/ sábado 21 de septiembre de 2024

Gryita.com / Ser tú

¿Alguna vez has pensado en vivir una vida diferente?

El condicionamiento social nos lleva a convertirnos en quienes somos y esto no siempre coincide con quienes realmente quisiéramos ser.

Esto parece un trabalenguas.

El punto es que crecemos en un ambiente que sutil o abruptamente, dependiendo el caso, el nivel, el precio, la cultura, la zona geográfica y una interminable lista de factores en que se encuentre situada y sea la cuna, nos condiciona.

El deber ser, lo correcto, lo conveniente, lo posible y los demás lineamientos que conforman nuestra educación, aunque fuera deficiente, eficientemente conforman la estructura que momento a momento desarrolla nuestra personalidad, la cual aun con trazas de rasgos naturales terminan por convertirnos en “un resultado”.

Dicha resulta no siempre es favorable y yo he acabado por concluir, hasta este momento, que probablemente dicho condicionamiento es el gran causante de muchos de los sufrimientos tanto físicos como emocionales de la raza humana, los cuales nos llevan a vivir una serie de inconvenientes que terminan por volvernos seres insatisfechos e infelices.

Los números en lo que se refiere al estrés, la ansiedad, la depresión, las adicciones y algunas enfermedades relacionadas en muchos casos con los malos hábitos como la hipertensión, la diabetes o la obesidad nos hablan de esa digamos "mala relación" que existe entre el ser humano y su entorno.

También podríamos aquí considerar las muchas formas de violencia que hoy afectan a la sociedad y el ambiente de gran hostilidad que se ha generalizado en los diferentes grupos, siendo aquí todo un fenómeno la generada en los medios digitales, que en algunas plataformas son ya un verdadero campo de batalla, además de un caldo de cultivo de actividades en verdad perniciosas.

¿Pero qué podemos hacer?

En la búsqueda de un proceso adaptativo hemos creado como raza un sinnúmero de recursos que van desde la informalidad y los que tienen que ver con nuestras creencias y tradiciones, hasta los más sofisticados procesos amparados en el mayor rigor científico teniendo como finalidad el conducirnos a estados mayormente pacíficos que nos acerquen al utópico y relativo concepto de la felicidad.

Aquí pareciera que la búsqueda no es hacia un desarrollo de nuevas capacidades creativas o relacionadas con la productividad, sino que me parece que más bien apuntan a lograr silenciar la mente y dominar al ego, que en su primitiva función de atacar o huir nos aleja de la posibilidad de activar, conocer y usar al máximo nuestras capacidades reflexivas y desde el control emocional alcanzar la serenidad y así como efecto secundario estados de mayor satisfacción.

De la misma manera el desactivar el efecto neurótico que de forma casi imperceptible nos instala desde la edad temprana el sistema de consumo que nos invita, al final logrando esclavizarnos, a resolver casi todas nuestras necesidades a través de “satisfactores” tan desechables e inmediatos como materiales.

Al final es volver a casa.

Recuperar el ser en su estado natural, aquel que un día nació sin banderas, sin carteras, sin fronteras y sin horarios y que desafortunadamente fue entrenado para sufrir y consumir.

Saber quienes somos realmente podría volvernos más felices, parece ser que la vida es mucho más simple que este frasco de necesidades que hemos inventado.

Más “ser” y menos “hacer”, en equilibrio, balance y armonía.

RE-GENERACIÓN 19

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