El uso de las Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC), de forma habitual, a través de los diferentes dispositivos tecnológicos existentes, sobre todo con los jóvenes, es una característica de nuestra sociedad, siendo la principal consecuencia el gran desarrollo que han tenido estos equipos, los cuales han aumentado sus capacidades de procesamiento y de conectividad, además de disminuir los costos de sus productos.
Esto genera diferencias de opinión ya que existen quienes lo ven como un distractor y también hay quien asevera que es una herramienta útil, en algunos centros de trabajo los empleados dejan sus equipos en su gaveta al inicio de sus actividades ya que está prohibido su uso durante el horario laboral, haciéndose acreedor de una sanción quien incumpla esta instrucción.
Algunas instituciones educativas aplican el mismo criterio, esto genera debates ya que es una medida aplicada en diferentes niveles educativos, con el propósito principal de mejorar la concentración de los estudiantes, reducir las distracciones y fomentar un ambiente más propicio para el aprendizaje.
Muchos docentes que están a favor presumen que el uso de la tecnología en el aula (a través de tabletas, celulares, laptops, proyectores, pizarras inteligentes, gafas de realidad virtual, entre otros) señala las enormes posibilidades que nos ofrece la tecnología hoy en día para fines educativos, ya que permite acceder a aplicaciones, información en línea y recursos digitales que complementan el aprendizaje, sobre todo en un entorno cada vez más digital, es importante que los estudiantes aprendan a usar los dispositivos móviles de manera responsable y efectiva como parte de su formación.
Por otra parte, quienes están a favor de la prohibición señalan que los celulares son una fuente constante de distracción, ya que permiten el acceso a redes sociales, juegos y otras aplicaciones que pueden interferir con la atención durante las clases, al no tener este distractor los estudiantes tienen más oportunidades de interactuar cara a cara con sus compañeros y maestros, lo que promueve un mejor ambiente social en la escuela, por tanto, los estudiantes puedan concentrarse mejor en sus estudios y aumentar su rendimiento.
Hoy en día, no existe una ley específica que prohíba al personal docente decomisar los teléfonos celulares de los alumnos, sin olvidar que estos dispositivos son propiedad personal, en ese contexto, la Secretaría de Educación Pública (SEP) no puede prohibir su uso, pero propicia el diálogo entre padres y autoridades escolares para establecer pautas que no afecten el desempeño académico, ya que existen aplicaciones educativas, recursos en línea y material multimedia que puede mejorar la comprensión de los estudiantes sobre diversos temas.
El Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef, por su sigla en inglés), a través del texto “Niños en un mundo digital”, asegura que hay que ofrecer a los niños un buenmodelo de uso digital. “Los padres y otros adultos deben brindar a los niños modelos de usoresponsable y respetuoso de las TIC”, por ello establece que se debe hacer un mejor uso de las TIC en la educación y enseñar alfabetización digital enlas escuelas y a los maestros, apoyar la capacitación, entre otras acciones que abonen al tema.
En ese sentido, la Agencia de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) afirma quebasta con tener un teléfono cercacuando llegan las notificaciones para desconcentrar a los estudiantes; un estudio demuestra que pueden tardar hasta 20 minutos en volver a centrarse en el aprendizaje; los datos de las pruebas internacionales a gran escala, como el Programa para la Evaluación Internacional de Alumnos, sugieren que existe una relación negativa entre el uso excesivo de la tecnología y el rendimiento de los estudiantes, sostiene la UNESCO en suInforme de seguimiento de la educación en el mundo.
Debemos tener presente que en nuestro país existe un segmento importante de la población estudiantil, de escasos recursos económicos, que no cuenta con un equipo de cómputo, tableta o Internet; por otro lado, diversas estadísticas indican que al menos la mitad de los estudiantes cuenta con los recursos tecnológicos suficientes para apoyar sus estudios, inclusive, de manera general, uno de cada tres estudiantes cuenta con los tres dispositivos (computadora, tableta y teléfono celular) e Internet.
En resumen, la discusión sobre la prohibición de celulares en la escuela no tiene una única solución y depende del contexto de cada institución, las escuelas deben considerar factores como la edad de los estudiantes, los objetivos educativos, la disponibilidad de otras tecnologías y las expectativas de las familias al implementar políticas que equilibren los beneficios de la tecnología con la necesidad de crear un entorno escolar productivo y saludable.
Mientras tanto, recuerda que todo está previsto para que tengas un día ¡de bien para arriba!