/ martes 11 de junio de 2024

Economía y bienestar / La economía circular, una alternativa

Una de las principales características de nuestros tiempos son las crisis económicas cada vez más recurrentes, sin embargo, el problema económico expresado a través de una crisis no es nuevo, bien pudiéramos decir, que si hay una constante en el desarrollo y la evolución de la sociedad en general, éstas han sido producto de las crisis, ya que generan cambios sustanciales en las actitudes y directrices de nuevos esquemas de desarrollo.

Por citar sólo un ejemplo, en la crisis de 1929-1933, conocida como la Gran Crisis de Recesión de los Estados Unidos, y que afectó literalmente a todo el mundo, se reconoció a esta crisis como sobreproducción, debido a que los nacientes monopolios llegaron a producir de manera abrupta y significativa grandes cantidades de productos, y el mercado no respondió dándoles salida a través del consumo.

Para salir del atolladero bastaron las ideas medulares de J.M. Keynes, economista inglés mejor conocido como el padre de la macroeconomía moderna, para proponer como una alternativa de salida a las crisis económicas incrementar la masa monetaria a través de políticas monetarias expansivas, que le permitieran al grueso de la población tener mayores niveles de consumo y con ello darle salida a la sobreproducción para, de nueva cuenta, encontrar la senda del desarrollo.

A partir de este momento, se aprecia que el modelo de desarrollo que ha imperado desde ese entonces y que hoy se cuestiona, está fundamentalmente centrado en el consumo, sin pensar en los límites que tienen los recursos naturales que en muchos de los casos no son renovables.

De esta forma hasta nuestros días, lo que es evidente es que mientras más produce una economía se nos ha dicho que mejor se orienta el desarrollo, obviamente esta producción se orienta de hecho al consumo, al grado tal que hemos caído presas de un consumismo desproporcionado que nos está llevando al borde de un colapso, hoy la nueva crisis se nos presenta a partir de un agotamiento visible de algunos recursos naturales como son los bosques, la elevada contaminación en los mares y ríos, la alta contaminación atmosférica, entre otros.

Pareciera ser que la actual crisis nos está llevando a replantearnos si efectivamente el desarrollo económico solo se puede alcanzar a través del consumo, cuando podemos tener la opción de la conservación y el equilibrio entre el ser humano y su entorno ambiental; asimismo, mantener una vida digna, tanto para el mismo hombre como para la misma vida del planeta.

La alternativa que hoy se presenta es de suma importancia, o al menos empezar a considerarla como fundamental para afrontar los grandes desequilibrios que ha generado la economía de consumo en el medio ambiente.

La idea es pensar en la economía circular, como un modelo alternativo de producción y consumo que replantee la idea tan arraigada de la forma en cómo hemos venido consumiendo durante los últimos 90 años, la economía circular implica reutilizar, reparar, reciclar aquellos productos que permitan hacerlo, la intención es que el ciclo de vida de los productos mismos se extienda y con ello podamos bajar el nivel de consumo, debido a que cada que consumimos implica un proceso de producción, también va acompañado de un proceso de destrucción que altera el medio ambiente y este a su vez afecta a largo plazo la calidad de vida.

El modelo de economía circular lleva consigo además del respeto al medio ambiente y la sostenibilidad del mismo, un cambio de cultura de los consumidores en general, al tratar de modificar sus patrones que los lleve a la reutilización, reparación y acopio inclusive de aquellos materiales que bien pueden ser reutilizables o reciclables.

Lo anterior implica resaltar la importancia de una gestión ciudadana de residuos, cuyo valor puede ser sumamente importante para la conservación y el desarrollo económico; en esta gestión deben estar inmiscuidos empresarios, autoridades gubernamentales, medios de comunicación, instituciones de educación en todos los niveles y, desde luego, la ciudadanía que juega un papel fundamental en la promoción y fortalecimiento de una cultura que promueva la economía circular como una alternativa a la crisis que actualmente enfrentamos, y desde luego como un modelo alternativo que puede frenar el deterioro ambiental y económico.

Regeneración 19

Una de las principales características de nuestros tiempos son las crisis económicas cada vez más recurrentes, sin embargo, el problema económico expresado a través de una crisis no es nuevo, bien pudiéramos decir, que si hay una constante en el desarrollo y la evolución de la sociedad en general, éstas han sido producto de las crisis, ya que generan cambios sustanciales en las actitudes y directrices de nuevos esquemas de desarrollo.

Por citar sólo un ejemplo, en la crisis de 1929-1933, conocida como la Gran Crisis de Recesión de los Estados Unidos, y que afectó literalmente a todo el mundo, se reconoció a esta crisis como sobreproducción, debido a que los nacientes monopolios llegaron a producir de manera abrupta y significativa grandes cantidades de productos, y el mercado no respondió dándoles salida a través del consumo.

Para salir del atolladero bastaron las ideas medulares de J.M. Keynes, economista inglés mejor conocido como el padre de la macroeconomía moderna, para proponer como una alternativa de salida a las crisis económicas incrementar la masa monetaria a través de políticas monetarias expansivas, que le permitieran al grueso de la población tener mayores niveles de consumo y con ello darle salida a la sobreproducción para, de nueva cuenta, encontrar la senda del desarrollo.

A partir de este momento, se aprecia que el modelo de desarrollo que ha imperado desde ese entonces y que hoy se cuestiona, está fundamentalmente centrado en el consumo, sin pensar en los límites que tienen los recursos naturales que en muchos de los casos no son renovables.

De esta forma hasta nuestros días, lo que es evidente es que mientras más produce una economía se nos ha dicho que mejor se orienta el desarrollo, obviamente esta producción se orienta de hecho al consumo, al grado tal que hemos caído presas de un consumismo desproporcionado que nos está llevando al borde de un colapso, hoy la nueva crisis se nos presenta a partir de un agotamiento visible de algunos recursos naturales como son los bosques, la elevada contaminación en los mares y ríos, la alta contaminación atmosférica, entre otros.

Pareciera ser que la actual crisis nos está llevando a replantearnos si efectivamente el desarrollo económico solo se puede alcanzar a través del consumo, cuando podemos tener la opción de la conservación y el equilibrio entre el ser humano y su entorno ambiental; asimismo, mantener una vida digna, tanto para el mismo hombre como para la misma vida del planeta.

La alternativa que hoy se presenta es de suma importancia, o al menos empezar a considerarla como fundamental para afrontar los grandes desequilibrios que ha generado la economía de consumo en el medio ambiente.

La idea es pensar en la economía circular, como un modelo alternativo de producción y consumo que replantee la idea tan arraigada de la forma en cómo hemos venido consumiendo durante los últimos 90 años, la economía circular implica reutilizar, reparar, reciclar aquellos productos que permitan hacerlo, la intención es que el ciclo de vida de los productos mismos se extienda y con ello podamos bajar el nivel de consumo, debido a que cada que consumimos implica un proceso de producción, también va acompañado de un proceso de destrucción que altera el medio ambiente y este a su vez afecta a largo plazo la calidad de vida.

El modelo de economía circular lleva consigo además del respeto al medio ambiente y la sostenibilidad del mismo, un cambio de cultura de los consumidores en general, al tratar de modificar sus patrones que los lleve a la reutilización, reparación y acopio inclusive de aquellos materiales que bien pueden ser reutilizables o reciclables.

Lo anterior implica resaltar la importancia de una gestión ciudadana de residuos, cuyo valor puede ser sumamente importante para la conservación y el desarrollo económico; en esta gestión deben estar inmiscuidos empresarios, autoridades gubernamentales, medios de comunicación, instituciones de educación en todos los niveles y, desde luego, la ciudadanía que juega un papel fundamental en la promoción y fortalecimiento de una cultura que promueva la economía circular como una alternativa a la crisis que actualmente enfrentamos, y desde luego como un modelo alternativo que puede frenar el deterioro ambiental y económico.

Regeneración 19