El recurso humano es el mayor capital de las empresas, por tanto, es importante hacer lo posible para que los empleados se sientan felices, seguros, motivados y satisfechos con sus labores y, sin duda, esto trae como consecuencia mejores niveles de productividad, entender esto implica el vínculo de la persona con la organización, sus actitudes, expectativas y aspiraciones.
De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS, 2010), tanto los directivos como los empleados participan en un proceso de mejora continua para promover y proteger la salud, seguridad y bienestar de los trabajadores, generando que el clima laboral se disfrute y el empleado esté contento, entonces, por consecuencia, su entorno familiar y social será saludable.
Una manera práctica para medir el bienestar se ha hecho por medio de la satisfacción en el trabajo, entendida como una actitud general hacia éste, más que un comportamiento; así el grado de satisfacción estaría dado por la “diferencia entre la cantidad de recompensas que reciben los trabajadores y la cantidad que creen que deberían recibir” (Robbins, 1994, p. 47).
Un estudio nacional en Estados Unidos identificó doce dimensiones de la satisfacción: la organización del trabajo, las condiciones laborales, la comunicación, el rendimiento laboral y la revisión del rendimiento, los compañeros de trabajo, la supervisión, la administración de la empresa, los sueldos y salarios, las prestaciones, el desarrollo y la capacitación para la carrera, la satisfacción y el contenido del trabajo, el cambio y la imagen de la compañía (Robbins, 1994, p. 203).
Como ya fue señalado, contar con prácticas de bienestar dentro de una organización se refleja en varios beneficios empezando con un aumento de productividad, pero también se logra disminuir el ausentismo, empleados más comprometidos, disminución en el número de fallas o errores, mejor atención al cliente, a nivel general, se incrementa la competitividad y la sostenibilidad de las empresas; en esto radica la importancia del bienestar laboral.
Por otro lado, las estadísticas de personas que se sienten infelices en el trabajo, que tienen problemas de salud como sobrepeso, obesidad, diabetes tipo 2, enfermedades cardiacas; depresión o ansiedad, no sólo representan un número que muestra incremento en Latinoamérica, sino que se traduce en pérdidas para las empresas ya que son personas que faltan más al trabajo, que tienen horas menos efectivas, que se desaniman fácilmente; que se sienten estresados o cansados todo el día, que están irritables y que contagian malos hábitos a sus equipos como saltarse comidas, beber café en exceso, etcétera.
Hoy en día ya no es suficiente con encontrar un trabajo, este debe contar con los factores que explican el bienestar laboral de un empleado en la empresa, el clima laboral y la relación con los compañeros, las condiciones salariales, la organización de las tareas, la definición de los objetivos o el trato con los superiores, son algunos parámetros que se toman en consideración de manera consciente y siguiendo un programa previamente elaborado, para que un empleado satisfecho con su situación laboral, en un concepto muy amplio y complejo defina el éxito o el fracaso de cualquier modelo de gestión de personal.
La conciliación de la vida familiar, laboral y personal contribuye a construir una sociedad basada en la calidad de vida de las personas, destacando las mismas oportunidades para las mujeres y los hombres con el fin de poder desarrollarse en todos los ámbitos vitales, progresar profesionalmente, atender las responsabilidades familiares y poder disfrutar del tiempo libre, tanto en el entorno familiar como el personal.
Para concluir, se sugieren algunas acciones para trabajar en el bienestar laboral como ocuparse en la comunicación interna, implementar programas de capacitación, crear planes de carrera, ofrecer flexibilidad de los horarios laborales, propiciar un entorno y herramientas de trabajo, también medir el desempeño laboral ya que nos ayuda a asegurarnos que todo el equipo conoce muy bien cuáles son los objetivos, y que están trabajando para alcanzarlos, como valor agregado nos ayuda a evaluar oportunidades de mejora y reducir o evitar posibles errores en nuestros procesos de trabajo.
Mientras tanto, recuerda que todo está previsto para que tengas un día ¡de bien para arriba!
La conciliación de la vida familiar, laboral y personal contribuye a construir una sociedad basada en la calidad de vida de las personas, destacando las mismas oportunidades para las mujeres y los hombres.
- Re-Generación 19
