Hoy en día estamos viviendo tiempos que sin duda marcarán la ruta de los próximos años en término de la reconfiguración de un nuevo modelo de desarrollo, que ya desde hoy está propiciando nuevas interacciones entre las personas a nivel planetario.
Por una parte, la robotización del proceso productivo, el desarrollo de la inteligencia artificial y sus usos más frecuentes en todos los ámbitos de las actividades cotidianas, así como el comercio a través de la interconexión a una red electrónica, están generando cambios sustantivos en las interacciones sociales.
Sin embargo, el avance de la tecnología tiene que ver con un proceso gradual y continuo, que va moldeando su utilidad con el propósito de servir los intereses de quienes promueven sus usos, por ejemplo, en el caso del internet cuyo antecedente data de inicios de los años sesenta del siglo pasado, se debió fundamentalmente a la necesidad que se tenía en ese entonces de las amenazas derivadas de la Guerra Fría y a la lucha hegemónica entre bloques, como quedó dividido el mundo después de la Segunda Guerra Mundial.
Así el internet surge como un implemento militar que facilitaba la comunicación a través de interconectar ordenadores y con ello, estar atentos a cualquier conflicto que se pudiera generar con el bloque soviético; treinta años más tarde, en la década de los noventas del siglo pasado, aparece el primer navegador web, y se anuncia públicamente la world wide web, con ello, la interconexión cada vez mayor a nivel planetario entre las personas en tiempo real.
Pero no solo eso, hoy mediante el uso de esta interconexión, hemos visto cómo han aparecido una serie de plataformas así como de aplicaciones en las que a través de una computadora se puede generar una cantidad importante de acciones simultáneas a nivel mundial, que no solamente se limitan a la comunicación, sino que suscitan negocios, intercambios de efectivo o de dinero, así como de productos de diversa índole.
Recientemente se acaba de conmemorar a nivel internacional el Día Mundial del Internet, por ello es interesante citar algunos datos tomados de la Encuesta Nacional Sobre Disponibilidad y Uso de Tecnologías de la Información en los Hogares (ENDUTIH) elaborada por el Inegi, misma que tiene como propósito obtener información sobre la disponibilidad y uso del internet en los hogares por individuos de 6 años y más en México.
Por ejemplo, en el año 2022, 78.6% de la población mexicana de 6 años y más, usó internet, es decir 93.1 millones de personas. En ese mismo año, 68.5% de los hogares contó con acceso a internet, es decir 25.8 millones de hogares; asimismo, 97% de las personas usuarias utilizó un smartphone como el medio más frecuente para conectarse.
Cabe mencionar que 79.3% de los hombres usó internet, en tanto las mujeres fue el 78.1%. En donde se percibe una brecha importante respecto al uso del internet es entre las zonas urbanas y las rurales, debido a que 83.8% de la población en zonas urbanas usó internet, en tanto que la población rural usó 62.3%.
Los principales productos que fueron comprados por internet en el período de la encuesta señalada fueron: 74.3% para adquirir artículos de uso e higiene personal; 40.7% artículos para el hogar; 37.0% alimentos y bebidas, 35% para contratar servicios de transporte por plataforma; 30.6% para reservaciones o boletos de viaje o de entretenimiento, y así entre otros productos.
Podemos considerar que el comercio electrónico es ya una práctica cotidiana, con todas sus implicaciones, ahora veamos qué sucederá en la convivencia entre las personas, cuando la robotización y la inteligencia artificial se encuentren en nuestra cotidianeidad del día a día, sin duda, en una generación estamos viviendo contextos que nunca nos imaginamos, gracias a la tecnología y las comunicaciones en su uso cotidiano.
Regeneración 19
