/ viernes 6 de septiembre de 2024

¡De bien para arriba! / La obsolescencia de competencias

Como padres, en repetidas ocasiones nos hemos apoyado en nuestros hijos para configurar nuestra laptop o un teléfono celular, encontrando que nuestro conocimiento sobre las Tecnologías de la Información (TI) ha quedado obsoleto, pudiendo ser resultado del avance tecnológico que es vertiginoso, sin embargo, la obsolescencia de competencias se está convirtiendo en un asunto de especial trascendencia, debido a que los puestos de trabajo son cada vez más complejos y exigentes, así mismo, se prevé que el progreso tecnológico acelerará esta tendencia en los próximos años.

Todos somos testigos de los cambios en todos los ámbitos, ya sea económicos, políticos, sociales y culturales, entre otros y la revolución de las telecomunicaciones que va de la mano con el imparable proceso de la globalización que ha impactado particularmente en todo tipo de contextos laborales, sumándose a esto la digitalización que ha evolucionado exponencialmente y lo que se tenía planificado para un período de cinco años se ha realizado en un año.

En esta era digital, la tecnología puede influir en cómo nos vemos a nosotros mismos, ya que las redes sociales, la inteligencia artificial y otras formas de tecnología pueden cambiar nuestra percepción de nosotros mismos y nuestra identidad, lo que podría hacer que nuestro conocimiento anterior se vuelva obsoleto.

Por otro lado, tengamos presente que la falta de oportunidades para actualizar las nuevas competencias que nos exige el mercado aumenta la posibilidad de desempleo y la inseguridad laboral, la obsolescencia de competencias está estrechamente relacionada con la falta de desarrollo profesional y la escasa movilidad laboral.

En este contexto, es importante mencionar el top de las 15 competencias clave más requeridas para el 2025, según “The Future of Jobs Report 2020”, presentado en octubre del año pasado por The Word Economic Forum y que son: pensamiento analítico e innovación, aprendizaje activo y estrategias de aprendizaje, resolución de problemas complejos, pensamiento crítico y análisis, creatividad, originalidad e iniciativa, liderazgo e influencia social, uso, seguimiento y control de la tecnología, diseño y programación de tecnología, resiliencia, tolerancia al estrés y flexibilidad, razonamiento, resolución de problemas e ideación, inteligencia emocional, solución de problemas y experiencia del usuario, orientación al servicio, análisis y evaluación de sistemas y finalmente, persuasión y negociación.

En nuestro país, el gobierno debe optimizar las políticas públicas para mejorar el acceso y la entrega de capacitaciones y perfeccionamiento de competencias a aquellos ciudadanos que están desempleados y buscan oportunidades para reinsertarles en el mercado laboral, hacia “los trabajos del mañana”, invertir en el capital humano y social, empleando la tecnología para lograr una educación a gran escala vía online, perseguir un enfoque integral, creando vínculos y coordinación entre proveedores de educación, competencias y habilidades, trabajadores y empleadores, garantizando la colaboración entre todas las partes interesadas.

La obsolescencia de competencias es un problema importante, es más, afecta tanto a trabajadores de más edad como a los más jóvenes, que tienen todavía de 20 a 30 años de vida laboral por delante, la obsolescencia de competencias repercute directamente en la productividad de las empresas, así como en la satisfacción profesional de los trabajadores y sus perspectivas laborales.

La situación económica actual ha agravado este fenómeno, ya que la débil demanda de empleo está provocando que un mayor número de personas compita por los puestos de trabajo disponibles, en estas circunstancias, los trabajadores más competentes tienen más probabilidades de ocupar puestos que requieren un nivel de cualificación inferior al que poseen y, por tanto, no hacen uso de todos sus conocimientos, capacidades y competencias, que se quedarán obsoletos con el paso del tiempo, incluso en aquellos que saben manejar sus teléfonos inteligentes.

En conclusión, todos los días debemos preguntarnos sobre los métodos, metodologías y técnicas que utilizamos para construir esa realidad que evoluciona velozmente, con el fin de entender que la obsolescencia del autoconocimiento es un desafío continuo que requiere toda nuestra atención y adaptación, ya que, mantener una comprensión actualizada de nosotros mismos es clave para el bienestar emocional, la autenticidad en las relaciones y el crecimiento personal y profesional.

Mientras tanto, recuerda que todo está previsto para que tengas un día ¡de bien para arriba!


Como padres, en repetidas ocasiones nos hemos apoyado en nuestros hijos para configurar nuestra laptop o un teléfono celular, encontrando que nuestro conocimiento sobre las Tecnologías de la Información (TI) ha quedado obsoleto, pudiendo ser resultado del avance tecnológico que es vertiginoso, sin embargo, la obsolescencia de competencias se está convirtiendo en un asunto de especial trascendencia, debido a que los puestos de trabajo son cada vez más complejos y exigentes, así mismo, se prevé que el progreso tecnológico acelerará esta tendencia en los próximos años.

Todos somos testigos de los cambios en todos los ámbitos, ya sea económicos, políticos, sociales y culturales, entre otros y la revolución de las telecomunicaciones que va de la mano con el imparable proceso de la globalización que ha impactado particularmente en todo tipo de contextos laborales, sumándose a esto la digitalización que ha evolucionado exponencialmente y lo que se tenía planificado para un período de cinco años se ha realizado en un año.

En esta era digital, la tecnología puede influir en cómo nos vemos a nosotros mismos, ya que las redes sociales, la inteligencia artificial y otras formas de tecnología pueden cambiar nuestra percepción de nosotros mismos y nuestra identidad, lo que podría hacer que nuestro conocimiento anterior se vuelva obsoleto.

Por otro lado, tengamos presente que la falta de oportunidades para actualizar las nuevas competencias que nos exige el mercado aumenta la posibilidad de desempleo y la inseguridad laboral, la obsolescencia de competencias está estrechamente relacionada con la falta de desarrollo profesional y la escasa movilidad laboral.

En este contexto, es importante mencionar el top de las 15 competencias clave más requeridas para el 2025, según “The Future of Jobs Report 2020”, presentado en octubre del año pasado por The Word Economic Forum y que son: pensamiento analítico e innovación, aprendizaje activo y estrategias de aprendizaje, resolución de problemas complejos, pensamiento crítico y análisis, creatividad, originalidad e iniciativa, liderazgo e influencia social, uso, seguimiento y control de la tecnología, diseño y programación de tecnología, resiliencia, tolerancia al estrés y flexibilidad, razonamiento, resolución de problemas e ideación, inteligencia emocional, solución de problemas y experiencia del usuario, orientación al servicio, análisis y evaluación de sistemas y finalmente, persuasión y negociación.

En nuestro país, el gobierno debe optimizar las políticas públicas para mejorar el acceso y la entrega de capacitaciones y perfeccionamiento de competencias a aquellos ciudadanos que están desempleados y buscan oportunidades para reinsertarles en el mercado laboral, hacia “los trabajos del mañana”, invertir en el capital humano y social, empleando la tecnología para lograr una educación a gran escala vía online, perseguir un enfoque integral, creando vínculos y coordinación entre proveedores de educación, competencias y habilidades, trabajadores y empleadores, garantizando la colaboración entre todas las partes interesadas.

La obsolescencia de competencias es un problema importante, es más, afecta tanto a trabajadores de más edad como a los más jóvenes, que tienen todavía de 20 a 30 años de vida laboral por delante, la obsolescencia de competencias repercute directamente en la productividad de las empresas, así como en la satisfacción profesional de los trabajadores y sus perspectivas laborales.

La situación económica actual ha agravado este fenómeno, ya que la débil demanda de empleo está provocando que un mayor número de personas compita por los puestos de trabajo disponibles, en estas circunstancias, los trabajadores más competentes tienen más probabilidades de ocupar puestos que requieren un nivel de cualificación inferior al que poseen y, por tanto, no hacen uso de todos sus conocimientos, capacidades y competencias, que se quedarán obsoletos con el paso del tiempo, incluso en aquellos que saben manejar sus teléfonos inteligentes.

En conclusión, todos los días debemos preguntarnos sobre los métodos, metodologías y técnicas que utilizamos para construir esa realidad que evoluciona velozmente, con el fin de entender que la obsolescencia del autoconocimiento es un desafío continuo que requiere toda nuestra atención y adaptación, ya que, mantener una comprensión actualizada de nosotros mismos es clave para el bienestar emocional, la autenticidad en las relaciones y el crecimiento personal y profesional.

Mientras tanto, recuerda que todo está previsto para que tengas un día ¡de bien para arriba!