De acuerdo con la última encuesta del INEGI sobre seguridad, las instituciones con mayor porcentaje de confianza y respeto entre los mexicanos son el Ejército Mexicano y la Marina Armada de México con 82.1 y 84.8% de aprobación, respectivamente. Por su parte la encuesta Latinobarómetro 2023 señala que la confianza en las Fuerzas Armadas subió de 49%, en 2020, a 58%, en 2023.
Esta opinión positiva no es gratuita, ya que el Ejército Mexicano tiene profundas raíces identitarias y todos los días realiza acciones valientes y comprometidas en beneficio de la sociedad nacional. De ahí que goza no sólo de la confianza, sino también de la simpatía y solidaridad de las mexicanas y mexicanos. No podemos soslayar que el Ejército nació en el marco de la Revolución Mexicana tras el golpe de Estado contra Madero para combatir a Victoriano Huerta. Surgió desde abajo, para liberar a los más pobres de la opresión y alcanzar la justicia social, por eso sus orígenes y no son bélicos, sino revolucionarios.
No es extraño que hoy siga solidarizándose con las causas de la sociedad, que atienda a su llamado y que ésta lo aprecie, valore y respete. Amor con amor se paga, -dice el dicho popular y es verdad-; nuestras Fuerzas Armadas son pueblo, por eso la mal llamada militarización del país incomoda solamente a las pocas voces que la nombran y no a la mayoría ciudadana, porque si en alguien confía es en ese pueblo uniformado que ha salido a la calle para hacer valer la fuerza de la ley, protegernos de la delincuencia y auxiliarnos ante los desastres naturales.
El Ejército estuvo presente en esa revolución que le dio vida a la Constitución que en nuestros días sigue vigente, estuvo en el terremoto del 85, en múltiples inundaciones, en la pandemia por Covid-19, en la recuperación económica y ahora en la pacificación del país. Ha estado siempre a lado de la sociedad en los momentos más difíciles y siempre dispuesto a servir con valor, lealtad y disciplina.
Es parte fundamental en la construcción de los Aeropuertos Internacionales Felipe Ángeles y Felipe Carrillo Puerto, del Tren Maya, de la aerolínea del Estado Olmeca-Maya-Mexica, de la construcción y mantenimiento de miles de kilómetros de caminos y carreteras; además, vigilan las aduanas y debido a su esfuerzo tenemos más hospitales.
Gracias al Ejército existen 2mil 750 sucursales del Banco del Bienestar donde se dispersan unos 800 mil millones de pesos anuales para 30 millones de familias mexicanas y tenemos una Guardia Nacional integrada por 133 mil elementos que están haciendo la diferencia en la concreción de los objetivos de la estrategia nacional de seguridad.
El Ejército Mexicano forma parte insustituible del desarrollo nacional y del combate a la pobreza, porque su participación en los proyectos estratégicos de infraestructura y en la entrega de los programas sociales a sus beneficiarios ha sido la clave para disminuir las desigualdades e impulsar distintas regiones del país. Si las inversiones extranjeras han crecido y alcanzado un máximo histórico es porque confían tanto en la política económica como en las mujeres y hombres que lo integran.
El 19 de febrero conmemoramos el día del Ejército Mexicano y el 24 el de la Bandera, un símbolo patrio que nos enorgullece e identifica como Nación, y que las Fuerzas Armadas salvaguardan en todo momento porque representa el espíritu de unidad, valor y patriotismo, porque es un elemento unificador y expresión de nuestros orígenes. Porque en la Bandeara se deposita la identidad nacional y la decisión del pueblo de ser un país independiente, libre y soberano.
Febrero es el mes del amor a México, lo despido con la certeza que le sucederá otros donde los demandas y anhelos de la sociedad llegarán a buen destino.
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