/ sábado 7 de septiembre de 2024

Cantos del Poder / Miscelánea sabatina

El dictamen aprobado en la Cámara Baja por mayoría calificada de 357 votos a favor y 130 en contra se turnó a la Cámara del Senado para su validación. Se trata de la Reforma Judicial para que una minoría muy activa ya no decida en asuntos de los mexicanos, como regularmente ocurre, cosa que se contrapone al desarrollo armónico de la sociedad.

Hay quienes miran con recelo la elección de jueces, magistrados y ministros por intermedio del voto popular, pero subestiman a la población que tiene mayor conciencia política, que sabe qué es el voto y de qué manera ejercerlo.

La participación ciudadana en las grandes decisiones es ineludible, no queda duda. Vicente Fox , el "gringo viejo" ( así lo bautizó una incisiva periodista), en una ocasión pidió una Junta de Notables para definir el método de la elección del candidato presidencial. Y bien, la historia nacional protocoliza tres de estas célebres juntas integradas por personajes más conservadores "que las ánimas del purgatorio". Bajo el dictamen de la Junta de Notables de 1858, México resultó con tres presidentes de la República; en la de 1863 se decidió como destino de la nación la monarquía hereditaria, con un príncipe. Y en la Junta de Notables de 1867, se impuso que Maximiliano de Habsburgo debería de seguir al frente del gobierno.

¿Cuál será el guion para el grito del 15 de septiembre en el Zócalo de la CdMx? ¿Habrá novedades? ¿Se podrán agregar (o quitar), cosas y nombres? No lo sé. El wifi de mi bola de cristal anda un poco descompuesto últimamente. Así que como el sabio de sabios, "solo sé que no sé nada". Esto, amable lector, me conduce a una leve digresión.

Abro un paréntesis, el secretario de Programación y Presupuesto, Carlos Salinas de Gortari — el poder detrás del trono en el sexenio de Miguel de la Madrid—, ante una decena de secretarios de Estado y una veintena de directores de las más importantes empresas descentralizadas del Gobierno federal, “arreglaba” los salarios en la sede de Trabajo y Previsión Social, allá por el Ajusco, donde no llegaban las manifestaciones de los trabajadores, que si bien eran permitidas, recibían comentarios virulentos. Cierro el paréntesis. En los tiempos de la dictadura del neoliberalismo económico, el Grito del 15 de Septiembre era para los mexicanos como "El grito" del noruego Edvard Munch.

Y a los tecnócratas que los Bush hicieron creer que eran alfiles de la globalización económica (más bien resultaron peones), impusieron el minisalario y la congelación de los sueldos, le quitaron ceros al peso para ocultar los efectos de la inflación galopante y aprovecharon el 15 de Septiembre para mostrarse como los salvadores de la Patria (resultó que no). Mientras tanto, por debajo de la mesa se maquinaba la firma del Tratado de Libre Comercio (TLCAN) y hacer cumplida entrega de nuestro petróleo a inversionistas del exterior, pese a que públicamente se dijo que no se incluía en las negociaciones. Y continuó la venta de garaje del siglo al enajenarse empresas públicas a precios de ganga, muy por debajo del valor en libros, a unos cuantos "seleccionados". Léase, "ellos mismos".

Ahora se vale gritar ¡Viva México! a todo el mundo. Vitorear a los héroes que nos dieron Patria para asegurar que tanta lucha y sufrimientos no fueron estériles.

El dictamen aprobado en la Cámara Baja por mayoría calificada de 357 votos a favor y 130 en contra se turnó a la Cámara del Senado para su validación. Se trata de la Reforma Judicial para que una minoría muy activa ya no decida en asuntos de los mexicanos, como regularmente ocurre, cosa que se contrapone al desarrollo armónico de la sociedad.

Hay quienes miran con recelo la elección de jueces, magistrados y ministros por intermedio del voto popular, pero subestiman a la población que tiene mayor conciencia política, que sabe qué es el voto y de qué manera ejercerlo.

La participación ciudadana en las grandes decisiones es ineludible, no queda duda. Vicente Fox , el "gringo viejo" ( así lo bautizó una incisiva periodista), en una ocasión pidió una Junta de Notables para definir el método de la elección del candidato presidencial. Y bien, la historia nacional protocoliza tres de estas célebres juntas integradas por personajes más conservadores "que las ánimas del purgatorio". Bajo el dictamen de la Junta de Notables de 1858, México resultó con tres presidentes de la República; en la de 1863 se decidió como destino de la nación la monarquía hereditaria, con un príncipe. Y en la Junta de Notables de 1867, se impuso que Maximiliano de Habsburgo debería de seguir al frente del gobierno.

¿Cuál será el guion para el grito del 15 de septiembre en el Zócalo de la CdMx? ¿Habrá novedades? ¿Se podrán agregar (o quitar), cosas y nombres? No lo sé. El wifi de mi bola de cristal anda un poco descompuesto últimamente. Así que como el sabio de sabios, "solo sé que no sé nada". Esto, amable lector, me conduce a una leve digresión.

Abro un paréntesis, el secretario de Programación y Presupuesto, Carlos Salinas de Gortari — el poder detrás del trono en el sexenio de Miguel de la Madrid—, ante una decena de secretarios de Estado y una veintena de directores de las más importantes empresas descentralizadas del Gobierno federal, “arreglaba” los salarios en la sede de Trabajo y Previsión Social, allá por el Ajusco, donde no llegaban las manifestaciones de los trabajadores, que si bien eran permitidas, recibían comentarios virulentos. Cierro el paréntesis. En los tiempos de la dictadura del neoliberalismo económico, el Grito del 15 de Septiembre era para los mexicanos como "El grito" del noruego Edvard Munch.

Y a los tecnócratas que los Bush hicieron creer que eran alfiles de la globalización económica (más bien resultaron peones), impusieron el minisalario y la congelación de los sueldos, le quitaron ceros al peso para ocultar los efectos de la inflación galopante y aprovecharon el 15 de Septiembre para mostrarse como los salvadores de la Patria (resultó que no). Mientras tanto, por debajo de la mesa se maquinaba la firma del Tratado de Libre Comercio (TLCAN) y hacer cumplida entrega de nuestro petróleo a inversionistas del exterior, pese a que públicamente se dijo que no se incluía en las negociaciones. Y continuó la venta de garaje del siglo al enajenarse empresas públicas a precios de ganga, muy por debajo del valor en libros, a unos cuantos "seleccionados". Léase, "ellos mismos".

Ahora se vale gritar ¡Viva México! a todo el mundo. Vitorear a los héroes que nos dieron Patria para asegurar que tanta lucha y sufrimientos no fueron estériles.