Hoy podemos encontrar códigos QR en todas partes, en cualquier lugar en el que se necesite transmitir una información. Y aunque los códigos QR ya existían.
Desde hace décadas, la pandemia provocó que su uso se extendiera y convirtiera en un estándar más de comunicación.
La historia de su nacimiento comienza así, en 1994, Masahiro Hara, trabajaba en una empresa de fabricación de repuestos para Toyota donde utilizaban códigos de barras, pero aquel sistema era ineficiente, porque en cada caja había aproximadamente entre ocho y diez códigos de barras que había que escanear varias veces.
Masahiro al ver este problema, le dijo a sus jefes que quería desarrollar un nuevo código escaneable y mejorado para las piezas de automóviles, que fuera capaz de contener un gran volumen de información y de transmitirlo con un solo escaneo. Les pidió dos años y algunos recursos. Debido a la dificultad para encontrar ese nuevo código, inicialmente, intentó mejorar los lectores de códigos de barras, pero ese no era el camino. Un día Masahiro mientras se encontraba jugando al go, una versión asiática del ajedrez, se fijó en que las fichas blancas y negras sobre el tablero formaban unos patrones interesantes, por lo que se dio cuenta de que la solución a lo que estaba buscando estaba ahí, aquello sería el origen de un sistema de transmisión de información que cambiaría el mundo y al que llamó.
Quick Response Code: el código QR.
Una vez definido, presentó el proyecto a sus jefes, que dieron orden de implementarlo en su fábrica de repuestos con un éxito brutal. Con ellos se podía escanear cualquier caja sin importar su forma, mientras las cajas pasaban a toda velocidad por la cinta transportadora.
Masahiro no tenía ni idea del éxito que con el tiempo llegaría a cosechar su aplicación e incluso su empresa decidió hacer públicas las especificaciones del código QR para que cualquiera pudiera utilizarlo libremente, la intención era que el código QR pudiera ser empleado por la mayor cantidad de personas posible para que la gente comprara sus escáner y herramientas relacionadas para leerlos, pero no fue así, pasaban los años y estos códigos no despegaban, tan solo los empleaban algunas industrias, esto a pesar de que los smartphones comenzaron a incorporar mejores cámaras y tecnología.
Pero la pandemia lo cambió todo, el mundo se paralizó y estábamos prácticamente obligados a mantener distancia, lo que favoreció el éxito de los códigos QR, que nos permitían evitar tocar las superficies de los objetos, el dinero, las entradas a un concierto, el menú de un restaurante etc. Actualmente Masahiro Tara, sigue trabajando en su compañía tras 46 años y todavía sigue intentando mejorar los códigos QR para que contengan nuestro historial médico.
Hay Quórum
Estado de bienestar para grupos vulnerables
Con el fin de garantizar apoyos sociales a grupos en condiciones de vulnerabilidad, el Senado aprobó una reforma constitucional en materia de bienestar. La Federación y las entidades entregarán una pensión a personas con discapacidad permanente y menores de 65 años. Además el Estado otorgará un ingreso a campesinos y fertilizantes gratuitos a pequeños productores.
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