México ocupa el primer lugar mundial en obesidad infantil. Esta crisis de salud pública en nuestro país, provocada por muchos factores como por ejemplo las empresas refresqueras y por el poco accionar de las autoridades durante décadas, ha provocado que sea más accesible conseguir un refresco en una escuela que tener agua potable.
Hace algunos días, el Gobierno de México, a través de la Secretaría de Educación Pública (SEP), declaró que prohibirá a partir de marzo del siguiente año la venta de comida chatarra y bebidas azucaradas dentro y fuera de las escuelas.
Las autoridades han reconocido este problema de salud pública provocado por el consumo en exceso de estos productos, y en donde datos oficiales arrojan que alrededor de 15 millones de niños y adolescentes de 5 a 18 años son obesos o tienen sobrepeso. La lucha del gobierno ante este problema lleva algunos años, cuando se aplicaron las medidas para el etiquetado frontal, sin embargo, estos productos siguieron vendiéndose en las escuelas.
La comida chatarra, los alimentos prefabricados que traen excesos de grasa, sal, azúcar y componentes químicos, ha ido desplazando los últimos años a las verduras, legumbres y los cereales.
El Gobierno está intentando cambiar estos hábitos alimenticios desde campañas informativas a la disuasoria de los impuestos, pero se enfrentará a un duro contrincante: la industria de alimentos procesados.
Hay Quorum
Improcedentes las acciones de inconstitucionalidad
El Senado aprobó reformas a la Constitución, las cuales garantizan la supremacía constitucional.
Con 85 votos a favor y 41 en contra, se aprobó en lo general y los artículos reservados, en sus términos, el dictamen que modifica la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos en materia de inimpugnabilidad de las adiciones o reformas constitucionales.
Así, ante adiciones y modificaciones a la Carta Magna, se determina la improcedencia de revisar las reformas a través del amparo, acciones de inconstitucionalidad y controversias.
Contacto: andresbetanzosr@gmail.com