/ sábado 21 de septiembre de 2024

Cantos del Poder / Miscelánea sabatina

Reapareció Ernesto Zedillo. El mismo que como presidente de la República ordenó la aprobación del Fobaproa en la Cámara de Diputados. El que blanqueó a IPAB este rescate financiero. El que denostó la reforma judicial, procedente del vecino país del norte. El que dijo “no traigo cash”, para evitar dar ayuda a un menesteroso.

La visita de Zedillo Ponce de León a territorio mexicano reactivó asuntos en la mente popular. Miles de millones de pesos se pagan de intereses cada año por concepto de Fobaproa. Por obra de su gobierno, una mayor cantidad de dinero del contribuyente va a dar a las arcas de entidades financieras de las cuales realmente se sabe poco, casi nada.

Ernesto Zedillo adquirió todas las carteras malas que están en la panza de Fobaproa y el IPAB. Entregó bancos en administración de juicio a empresas del exterior. Y todo, sin responsables ante la justicia por esto, que se sepa. El que lo siguió en el sillón presidencial, Fox ¿ Sabía de Fobaproa o se hizo de la vista gorda? Pero no satisfecho, el “paladín de la democracia” consumó la venta del Banco de México, Banamex, que fue la mayor empresa privatizada en el sexenio de Carlos Salinas de Gortari, con un precio de venta de tres mil millones de dólares, al entregarlo a Citibank, y ni los impuestos producto de esa venta se pagaron. Y con Calderón y Peña Nieto, la codicia y el ansia insana del poder económico y político devino en una neurosis progresiva, ante un pueblo en el hartazgo y sediento de justicia.

¿Qué significa el posible retorno de Donald Trump a la Casa Blanca? Representa la renovación de su interés en los asuntos de Energía y Comercio. Y el regreso de su visión de los servicios de inteligencia como una alternativa de su Política Exterior.

El problema de esto es lo que hace Washington con los datos que obtiene en nuestro suelo, información que muchas veces llega distorsionada por provenir de fuentes no autorizadas y espías. Esto ocasiona malentendidos.

George W. Bush ordenó invadir Irak con la certeza de que Saddam Hussein tenía escondidas armas de destrucción masiva, hallazgo que finalmente resultó más falso que un billete de dos dólares.

Un problema es el carácter altamente discrecional de las agencias secretas, que parecen ser invisibles, aunque sus actividades se abordan en películas y series de televisión.

Varias de estas Agencias tienen asignado un presupuesto billonario que supera el total de la gran mayoría de las Secretarías de Estado en el gobierno de México. Su influencia es evidente. Pero casi nadie habla públicamente sobre sus planes ni los temas que tocan ni lo que buscarían en caso de operar bajo el mandato de un primer mandatario muy interesado en asuntos de energía y de comercio, ¿qué podemos esperar?

Existe un Tratado comercial con nuestros vecinos del norte que modificó temas de suma importancia como son la inmigración y el intercambio comercial; asuntos que son parte central de sus campañas políticas. Esto por sí solo supone el refuerzo de la estrategia de la Secretaría de Relaciones Exteriores para ser más competitivos en la relación bilateral. Por lo pronto, el ajedrez de la geopolítica está a todo lo que da, derivado del proceso electoral por la presidencia en los Estados Unidos, que el próximo 5 de noviembre tendrá una dura prueba.

NOTA DEL DÍA.- No crea, andaba medio asustadón –no apanicado, palabra predilecta de los globalifilicos-. El día de mi cumple menos, el 19 de septiembre, el ciclón Hilda provocó en Tampico una inundación apocalíptica. Treinta años después, el 19 de septiembre de 1985, me tocó experimentar en la Ciudad de México un movimiento telúrico que causó graves daños humanos y materiales.

El 19 de septiembre de 2017, iba en mi auto por el Bulevar Perimetral, a mediodía, cuando escuché al conductor de un programa de radio decir: está temblando, esto no es un simulacro.

Por tal razón , el día que cumplí años, cuántos, no me quiero acordar, me inquietó leer en las noticias la nueva fase de la conflagración bélica entre Rusia y Ucrania, y la guerra en Medio Oriente. Y más cuando es ya del dominio público –algún propósito tiene, nada es obra de la casualidad, sino de la causalidad–, la manera en que a la distancia se activa el estallido de los radiolocalizadores y otros artefactos que trabajan con baterías de litio. Todo como por arte de magia, otros dicen que por obra y gracia de la tecnología.

Bien. Felizmente, aquí nos tocó estar otro 19 de septiembre vivos y pateando, dando lata y pasando lista de presente, como cada año.

Reapareció Ernesto Zedillo. El mismo que como presidente de la República ordenó la aprobación del Fobaproa en la Cámara de Diputados. El que blanqueó a IPAB este rescate financiero. El que denostó la reforma judicial, procedente del vecino país del norte. El que dijo “no traigo cash”, para evitar dar ayuda a un menesteroso.

La visita de Zedillo Ponce de León a territorio mexicano reactivó asuntos en la mente popular. Miles de millones de pesos se pagan de intereses cada año por concepto de Fobaproa. Por obra de su gobierno, una mayor cantidad de dinero del contribuyente va a dar a las arcas de entidades financieras de las cuales realmente se sabe poco, casi nada.

Ernesto Zedillo adquirió todas las carteras malas que están en la panza de Fobaproa y el IPAB. Entregó bancos en administración de juicio a empresas del exterior. Y todo, sin responsables ante la justicia por esto, que se sepa. El que lo siguió en el sillón presidencial, Fox ¿ Sabía de Fobaproa o se hizo de la vista gorda? Pero no satisfecho, el “paladín de la democracia” consumó la venta del Banco de México, Banamex, que fue la mayor empresa privatizada en el sexenio de Carlos Salinas de Gortari, con un precio de venta de tres mil millones de dólares, al entregarlo a Citibank, y ni los impuestos producto de esa venta se pagaron. Y con Calderón y Peña Nieto, la codicia y el ansia insana del poder económico y político devino en una neurosis progresiva, ante un pueblo en el hartazgo y sediento de justicia.

¿Qué significa el posible retorno de Donald Trump a la Casa Blanca? Representa la renovación de su interés en los asuntos de Energía y Comercio. Y el regreso de su visión de los servicios de inteligencia como una alternativa de su Política Exterior.

El problema de esto es lo que hace Washington con los datos que obtiene en nuestro suelo, información que muchas veces llega distorsionada por provenir de fuentes no autorizadas y espías. Esto ocasiona malentendidos.

George W. Bush ordenó invadir Irak con la certeza de que Saddam Hussein tenía escondidas armas de destrucción masiva, hallazgo que finalmente resultó más falso que un billete de dos dólares.

Un problema es el carácter altamente discrecional de las agencias secretas, que parecen ser invisibles, aunque sus actividades se abordan en películas y series de televisión.

Varias de estas Agencias tienen asignado un presupuesto billonario que supera el total de la gran mayoría de las Secretarías de Estado en el gobierno de México. Su influencia es evidente. Pero casi nadie habla públicamente sobre sus planes ni los temas que tocan ni lo que buscarían en caso de operar bajo el mandato de un primer mandatario muy interesado en asuntos de energía y de comercio, ¿qué podemos esperar?

Existe un Tratado comercial con nuestros vecinos del norte que modificó temas de suma importancia como son la inmigración y el intercambio comercial; asuntos que son parte central de sus campañas políticas. Esto por sí solo supone el refuerzo de la estrategia de la Secretaría de Relaciones Exteriores para ser más competitivos en la relación bilateral. Por lo pronto, el ajedrez de la geopolítica está a todo lo que da, derivado del proceso electoral por la presidencia en los Estados Unidos, que el próximo 5 de noviembre tendrá una dura prueba.

NOTA DEL DÍA.- No crea, andaba medio asustadón –no apanicado, palabra predilecta de los globalifilicos-. El día de mi cumple menos, el 19 de septiembre, el ciclón Hilda provocó en Tampico una inundación apocalíptica. Treinta años después, el 19 de septiembre de 1985, me tocó experimentar en la Ciudad de México un movimiento telúrico que causó graves daños humanos y materiales.

El 19 de septiembre de 2017, iba en mi auto por el Bulevar Perimetral, a mediodía, cuando escuché al conductor de un programa de radio decir: está temblando, esto no es un simulacro.

Por tal razón , el día que cumplí años, cuántos, no me quiero acordar, me inquietó leer en las noticias la nueva fase de la conflagración bélica entre Rusia y Ucrania, y la guerra en Medio Oriente. Y más cuando es ya del dominio público –algún propósito tiene, nada es obra de la casualidad, sino de la causalidad–, la manera en que a la distancia se activa el estallido de los radiolocalizadores y otros artefactos que trabajan con baterías de litio. Todo como por arte de magia, otros dicen que por obra y gracia de la tecnología.

Bien. Felizmente, aquí nos tocó estar otro 19 de septiembre vivos y pateando, dando lata y pasando lista de presente, como cada año.