materiales o niveles espirituales.
Los de rechazo, aquí hablamos de los que nos llevan a alejarnos de aquello que nos es desagradable, como vicios o nuestra condición económica, nivel de vida o autoaceptación y tiene que ver con el no querer ser o tener.
Justo aquí podemos empezar a entender la desmotivación, que es razón de esta entrega.
Podemos decir que “desmotivación” es un sentimiento marcado por la falta de esperanza o angustia que nos afecta en el momento de resolver obstáculos, que genera insatisfacción y se manifiesta con la baja de la energía y la incapacidad para experimentar entusiasmo.
Es una consecuencia que se puede considerar normal en personas que se ven limitadas o que no logran realizar sus anhelos por diferentes causas.
Algunas características son los pensamientos de pesimismo y la desesperación, que se consigue al tener desánimo frecuente y al vivir recurrentemente fracasos o circunstancias negativas, que de ser constantes pudieran tener hasta repercusiones en la salud.
¿Cómo podemos combatirlo?
Lo primero es comprender que necesitamos motivación para lograr objetivos y que esta será mayor de acuerdo con el tamaño de aquello que queremos conseguir.
Después que el desánimo no ayuda en nada y que solo empeora la circunstancia de la que queremos librarnos, lo hemos visto con bebedores o comedores compulsivos, después de un fracaso viene una borrachera o un atracón y de ahí la posibilidad de la depresión.
Por último me gustaría dejar muy en claro que la motivación o la desmotivación en ambos casos es un pensamiento, una traducción de la realidad o una postura ante una situación que deseamos transformar y como tales pueden ser cambiados simplemente con darle nuevos valores a las variables de nuestra fórmula, es decir, en transformar en positivo toda negatividad que nos impida avanzar.
Piensa ¿qué quieres lograr, cómo te sentirás si lo logras, qué podrás hacer o vivir distinto cuando hayas conseguido tu objetivo?
Una vez que lo tengas claro busca en tus emociones y en tu razonamiento aquellas estacas en donde puedes fijar el espíritu verdadero de tus sueños y a partir de ahí empieza a caminar con pasos firmes.
Si hoy estás desanimado o desanimada te propongo descansar, reflexionar y volver a redireccionar tus planes y objetivos, finalmente eso es algo que solo tú podrás hacer por ti.
¿Lo intentamos?
¡Vamos, tú puedes!
Escríbeme.
gryitafuerte@gmail.com
FB: Gryita Fuerte
RE-GENERACIÓN 19