/ martes 6 de agosto de 2024

Economía para todos / Efectos colaterales

El tipo de cambio es la relación de valor entre dos monedas. En el contexto de México, se refiere comúnmente a cuántos pesos mexicanos se necesitan para comprar un dólar estadounidense. Siendo así, este indicador es crucial porque afecta a casi todas las facetas de la economía, desde el comercio internacional hasta la inflación y el poder adquisitivo de los consumidores.

México, al ser una economía abierta, depende en gran medida del comercio internacional, teniendo como principal socio comercial a Estados Unidos con una gran parte de las transacciones comerciales realizadas en dólares. De ahí la particular importancia del tipo de cambio para nuestro país. Con ello, el tipo de cambio afecta a las importaciones, exportaciones, inflación, deuda externa, entre otros indicadores.

De igual forma, en nuestro país, el tipo de cambio ha sido altamente politizado desde hace décadas. Con ello, un ligero movimiento en el tipo de cambio tiene implicaciones políticas debido a sus efectos directos en la economía y el bienestar de la población. En años anteriores, los gobiernos se veían presionados a intervenir para estabilizar la paridad cambiaria respecto al dólar a través de política monetaria y fiscal o mediante intervenciones directas en el mercado cambiario.

Ahora bien, desde los comicios celebrados a inicios de junio pasado, el peso mexicano ha experimentado una depreciación significativa frente al dólar estadounidense, pasando de $17.0177 pesos por dólar (tipo de cambio FIX) el 31 de mayo a $19.0442 el 2 de agosto, lo que representa un aumento del 11.91%; significando importantes repercusiones económicas que afectan a diversos sectores y actores en México.

Además, por si no fuera poco, este fin de semana pasado hubo un poco más de gasolina al ya de por sí ardiente fuego que ha experimentado el tipo de cambio durante los últimos meses. Y es que esta reciente caída del peso podría atribuírsele a diferentes factores a la ya incertidumbre política existente respecto a algunas reformas que se pretenden impulsar, como las expectativas de la política monetaria de la Reserva Federal de EE.UU. que impacta significativamente en la demanda del billete verde, así como la reciente alza de la tasa de interés por parte del Banco de Japón, afectando el carry trade que se realiza entre las monedas japonesa y estadounidense.

Y es que el domingo pasado (cuando ya se operaba en el mercado asiático), el peso mexicano abrió con una depreciación de casi 1%; terminando el mismo domingo cercano a los 20 pesos por dólar —e incluso rebasándolos por instantes—, significando una depreciación de entre el 3 y 4 por ciento en una sola jornada. Ayer lunes, el tipo de cambio (con información de Investing.com) se ha mantenido entre los $19.25 y $19.41 pesos por dólar.

Siendo así, todo este caos financiero y económico que se ha presenciado durante los últimos dos meses, tendrá un efecto importante en diferentes rubros y agentes económicos de nuestro país. Empezando por efectos en la inflación que, de acuerdo a Inegi, para el mes de junio la inflación se colocó en 4.98% de forma interanual, mientras que, para la primera quincena de julio, se registró un 5.61% interanual; por lo que falta ver este 8 de agosto, en cuánto se registrará la inflación de julio 2024.

Asimismo, otro efecto colateral será en las importaciones, al haber un tipo de cambio más caro, las importaciones incrementan de precio, traduciéndose en precios más altos y pudiéndose conducir a una inflación generalizada. Por lo tanto, con la inflación resultante de un peso mexicano débil, se reduce el poder adquisitivo de los consumidores mexicanos, significando que no se podrá consumir en las mismas proporciones o, en su defecto, que será un poco más caro; principalmente a que los salarios no se ajustan al mismo ritmo que la inflación.

Por otro lado, un tipo de cambio alto incrementa el costo de servir la deuda denominada en dólares, ya sea para los gobiernos o empresas que se apalancaron en dólares, pudiendo generar presiones sobre sus finanzas y limitar su capacidad para invertir en otras áreas importantes.

Por último, algunos que pueden salir beneficiados de esta volatilidad del tipo de cambio, serían las personas que perciben un salario en dólares —principalmente en la zona fronteriza, aunque también aumentarían las rentas, que muchas están denominadas en dólares—, las familias que perciben remesas de sus familiares en el extranjero, así como el turismo, teniendo un mayor poder adquisitivo en nuestro país.

Siendo así, lo que queda es esperar a que se tranquilicen las aguas en este vaivén financiero que ha afectado no solamente al tipo de cambio en México, si no a muchos indicadores alrededor del mundo, como las bolsas de valores que han cerrado el día de ayer en negativo, principalmente el Nikkei de Japón con un (-)13.47%, así como mercados europeos, asiáticos y americanos y hasta a las criptomonedas.

Además, el próximo jueves 8 de agosto se publican las cifras de inflación del mes de julio, por lo que este efecto se vería hasta que se publiquen las cifras de la primera quincena de este mes. Mientras tanto, ese mismo jueves, la Junta de Gobierno del Banco de México tendrá su reunión para decidir si mantiene o ajusta su nivel en la tasa de interés que, por obvias razones, podría entreverse que la mantendrán en los 11 puntos porcentuales, anclando las expectativas de los agentes económicos y esperar a la siguiente reunión para observar los efectos colaterales de este caos financiero. Cuídese mucho.

Regeneración 19

El tipo de cambio es la relación de valor entre dos monedas. En el contexto de México, se refiere comúnmente a cuántos pesos mexicanos se necesitan para comprar un dólar estadounidense. Siendo así, este indicador es crucial porque afecta a casi todas las facetas de la economía, desde el comercio internacional hasta la inflación y el poder adquisitivo de los consumidores.

México, al ser una economía abierta, depende en gran medida del comercio internacional, teniendo como principal socio comercial a Estados Unidos con una gran parte de las transacciones comerciales realizadas en dólares. De ahí la particular importancia del tipo de cambio para nuestro país. Con ello, el tipo de cambio afecta a las importaciones, exportaciones, inflación, deuda externa, entre otros indicadores.

De igual forma, en nuestro país, el tipo de cambio ha sido altamente politizado desde hace décadas. Con ello, un ligero movimiento en el tipo de cambio tiene implicaciones políticas debido a sus efectos directos en la economía y el bienestar de la población. En años anteriores, los gobiernos se veían presionados a intervenir para estabilizar la paridad cambiaria respecto al dólar a través de política monetaria y fiscal o mediante intervenciones directas en el mercado cambiario.

Ahora bien, desde los comicios celebrados a inicios de junio pasado, el peso mexicano ha experimentado una depreciación significativa frente al dólar estadounidense, pasando de $17.0177 pesos por dólar (tipo de cambio FIX) el 31 de mayo a $19.0442 el 2 de agosto, lo que representa un aumento del 11.91%; significando importantes repercusiones económicas que afectan a diversos sectores y actores en México.

Además, por si no fuera poco, este fin de semana pasado hubo un poco más de gasolina al ya de por sí ardiente fuego que ha experimentado el tipo de cambio durante los últimos meses. Y es que esta reciente caída del peso podría atribuírsele a diferentes factores a la ya incertidumbre política existente respecto a algunas reformas que se pretenden impulsar, como las expectativas de la política monetaria de la Reserva Federal de EE.UU. que impacta significativamente en la demanda del billete verde, así como la reciente alza de la tasa de interés por parte del Banco de Japón, afectando el carry trade que se realiza entre las monedas japonesa y estadounidense.

Y es que el domingo pasado (cuando ya se operaba en el mercado asiático), el peso mexicano abrió con una depreciación de casi 1%; terminando el mismo domingo cercano a los 20 pesos por dólar —e incluso rebasándolos por instantes—, significando una depreciación de entre el 3 y 4 por ciento en una sola jornada. Ayer lunes, el tipo de cambio (con información de Investing.com) se ha mantenido entre los $19.25 y $19.41 pesos por dólar.

Siendo así, todo este caos financiero y económico que se ha presenciado durante los últimos dos meses, tendrá un efecto importante en diferentes rubros y agentes económicos de nuestro país. Empezando por efectos en la inflación que, de acuerdo a Inegi, para el mes de junio la inflación se colocó en 4.98% de forma interanual, mientras que, para la primera quincena de julio, se registró un 5.61% interanual; por lo que falta ver este 8 de agosto, en cuánto se registrará la inflación de julio 2024.

Asimismo, otro efecto colateral será en las importaciones, al haber un tipo de cambio más caro, las importaciones incrementan de precio, traduciéndose en precios más altos y pudiéndose conducir a una inflación generalizada. Por lo tanto, con la inflación resultante de un peso mexicano débil, se reduce el poder adquisitivo de los consumidores mexicanos, significando que no se podrá consumir en las mismas proporciones o, en su defecto, que será un poco más caro; principalmente a que los salarios no se ajustan al mismo ritmo que la inflación.

Por otro lado, un tipo de cambio alto incrementa el costo de servir la deuda denominada en dólares, ya sea para los gobiernos o empresas que se apalancaron en dólares, pudiendo generar presiones sobre sus finanzas y limitar su capacidad para invertir en otras áreas importantes.

Por último, algunos que pueden salir beneficiados de esta volatilidad del tipo de cambio, serían las personas que perciben un salario en dólares —principalmente en la zona fronteriza, aunque también aumentarían las rentas, que muchas están denominadas en dólares—, las familias que perciben remesas de sus familiares en el extranjero, así como el turismo, teniendo un mayor poder adquisitivo en nuestro país.

Siendo así, lo que queda es esperar a que se tranquilicen las aguas en este vaivén financiero que ha afectado no solamente al tipo de cambio en México, si no a muchos indicadores alrededor del mundo, como las bolsas de valores que han cerrado el día de ayer en negativo, principalmente el Nikkei de Japón con un (-)13.47%, así como mercados europeos, asiáticos y americanos y hasta a las criptomonedas.

Además, el próximo jueves 8 de agosto se publican las cifras de inflación del mes de julio, por lo que este efecto se vería hasta que se publiquen las cifras de la primera quincena de este mes. Mientras tanto, ese mismo jueves, la Junta de Gobierno del Banco de México tendrá su reunión para decidir si mantiene o ajusta su nivel en la tasa de interés que, por obvias razones, podría entreverse que la mantendrán en los 11 puntos porcentuales, anclando las expectativas de los agentes económicos y esperar a la siguiente reunión para observar los efectos colaterales de este caos financiero. Cuídese mucho.

Regeneración 19