LO CLARO. Cualquier ser vivo en su ciclo de vida que llega al clímax del tiempo que la vida le regala, merece el retiro a la tranquilidad emancipada después del servicio cumplido.
Plantas, animales y seres humanos por igual.
El caballo, el asno, el buey de arado son nobles y domesticados seres que acompañan al hombre aliviando la carga por siglos; en su momento son retirados del esfuerzo al merecido retiro.
Ese humanismo y compaginación de metas entre el hombre y el animal, merece especial atención. La academia lo enfatiza desde la perspectiva social y de compromiso en la formación a sus alumnos.
La Universidad Autónoma de Tamaulipas hizo un llamado a la comunidad mediante convocatoria específica, para –previo concurso- otorgar la adopción de un grupo numeroso de perritos, canes que habrían servido con diligencia en su vida útil al rescate y trabajos que demandan los instintos agudos de los nobles ‘peludos’.
(sic) “Se impulsa la cultura del bienestar y la dignidad animal mediante el compromiso de brindarle amor y respeto en honor a su valentía y sacrificio” apuntó el rector en el emotivo encuentro con la sociedad.
La concurrencia al llamado para obtener la adopción por parte de las familias tamaulipecas, rebasó con mucho al número esperado.
Acciones que trascienden.
LO OSCURO. Zapatero, a tus zapatos. La frase no requiere explicaciones.
Sí… cualquier actividad económica que realice sobre suelo nacional, requiere el permiso tácito y supervisado de la autoridad gubernamental. Lo que se conoce como licencia de funcionamiento. De ahí, todos estamos ‘licenciados’ para trabajar bien como empleados, bien como patrones. No existen excepciones. Hasta los religiosos…
Ahora bien, la máxima carta (la Constitución Mexicana) señala específicamente cuáles áreas económicas se encuentran ‘bajo resguardo’. Es decir, son áreas estratégicas que controla directamente el gobierno o que, en su caso, concesiona con restricciones. ¿la razón? El que sectores estratégicos como la minería o la extracción de petróleo se entregue al cien por ciento a capitales o potencias extranjeras, vulneran la soberanía nacional, pues dependeríamos de tales rubros para la subsistencia y les daría potestad sobre la gobernanza nacional. Eso dice el librito.
Así teníamos el control absoluto en su momento de los ferrocarriles, la luz, el agua, el gas, la madera, la caña, la venta de armas y otros renglones.
Llegamos a lo que nos ocupa. Una empresa mundial –de la que seguramente poco hemos escuchado- es la explotación de sal. Cloruro de sodio. NaCl. La misma que tratada por medios industriales sube a su mesa.
En 1975 nuestro país estableció la empresa del rubro mediante un fideicomiso y brindó el 49% de acciones a la japonesa Mitsubishi.
La Empresa Salinera, S.A. ESSA, generaría desde entonces el 84% de producción en México, siendo la más importante de Latinoamérica y exportando su producto al mundo entero en proporciones de más de 8,000 millones de toneladas anuales.
Dimes y diretes ocurridos durante los ocho sexenios en los que habría operado, orientarían hacia el ‘sospechosismo’ a las ganancias de la empresa donde los presidentes Zedillo, Fox, Calderón y Peña Nieto hicieron denodados esfuerzos por obtener de nuevo el control total de la empresa, pactando acuerdos no-beneficiosos para los japoneses y sí especulativos para las arcas gubernamentales nacionales-.
Llegó el actual gobierno y aplicó su talento transformador. Para unos, una intervención forzada o expropiación y para otros un rescate nacionalizador en favor inclusive de los trabajadores y el entorno económico del ente. La única verdad es la evidente.
Sí, se ‘rescató’ por mil quinientos millones de pesos el 49% que se encontraba en poder de la japonesa Mitsubishi –su valor actual oscila en los 5,900 mdp.- pero aún y con todo el entramado de inconsistencias descritas, el olor a corrupción que emanaba –como toda empresa intervenida por actores políticos- aun así, la estabilidad económica del entorno mantenía una celeridad y conveniencia para trabajadores, empleadores, proveedores, empleos indirectos y toda la derrama económica que implica para la zona de Baja California.
Hoy en almacenaje se anuncia la presencia de 5,000 millones de toneladas de sal, que no encuentran comprador (la producción anualizada de la planta) y que además de la falta de comercialización, la parálisis burocrática ralentizó y amenaza con la desaparición de innumerables fuentes de empleos directos e indirectos. Inclusive la migración forzada de los habitantes de la comarca.
¿Beneficio?
Quizá el fondo era bueno. La recuperación de un sector económico estratégico nacional.
Quizá el problema es que no siempre las buenas intenciones están acompañadas de la mejor respuesta al problema.
COLOFÓN: Los políticos deberían dedicarse a hacer política… el mismo mandatario lo dijo al inicio de su mandato.
Pretender hacer ‘empresas de excelencia’ desde la perspectiva gubernamental… bueno.
El gobernador de B.C.S., Víctor Castro Cosío reconoce la magnitud de los problemas que han derivado el asunto y asegura que una vez iniciado el sexenio de C. Sheinbaum, seguramente la mar (de la sal) retomará su cauce. A ver si encuentran a alguien vivo…
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