El video de la agresión a Melanie es terrible.
Sin tener contexto, solamente vemos a dos jóvenes mujeres conversando tranquilamente cuando de pronto aparece el agresor.
Un joven también de edad semejante a la de su víctima quien sin mediar aparentemente palabra alguna, lanza un certero golpe al rostro de la chica quien sin poder hacer más cae al suelo.
El varón se abalanza sobre ella para continuar agrediéndola con repetidos golpes en el rostro, mientras parece ser que le reclama algo.
Los gritos de la joven se mezclan con los de su agresor y los de su amiga quien desesperadamente intenta someterlo valientemente usando brazos y piernas para aplicar una llave o un candado al cuello pero en definitiva debido a la diferencia de fuerza no lo consigue.
El joven sujeta a Melanie de los cabellos para, después de sacarse de encima a quien intentaba ayudarla, arrastrarla salvajemente por el pavimento, mientras la amiga de la víctima corre al interior de lo que parece ser un domicilio muy probablemente para buscar ayuda.
Las versiones empezaron a surgir y todo indica que se trata de lo que inició con una discusión de novios al interior de una fiesta y de la posible presencia de una ingesta inmoderada de alcohol y terminó con una jovencita con posibles fracturas e importantes lesiones visibles en el rostro y cuerpo, además de que con la vida rota.
En el momento en el que escribo esta columna aún no se tiene la declaración de este violento muchacho, por lo que no se sabe, dicho de su boca, cuáles fueron las causas que lo llevaron a perder la cabeza y realizar este deleznable acto ya que al parecer se encuentra prófugo y las autoridades pertinentes realizan la búsqueda.
Las redes están tapizadas de mensajes, comentarios y anuncios que promueven el dar con su paradero e incluso al parecer la fiscalía ofrece una recompensa por quien facilite información para su captura.
¿Qué es lo que nos está sucediendo como sociedad?
Ciertamente hablamos de la mala decisión de una persona que en una sola acción destruye por completo su vida y deja daños, posiblemente algunos irreversibles, en la vida de muchas otras personas.
Porque entenderemos que aunque es Melanie quien directamente vive los daños en su cuerpo, su familia, sus amigos, su amiga y los suyos así como la familia del agresor cargarán con este evento y sus secuelas de toda índole.
Lo que me resulta importante señalar es ¿cómo estamos contribuyendo de forma activa o pasiva el resto, de qué manera estamos permitiendo que los menores tengan acceso a contenido violento?
¿El cómo hemos llegado a considerar el consumo del alcohol como un ingrediente socialmente aceptable en la mayor parte de las comunidades permitiendo su ingesta cada vez a más temprana edad? También el hecho de que no reaccionemos y tomemos medidas de seguridad en toda reunión de jóvenes para evitar, lo más posible que ocurran este tipo de desgracias.
Tal vez estamos llegando al punto en que debemos realizar acciones verdaderamente contundentes y poderosas para lograr transmitir un nuevo mensaje a la juventud que incluya el respeto, la compasión y el amor al prójimo.
Además de lograr instalar la cultura del poder de la unión aunado a la defensa real y capaz de los unos a los otros, ya que si en lugar de una amiga hubieran sido cinco o seis amigos y amigas quienes defendieran a Melanie, tal vez hoy la historia sería distinta.
Yo en verdad deseo que ella logre recuperarse, que su familia también lo haga, que las autoridades se hagan cargo de lo que a ellas corresponde y que ni ésta ni ninguna agresión a ninguna mujer pase desapercibida para el mundo.
En el caso de la amiga de Melanie quiero enviarle desde aquí, mi saludo, mi abrazo y mi respeto, ya que de existir más personas como ella en el mundo sin duda, éste sería mejor.
No perdamos la razón, cuando rompen a una nos rompen a todos y a todas.
¡Fuerza Melanie!
Escríbeme.
gryitafuerte@gmail.com
FB: Gryita Fuerte
Re-GENERACIÓN 19