/ lunes 14 de noviembre de 2022

Desde el faro | ¡A la bio, a la bao, a la bimbombá!

La porra que nace de un grito de guerra. La famosa porra que todos canturreamos a la menor provocación de festejo y con el ánimo de ensalzar una acción de alguna persona ya sea por su cumpleaños, un logro o un éxito, tiene su origen fuera de México.

De acuerdo con la profesora del Instituto de Antropología de la UV, Sagrario del Carmen Cruz Carretero, la muy distintiva y armoniosa porra mexicana utilizada en todo acto público, político, deportivo y cualquier jolgorio, proviene de lenguas norafricanas como el árabe y el swahili. Originalmente, la porra era un grito de guerra que exaltaba al descontento y la rebelión, de tal manera que al enaltecer el honor para luchar por lo más sagrado y por la muy privada libertad a la que estaban sometidos, por eso era su gran lucha.

Los españoles y los portugueses al desconocimiento del alegre canto y por ende el significado, pensaban que toda aquella algarabía que escuchaban con tanta demencia, emoción y euforia era más que una adulación y una manera de ponderar su presencia, qué lejos estaban de la realidad de los cantos.

También existen otras versiones que dicen que la porra era un canto catalán para alabar a Dios.

Pero los tiempos cambian y esta porra nos alegra el oído porque es sinónimo de aprobación y de mucho entusiasmo, las podemos escuchar en una boda, en cumpleaños invariablemente, No se diga en partidos de futbol o competencias. Y qué tal con líderes petroleros; ¡bueno, esas son porras con gran fuerza!

Para los que son fanáticos del futbol, se acordarán del Mundial de futbol en México cuando se dio a conocer la “Chiquitibum”, aquella muchacha que salía en un comercial de la cerveza Carta Blanca con la camiseta rota y haciendo unos movimientos muy candentes al unísono canto de la porra en apoyo a la selección mexicana. Mar Castro fue el referente publicitario con mayor popularidad en ese mundial y tomó gran relevancia a la marca cervecera. Puedo apostar que la “Chiquitibum” fue la verdadera ganadora del mundial. (cain)

Pero si de porras se trata, la que se lleva la palma de oro es sin duda la “Terrorizer” la muy distintiva y fiel porra de nuestro equipo Tampico-Madero. Con sus cantos animan y dan alegría en cada encuentro del Tampico- Madero, gane o pierda siempre fiel.

Para los que viven retirado del Coloso de la Unidad Nacional, o sea, el estadio Tamaulipas, no saben lo emocionante que es escuchar la porra de “La Terro” a lo largo del partido y por muchas cuadras a la redonda; en la Asunción Ávalos, La Unidad Nacional, la Ampliación y todas las que rodean el estadio.

Así que ahora que cada que entonemos la porra, usted, estimado lector, ¿a quién va recordar… a los guerreros de color que lucharon por su libertad o a la famosa “Chiquitibum”?

Nos leemos el próximo lunes DESDE EL FARO