/ sábado 13 de julio de 2024

Cantos del Poder / Miscelánea sabatina

México es un país de grandes, terribles, dolorosos contrastes. Las leyes están hechas para favorecer siempre al poderoso y para desgracia y martirio de los pobres.

Nuestra justicia no es popular. A un funcionario enriquecido a costa del erario se le trata con respeto y hasta se le rinde pleitesía. Un individuo que perdió su empleo, está enfermo y hurta una barra de pan es un delincuente peligroso.

Cuando un político ratero va a la cárcel, en muchas ocasiones la celda se convierte en una confortable habitación de hotel.

“Nada tienes, nada vales” determina la manera en que los poderosos gozan de privilegios y los humildes se pudren en las cárceles. Los “peces gordos” andan libres y cuando caen, al poco tiempo son liberados, a veces hasta con un “perdone usted, todo fue un error”.

El cinismo con que se compra la injusticia es lo que aumenta la ira del pueblo y siembra dudas en el poder judicial.

El presidente Adolfo Ruiz Cortines impulsó la Ley de Responsabilidades para Funcionarios y Empleados Públicos, que dice que todo servidor público tiene la obligación de hacer una relación de los bienes adquiridos antes de haber obtenido el cargo, ante la Procuraduría General de la República. Pero esta ley se incumple, excepto en funcionarios de menor tamaño, contra los que se puede actuar para dar ejemplo de la lucha contra la corrupcion. Esa es nuestra realidad. Los Lozoya, Robles, Gordillo, Duarte y otros es terapia social. A los acusados de desvíos millonarios los jueces les otorgan amparos bajo circunstancias que les permite seguir su proceso en casa, que es el inicio de la completa liberación y volver rápidamente a una vida normal y al disfrute de las comodidades propias de sus asombrosas fortunas.

Claudia Sheinbaum tiene la gran oportunidad de mejorar el sistema de administración de justicia en el país. La ventaja es que AMLO ya sentó las bases. Seguramemte lo hará desde el PRIMER DÍA. En los comicios presidenciales hubo memes, comentarios, chistes, anécdotas. Frases ocurrentes. Chispazos de ingenio. Ribetes de comicidad involuntaria. Pero en mi opinión, faltó sentido del humor. Muchas veces los políticos olvidan lo fundamental: reírse de ellos mismos, no solamente de los demás. Algunos perdieron la levedad del ser y dedicaron frases de odio y desdén a los que votaron por la candidata victoriosa. Será que tanto les cuesta persuadir, convencer, conquistar, convertir, catequizar a la población y hasta a ellos mismos, que todavía buscan a quién echarle la culpa de sus errores.

Por otra parte, el líder nacional del PRI, Alejandro Moreno, corresponsable de la apabullante derrota del PRIAN en los comicios nacionales, bajo el lema “Sufragio efectivo. No reelección “ se reelige. Se queja de que la crisis por la que atraviesa el instituto político que representa obedece a la forma en que dejaron al país los frívolos, despilfarradores y enemigos del pueblo. Decirlo a toro pasado no tiene chiste. Alejandro Moreno no se dio cuenta o por soberbia no quiso ver, que se encontraba ante la mejor oportunidad de su vida, que es hacer lo que tenía que hacer, simplemente denunciar públicamente y en los tribunales la aplicación de la ley en contra de los saqueadores de México. Pero no hizo nada contra los bucaneros del pasado. Y esa oportunidad que tuvo de escuchar y obedecer la voz del pueblo, ya pasó. Ahora es demasiado tarde. Como tarde fue desde el día en que tomó la presidencia del PRI, por primera vez. Ahora, don Alejandro esgrime que es víctima de una persecución política y se violan sus derechos humanos. Pero es público y notorio que hace tiempo él dejó de ser hombre de honor, discreto y consciente de su responsabilidad con la Patria.

Hoy, a la espera de que amaine la tormenta que él mismo creó, los socios y aliados políticos de don Alejandro, neoliberales, pragmáticos y monetaristas, seguramente piden que no les diga “brothers”, y al verlo le huyen como a la viruela.

Finalmente, el nombramiento de Mario Delgado en la SEP resulta sorpresivo. Delgado es un excelente operador político, sus números electorales lo demuestran, pero lo que se necesita en tan importante Secretaría es un maestro, no un político. Alguien que impulse lo que ya se da en llamar humanismo mexicano.